Omnisciente:
Ambos solos en el departamento de la chica sin nada que pensar o hacer.
—¿Hace cuánto te gusta Raúl? Digo para que lo sufras tanto a de ser un chingo — preguntó Pablo mientras la miraba.
—Años, demasiados — respondió tomando un sorbo de su cerveza.
—¿Nunca anduvieron?
—Nunca.
—¿Se han besado?
—Sí.
—Que cagado igual ¿Por qué andar detrás de alguien que no te corresponde? — preguntó sin entender.
—No lo sé, es diferente, es mi amigo y yo soy muy estúpida para muchas cosas. No lo sé.
—¿Nunca te ha gustado alguien más?
—Sí pero al final siempre es él y ésto suena demasiado cursi ¿Por qué estamos hablando de ésto?
—Me dió curiosidad.
Ambos se quedaron en silencio.
—Vamos a la fiesta de Rosita — propuso Pablo levantándose del sillón.
—No.
—Anda.
—¿Qué quieres hacer? ¿Hablar con María o madrearte a Raúl? — cuestionó mirándolo con una sonrisa burlona.
—Sí puedo hacer ambas cosas mejor — respondió con una sonrisa.
—Definitivamente no iré.
—Anda.
—No.
—Anda.
—No.
—Anda.
—No.
...
Ambos terminaron llegando a casa de Rosita y su primera vista fue de María junto con Claudia.
—María ¿Podemos hablar? — preguntó Pablo mirando a la chica.
—Pablo ya vete.
—A solas.
—¿Por qué no mejor te vas?
—A ver ¿A tí quien chingados te invitó?
—Yo Pablo — respondió María mirándolo — ¿Cuál es el problema?
—Ya vete.
—Ya, diviértanse.
Y se alejó de ambas volviendo con ______ para después desviar la mirada hacia Raúl quien recién había llegado.
—Chavos — llamo Raúl — unos pomos wey.
—En la cocina bebé, pásale — dijo Rosita con una sonrisa.
Raúl se servía un trago y Pablo se acercó a él.
—No sé si tienes un chingo de problemas o estás muy pendejo — comentó mirándolo.
—Y tú no te cansas.
—No y apenas estoy empezando, pinche pasadito de verga ¿Crees que se me olvida? — preguntó tomándolo de la chaqueta y aventandolo.
Para después ser separados por el hermano de Rosita.
—Ya basta pendejo, en mi casa no te vas a pelear ya te lo dije — volteó hacia Raúl — y tú ya deja de armarla de pedo — volteó de nuevo con Pablo — ¿Ya? ¿Acabaste?
