XIX

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''Ooh, la razón por la que me aferro
Ooh, porque necesito que este agujero desaparezca
Bueno, es gracioso que tú seas el roto
Pero yo soy el único que necesitaba ser salvado
Porque cuando nunca ves la luz
Es difícil saber cuál de nosotros está cediendo''

(Ooh, the reason I hold on
Ooh, 'cause I need this hole gone
Well, funny you're the broken one
But I'm the only one who needed saving
'Cause when you never see the light
It's hard to know which one of us is caving)


Stay - Rihanna

LOUIS

Han pasado tres meses desde aquella noche en la fiesta. Tres meses que han parecido una eternidad. Octubre se acercaba rápidamente, y con él, una brisa fresca que traía consigo las hojas caídas y un nuevo comienzo. Sin embargo, mientras muchas cosas han cambiado, algunas heridas aún no han sanado.

Después de aquella discusión en la fiesta, donde James me había dejado confundido y herido, nuestras vidas tomaron caminos diferentes. Yo me había refugiado en la compañía de Ayesha. Nuestra amistad había crecido de manera inesperada, convirtiéndose en algo más profundo. Comenzamos a pasar más tiempo juntos, compartiendo secretos y risas, y poco a poco, lo que había comenzado como una amistad se transformó en un noviazgo. Ayesha se había convertido en mi confidente, mi apoyo y mi compañera. Y aun que al principio fue un poco complicado ya que ninguno tenía experiencia, poco a poco lo sobrellevamos juntos.

Recuerdo cómo empezó todo. Fue una tarde soleada, un mes luego de aquella fiesta, estábamos caminando por el parque, compartiendo un helado. Ayesha se detuvo de repente, mirándome con esos ojos verdes que siempre parecían leer mi alma. "Louis, hay algo que quiero decirte", dijo, su voz temblando ligeramente. La miré, con el corazón latiendo con fuerza. "Yo también siento lo mismo", respondí antes de que pudiera continuar. Nos quedamos allí, bajo el sol, y compartimos nuestro ''primer'' beso, sellando lo que ambos sabíamos desde hacía tiempo.

Sin embargo, mientras mi relación con Ayesha florecía, mi amistad con James se marchitaba. Nos habíamos alejado tanto que apenas nos reconocíamos. Intenté contactarlo varias veces, pero siempre parecía ocupado, distante. La última vez que hablamos, me contó que había conseguido un trabajo como guardia de seguridad y se había mudado a un pequeño apartamento cerca de su trabajo. Vivía solo ahora, y la distancia entre nosotros se sentía aún más grande. Y aun que seguiamos estudiando juntos, cada que intentaba acercarme a el me evitaba, incluso cuando con Michael y William era cada vez mas cercano.

Las noches solían ser especialmente difíciles. Ayesha y yo hablábamos de todo y de nada, pero siempre había un vacío que no podía llenar. Recordaba las noches que pasábamos juntos, James y yo, riéndonos de las cosas más triviales y compartiendo nuestros sueños y miedos. Esa conexión se había roto, y no sabía cómo repararla.

Una noche, mientras estaba en la cama, miré el techo, incapaz de dormir. Ayesha dormía a mi lado, su respiración suave y rítmica. Tomé mi teléfono y miré el número de James en mi lista de contactos. Dudé por un momento, pero finalmente decidí enviarle un mensaje. "Hey, Jay jay." 

Esperé con el corazón en la garganta, pero no recibí respuesta. Me sentí como si estuviera hablando con un fantasma, alguien que solía conocer pero que ahora estaba fuera de mi alcance. luego de un rato vio mi mensaje, pero para sorpresa de nadie me había dejado en enviado.

Los días siguientes pasaron en una niebla de rutina. Iba a clases, pasaba tiempo con Ayesha y trataba de mantenerme ocupado. Pero siempre había un pensamiento persistente en el fondo de mi mente: ¿Qué había pasado con James? ¿Por qué se había distanciado tanto?

Una tarde, mientras Ayesha y yo estábamos en una cafetería, le confesé mis preocupaciones. -Siento que he perdido a James-, dije, jugando con la botella de agua frente a mí.

Ayesha me miró con una mezcla de tristeza y comprensión. -Amor, a veces las personas se alejan por razones que no podemos entender. Pero eso no significa que no podamos hacer un esfuerzo por recuperarlas. ¿Has intentado hablar con él?-

Asentí, sintiendo el peso de mis emociones. -Sí, pero no responde. No sé qué más hacer.-

Ella tomó mi mano, apretándola suavemente. -Entonces sigue intentándolo. Si realmente valoras su amistad, no te rindas. Puede que esté pasando por algo y necesite tiempo, pero eso no significa que debas dejar de intentarlo.-

Las palabras de Ayesha me dieron un poco de esperanza. Decidí que no me rendiría tan fácilmente. James había sido una parte importante de mi vida, y estaba decidido a descubrir qué había pasado y cómo podía arreglarlo.

Esa noche, al llegar a casa, me senté en mi escritorio y escribí una carta a James. No era solo un mensaje de texto, sino una carta de verdad, algo tangible que pudiera sostener y leer. Le conté cómo me sentía, cuánto extrañaba nuestra amistad y cuánto deseaba hablar con él y entender lo que estaba pasando.


Solo Un Poco De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora