Escucho al profesor de Biología hablar y hablar, creo que dice algo sobre agua potable y sustancias esenciales, no estoy metido en la clase de lleno. Quizás suena arrogante, pero estos días he escuchado clases que no aportan nada a mi inteligencia, siento que los profesores son una vieja grabadora que repite la misma canción mil veces. Es un fastidio.
—Ey, Noren, ¿cómo estás? —No tengo que mirar en su dirección para saber qué se trata de Maya—. Hola, tierra llamando a Noren.
Cierro los ojos y giro dándole una mirada aburrida. Ella sonríe viéndose más bonita de lo que es, es el efecto que su sonrisa le da a sus ojos y rostro. Por un instante parece irreal, aunque para el mundo es así, después de todo entre humanos no existen las sirenas.
—¿Me escuchas? —pregunta, mirándome fijamente.
—Te escucho.
—Entonces por qué no respondes.
—Simple, no quise hacerlo. —Encojo un hombro y desvío mis ojos nuevamente al profesor.
—En serio que en ocasiones eres un…
Su frase queda incompleta cuando me levanto al instante de escuchar el timbre que indica liberación y cambio de hora.
Clase de deportes es lo que me toca soportar ahora. No me simpatiza nada, sobretodo porque debemos tener un juego con los de último año, apenas Excel nos dio la Oh grandiosa noticia, sentí algo extraño, como un mal presentimiento, y ahora que estoy en la cancha y lo veo a la distancia, me digo que yo antes que humano debería ser un brujo psiquico.
—¡Hoy aprenderán a jugar fútbol Americano! —expresa Excel muy animado, hago una mueca—. No iremos a la práctica de lleno, por lo que les asignaré a un jugador para que les enseñe las reglas. Pero no crean que estarán solo escuchando, también seguirán una rutina de ejercicios físicos que sus compañeros les darán personalmente.
Y es así como todos comienzan a ser nombrados. Mis compañeros se mueven y se acomodan junto al jugador asignado.
—Noren, te toca con Jacob. —dice Excel mirando un cuaderno, por eso no nota mis ojos asesinos sobre él.
—Muévete, niño. —ordena el de ojos negros con molestia.
Camino hasta él, quedo solo a centímetros de su cuerpo, los chicos del equipo no llevan sus uniformes, por lo que es obvio esta clase solo es de “teoría”.
—A mí no me ordenas, idiota. —declaro con fastidio.
—Jacob, ese es mi hermoso nombre, ahora mueve el culo y sígueme o haré que no apruebes esta clase. —No me permite responder, gira y solo veo su espalda moviéndose hasta un lugar alejado de los demás.
Puedo notar a mis compañeros y los jugadores de fútbol americano en diferentes espacios, todos han comenzado a aprender.
No entiendo por qué tengo que aprender algo que no me gusta. Es ridículo.
Mis pasos me llevan hasta Jacob, él tiene esa mirada cargada de indiferencia y frialdad que me atrae al igual que me molesta. Al parecer tengo contradicciones sexys con este idiota.
—Los primero que debes saber sobre este deporte…
Él habla, yo no escucho nada más que el tono de su voz masculina, es como si su tono dispara las palabras, sus significados, y dejara solo una melodía candente y sensual.
Me quejo por lo alto cuando un golpe de sus dedos da de lleno en mi frente, no dudo en llevar mi mano a mi zona afectada.
—¿Qué mierda te pasa? —gruño la pregunta dándome una mala mirada—. Ahora me quedará rojo, imbécil.
—Presta atención o te daré un puñetazo y lo único rojo que vas a ver será tu maldita sangre. —Casi doy un salto hacia atrás ante su voz molestia y expresión fastidiada—. Ahora al suelo, haz cien abdominales.
—¿Ah? —Lo miro incrédulo—. Ni loco, es demasiado, terminare muerto al final del día, así que no, paso.
—Contaré hasta tres, y si no te veo haciendo lo que te pedí, te vas a arrepentir. —Sonríe con malicia como sabiendo algo que yo no—. Uno—No me muevo—, dos…
Sonrío y me cruzo de brazos esperando el tres, pero nunca llega, lo que si llega es él como un maldito toro bravo que no duda en embestirme y dejarme pegado al suelo.
Creo que se me fue la maldita respiración. Abro la boca y tomo una fuerte respiración.
—Y es así como se teclea en el fútbol americano. —dice sentándose sobre mi abdomen, no paso por alto su sonrisa maligna, ni su cuerpo sobre el mío—. El que advierte no engaña, Noren. —Eso último lo susurra muy cerca de mis labios, juro que creo que me va a besar, pero solo mira mis labios y se aleja.
—Te odio. —murmuro, adolorido—. Sal de encima, maldita bestia.
Él sonríe de costado y se levanta, ni siquiera me ayuda, solo se sacude sus prendas y yo me levanto como puedo, ese golpe desparramo todos los órganos de mi anatomía.
—Bien, ¿listo para las sentadillas?
Le doy una mirada de muerte, pero no me atrevo a negarme, ni loco volveré a recibir un tacleo.
||Rhen||
ESTÁS LEYENDO
Nuestro reflejo en el mar.©
FantasíaÉsta es la historia de dos corazones de diferentes mundos que terminaran unidos por el amor antiguo de una leyenda que ni el mar ni la tierra pudieron olvidar. ✅LGBT +18. ✅100% Mfory. ✅Hermosa Portada por mi querida UmbraBlack.