C#13: Frenesí incontrolable

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Abro los ojos, estoy completamente desnudo, lo único que cubre mi escultural cuerpo son mis bóxers, y ¡Si! ¡Tengo buena autoestima! Pero es que hay un calor del maldito infierno, es domingo y estoy tirado en la cama, sin saber que hacer con mi puta vida.

—Tío, nono—No quiero ni moverme debido a todo el fucking calor. En cambio, solo suelto un quejido mostrando que aun sigo con vida.— Vinieron a verte.

—¿Quién es?—No quiero ni mover un jodido músculo, y la estúpida gente quiere verme.

—Jacob, dice que quiere hablar contigo, y que es urgente—Realmente es tierna la admiración que tiene el niño por ese idiota.

—Dile que no estoy.

—Muy tarde—Entorné los ojos al ver al idiota entrar en mi habitación.—Creo que llegue en buen momento—Suelta una risita juguetona al verme en bóxers, rápidamente me cubro con las sábanas—¿Se acabo la función?

—¿Qué quieres? Maldito pervertido—Expongo obstinado.

—Mike—El niño lo mira con admiración, si mal no lo pienso, diría que al peque le gusta el idiota, solo de pensarlo me causa gracia, es tan tierno—¿Podrías darnos un momento a solas?—El niño asiente y se va, veo como Jacob cierra y le pasa el seguro a la puerta, se nota un poco nervioso.

—No intentes hacer algo de lo que después te puedes arrepentir—. Musito, al parecer Jacob no quiere darme la cara, porque aun sigue mirando la puerta, está admirándola, sonrió por mis estúpidos pensamientos.

—¿Entraste al estanque?—Ese tono ronco en su voz me mata, aun que me cueste admitirlo.

—¿De que hablas?—Contesto tomando asiento en la cama.

—No te hagas el desentendido—Volteó a verme, su rostro expresaba angustia—Dime la verdad, ¿Cómo le hiciste para conseguir la entrada por tierra?. ¡Dilo!

Definitivamente éste idiota se volvió más loco de lo que ya era—Primero que nada tú no me grites, segundo, ¿de qué demonios estás hablando?

—¿No sabes de lo que estoy hablando?—Joder, y de nuevo con esa maldita voz ronca.

—No, y ahora...—Enrollo las sábanas en mi cuerpo—No saldrás de aquí hasta que me cuentes de que demonios hablas—Sentencio caminando hasta él.

[...]

Sonrio ladino al ver como tengo al idiota. Ahora se que no podra escapar—. Anda, confiesa de una vez.—Lo empujo sobre la cama, me trepo a gatas sobre él, puedo notar como su rostro se enrojece—Llamare a los federales si no me dices nada—Me acerco lentamente hasta su rostro—. Confiesa—Susurro sobre sus labios, me estoy tentando a besarlo, pero es algo riesgoso, aunque también quiero volver a experimentar esa sensación que siento cuando nuestros labios se unen.

—Siento que estás manipulando me—Dice jadeante, sonrio malicioso.

—¿Que te hace pensar eso?—Muerdo mi labio inferior, le dedico una mirada cargada de lujuria.

—¿Estás intentando asesinarme?—Empiezo a mover mi trasero sobre su notable erección.

—Dime...—Uno nuestros labios de forma apasionada, su lengua lucha contra la mia, le dejo que me gane, y ahí están esos sentimientos que nunca antes había experimentado, ese raro escalofrío que recorre todo mi cuerpo con tan solo un roce de sus manos, las cuales se divierten acariciando mi espalda baja.

Muerdo su labio superior dandole más intensidad al beso, algo crece entre mis piernas, y no puedo negarlo, estoy bastante excitado. Nuestros labios son como una especie de frenesí incontrolable. Llevo mi manos hasta su nuca acariciando su cabello, mis pulmones arden por la falta de aire, siento mis labios adormecidos y mi rostro no puede estar más rojo que como lo está ahora.

Nos separamos por la falta de aire, deje que mi frente descansara sobre la suya, relami mis labios, volvio a besarme, esta vez fue solo un pico.—Te diré...—Sonrio victorioso.

||Rhen||

Nuestro reflejo en el mar.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora