Nuestro reflejo en el mar.©

C#26: Malditos Sentimientos

Veo las estrellas, el sonido del viento me relaja hasta el punto de sentirme drogado por la misma naturaleza... ¿No es hermoso estar totalmente solo?

Han pasado semanas desde que Jacob me pidió matrimonio, y desde entonces decidí huir, no estoy listo para el matrimonio, todo esto es demasiado para mí, camino por el muelle es impresionante lo lejos que puedo llegar nadando. He tenido casi una semana rondando por las costas de Tailandia.

El viento choca contra mi anatomía, es impresionante lo rápido que pasa el tiempo. El aroma a mar es inevitable y mis ganas de nadar no se comparar con ninguna otra cosa. Sin pensarlo dos veces salte al agua, creo que es hora de volver...

[...]

Salí a respirar una vez estuve toda la noche nadando a toda velocidad, son alrededor de las ocho de la mañana lo que primero llega a mi campo de visión es una embarcación, los pescadores deben estar cumpliendo con su labor.

—Rápido.— Pude oír. Algo dentro de mi estómago se removió, es extraño ésta sensación. Me sumerjo nade hasta acercarme más a la embarcación, con suerte las sirenas de la tribu tailandesa me enseñaron varias de sus habilidades. Con un simple movimiento de mano me volví completamente invisible.

—¿Qué es eso?— Las voces de lo tripulantes no paraban y entiendo el porque, hay una pequeña sirena atrapada en su red, es una cría, de seguro se escabulló en busca de diversión, las crías de ninfas (Sirenas) son extremadamente juguetonas.

Me acerco a ella como pude trate de ayudarla, pero me temo que la red es más fuerte que mi manos. Salgo de nuevo a la superficie, con mis nuevos poderes creer una tormenta que por lo menos alterará a los pescadores, alce mi mano en dirección a la gran nube gris que yacía sobre los pescadores. Los relámpagos eran una gran sinfonía para mis oídos, de nuevo apunto a la nueve, ahora lo hago al motor de la red, sonreí de felicidad cuando el motor se encendió en llamas causa de un poderoso rayo que lancé.

Nade rápidamente hasta la pequeña, intenté de nuevo liberar la pero la red sigue siendo persistente, nade de nuevo al barco, me acerque lo suficiente como para tomar un cuchillo de la borda, con eso liberé a la pequeña.

Ambos nadamos lo más lejos posible...

—G-Gracias— La pobre tartamudo una vez salimos a la superficie por un poco de aire.

— No hay de que, ahora ve lo más rápido que puedas con tu manada—Le dije para por con siguiente desaparecer bajo las azules aguas. Miro a mi alrededor. La Costa dorada de Australia me espera, es hora de volver a casa... De nuevo.

[...]

Llegó a mi casa, camino en dirección a mi habitación, todos aquí me ven pero no quiero hablar con nadie, no por lo menos hasta que lo vea a él.

—Te extraño tanto—Oí un sollozo me tuve frente a la puerta de mi habitación—¿Dónde estás amor mío?

—A-Aqui— ¡Malditos sentimientos!—Jacob se paralizó totalmente al oírme hablar. Corrí hasta él. Salte sobre él, salte a su brazos, esos que tanto me dan seguridad, besé sus dulces labios resecos de tanto llorar, sentí el rico calor de su cuerpo ese rico y placentero calorcito.

—¡Mi amor!—. Dijo entre lagrimas—¿Dónde estabas?.

—Eso ya no importa—Fundí nuestros labios en un gran y apacionado beso... ¡Joder que rico besa!