Omnisciente:
—Gracias por ayudarme.
—Da igual, solo déjalo.
—Sigues aquí y eso es por algo ¿No?
—Sí, te amo y te estás aprovechando de eso ¿Te das cuenta?
—Tú también te das cuenta y sigues aquí.
—No es buena opción decirme eso sabiendo que ahora tengo ventaja contra tí.
—Nunca me harías daño ______, lo sé.
—Y tú a mí sí, también se eso.
—Solo cállate un segundo — pidió sonriendole.
—Eres un idiota.
Ambos llegaron a la casa de Raúl.
—¿Entras?
—No, tengo cosas que hacer, te veo luego.
—Bien, gracias de nuevo por traerme.
—Bien, adiós.
Raúl miraba como la chica se alejaba, el realmente no imaginaba hasta donde podía llegar su amiga por él.
Y si en algún momento se lo preguntara ella solo respondería "me da miedo saber"
Ella caminaba hacia su casa y en su camino se cruzó con Sofia quien la miró, ambas se miraron sin decir nada.
—Seguirás siendo su perro faldero hasta que te hunda ¿cierto? — preguntó la ojiazul mirándola.
—Si lo pensamos no somos tan diferentes.
—Yo no soy como tú.
—Y tampoco mejor, déjame en paz — pidió empezando a alejarse.
—Aunque siempre estés ahí nunca te elije, solo te lo recuerdo — exclamó Sofia mirando como ella se alejaba.
Le dolió lo reales que eran esas palabras y más le dolía que Sofia justamente se dirigía a casa de Raúl.
Podía arreglarse, podía salvar a Raúl, podía confiar o defenderlo y aún así él seguiría escogiendo a Sofia pero ella trataba de ignorar todo eso por completo porque le dolía.
Le dolía que mientras ella no dudaría en dar la vida por Raúl el le diera mierda.
Todo lo que conformaba o rodeaba a Raúl le dolía.
Siguió caminando tratando de que ese nudo en la garganta desapareciera, se sentía asfixiada, se sentía triste.
...
Raúl
¿Puedo ir a tú casa?
_______
Vete a la mierda.
...
Pablo y ______ irónicamente se habían encontrado en una cafetería y ahora hablaban frente a frente, porque _____ necesitaba hablar con alguien y Álex no se encontraba disponible.
—Raúl es un pendejo, todos lo saben y eres la única que se ciega.
—No estoy negando que es un pendejo, simplemente me pone triste.
—Dejalo, sal con otro pendejo. Hay muchos hackers sin padres en el mundo.
—Gracias por tus consejos Pablo — dijo irónicamente mientras tomaba de su café mirando a la nada.