XII

39 2 0
                                    

''Desearía que alguien me hubiera dicho que

algún día estos serán los buenos viejos días todas estas noches temerarias que no lamentarás

Porque algún día pronto toda tu vida va a cambiar

Extrañarás la magia de los buenos viejos días''

(I wish somebody would have told me that

That some day these will be the good old days all these reckless nights you won't regret'

Cause someday soon your whole life's gonna change

You'll miss the magic of the good old days)


Good Old Days - Kesha

LOUIS

La mañana siguiente, los rayos del sol se filtraron a través de las cortinas, pintando el suelo de la habitación con franjas doradas. James y yo nos despertamos con la sensación de que algo especial estaba a punto de suceder. Nos levantamos, bostezando y estirándonos, y nos dirigimos al baño para arreglarnos.

James salió de la ducha, envuelto en una nube de vapor. Su cabello rubio goteaba agua sobre el suelo de baldosas. Yo, aún medio adormilado, estaba frente al espejo, intentando domar mi rebelde melena. El aroma a jabón y champú llenaba el aire.

Y entonces, ocurrió. James, con los pies aún húmedos, resbaló en una pequeña poza de agua y cayó hacia adelante. Sin tiempo para reaccionar, también perdí el equilibrio. Ambos chocamos en un torpe abrazo, nuestros cuerpos entrelazados y nuestras risas resonando en la habitación.

-¡James!-, exclamé, intentando mantenerme en pie mientras lo sostenía. -¿Estás bien?-

James se rió, su rostro a centímetros del mío. -Creo que mi dignidad está un poco herida, pero sí, estoy bien. ¿Y tú?-

Me apoyé en la pared, todavía sosteniendo a James. -Estoy bien, pero... ¿qué demonios acaba de pasar?-

En ese momento, la puerta se abrió de golpe. Mi madre, con una sonrisa en los labios, nos miró a ambos. -Vaya, vaya. Parece que han tenido un encuentro acuático muy íntimo. ¿Están bien?-

James se puso de pie, aún riendo. -Sí, señora. Solo un pequeño accidente-

Mi madre se acercó a nosotros, secándose las manos en su delantal. -Bueno, no puedo evitar reírme. Esa fue la entrada más dramática al desayuno que he visto en años. Ahora, vámonos abajo. El desayuno está listo-

Nos miramos, todavía sonrojados por la caída. Bajamos las escaleras, con mi madre liderando el camino. El aroma a pan tostado y café recién hecho llenó la cocina. Mi padre estaba sentado en la mesa, hojeando el periódico.

-¿Qué pasó arriba? escuche ruidos-, preguntó mi padre, levantando una ceja.

Mi madre se rió. -Nada importante. Solo un pequeño choque . James y Louis están bien.- la naturalidad con la que mi madre decía aquellos comentarios tan vergonsos me sorprendia, James solo río bajo.

James se sentó junto a mí, aún sintiendo la cercanía de su amigo. -Sí, señor. Fue un accidente nada mas-

Mi madre sirvió tostadas y mermelada. -Bueno, ahora que están aquí, no tarden mucho. Llegaran tarde al colegio- dijo 

James y yo compartimos una mirada cómplice. -Gracias, señora. Intentaremos no causar más inundaciones- bromeó James.

Mi madre salió de la cocina, riéndose. "-Eso espero. Ahora, disfruten del desayuno. Y no tarden demasiado-

Nos sumimos en la conversación, las risas y los planes para el día. Mientras mordíamos las tostadas y bebíamos café caliente.


.............................................................

Mi padre nos dejó en la entrada del colegio, dándonos un apretón de manos y una sonrisa cálida. -Tomen, chicos-, dijo, entregándonos un billete de diez dólares a cada uno. -Para su comida hoy. Hoy no podre pasar a recogerte Lou tomen el autobus-

James intentó rechazar el dinero, pero mi padre insistió. -No, no acepto un no como respuesta. Tómalo, James. Y cuídense-

Nos miramos, compartiendo una sonrisa. -Gracias, señor- dijo James.

Una vez en el colegio, nos encontramos con Ayesha cerca de los casilleros. Ayesha, con los brazos cruzados y una ceja alzada, se acercó a mí. -¿Dónde has estado, Louis? Has faltado tanto estos días que pensé que te habías mudado a otro país.-

Me encogí de hombros y le dediqué. -Cosas de la vida. Pero estoy aquí ahora. Permíteme presentarte a alguien- Me volví hacia James. -Ayesha, este es James, mi mejor amigo, es nuevo. James ella es Ayesha, la persona más directa que conocerás y mi unica amiga hasta hace unos meses-

Ayesha miró a James de arriba abajo, evaluándolo con su mirada crítica. -¿mejor amigo de Louis? Interesante. ¿Qué te trae por aquí?-

James se aclaró la garganta, un poco incómodo. -Me mude hace unos meses, gane una beca para estudiar aquí-

Ayesha asintió, aparentemente satisfecha con la respuesta. -Bien, bien. No te metas en mi camino, James. Louis y yo tenemos un proyecto importante que terminar-

Fruncí el ceño, confundido. -¿Proyecto?-

 -Sí, el profesor de historia nos asignó un trabajo en grupo. Nos faltaba uno pero ahora ''mejor amigo'' está en nuestro equipo,- dijo burlona- los otros dos ya se fueron- refiriendose a sus amigos Michael y William- quedamos en ir mañana a mi casa para dividirnos el trabajo- sonreí satisfecho

Nos dirigimos a la clase juntos, con Ayesha liderando el camino. El profesor nos asignó la tarea de investigar sobre la historia local y presentar nuestros hallazgos al día siguiente. Nos sentamos en un rincón de la sala, compartiendo libros y notas.

-¿Por qué siempre me metes en estas situaciones, Louis? Sabes que no me gusta la gente que no conozco- susurró Ayesha, pasando una mano por su cabello oscuro. -¿aunque es bastante guapo no lo voy a negar- reí con esto ultimo

Me encogí de hombros, tratando de parecer despreocupado. -Es un amigo. Y no te preocupes, James es increible-

James sonrió, tratando de aliviar la tensión.


...............................................................

Al salir del colegio, el sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo con tonos anaranjados y rosados. Caminamos juntos hacia la parada del autobús, hablando sobre nuestras ideas para el proyecto. James tenía una habilidad especial para encontrar detalles interesantes en los libros de historia, y Ayesha, con su mente analítica, sabía cómo organizar la información de manera efectiva. Yo, por mi parte, me encargaba de mantener el ánimo alto y asegurarme de que todos estuviéramos en la misma página.

Cuando llegamos a la parada del autobús, nos sentamos en el banco, esperando. Ayesha sacó un cuaderno y comenzó a anotar algunas ideas. Nos despedimos de Ayesha y tomamos asientos en la parte trasera. Continuamos discutiendo nuestro proyecto durante el viaje, cada uno aportando sus ideas y perspectivas. No sabiamos como integrariamos a los otros dos chicos pero Ayesha dijo que se encargaria de aquella tarea.

Cuando finalmente llegamos a nuestras paradas, nos despedimos y prometimos reunirnos temprano al día siguiente para continuar trabajando. Mientras caminaba hacia mi casa, no pude evitar sonreír. Esa noche, mientras me preparaba para dormir, reflexioné sobre el día. Había sido largo, pero también había sido increíblemente gratificante. James había encontrado un nuevo amigo en Ayesha, aquello me hacía muy feliz. Con una sonrisa en los labios, me quedé dormido.

Solo Un Poco De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora