DESPUÉS DE ÉL | Jack R.

05

– Hola. – saludamos Jen y yo al entrar al departamento de Ross.

– Buenos días. – nos saludó Naya junto a Will.

– ¿Dónde está Ross? – pregunté mirando a los lados.

– Debe estar dormido. – contestó Will.

– ¿Puedo despertarlo? – preguntó Naya con una sonrisa maliciosa en su rostro.

Sin esperar ninguna respuesta se dirigió a su habitación y abrió la puerta despertando a Ross.

Ross suspiró y pasó ambas manos por su cara.

Se levantó se puso algo de ropa y se fue al refrigerador.

– ¿Hay algo de desayunar? – cuestionó Naya.

– Si, cerveza y pizza. – contestó Ross agarrando una cerveza.

– Ve a comprar. – obligó Naya.

– ¿Qué por qué yo? – preguntó Ross con una mueca de fastidio.

– Por qué yo lo digo.

– Po qué no va Sue.

– Por qué yo tengo mi helado. – contestó abriendo el refrigerador y agarrando el helado.

De nuevo suspiró y salió del departamento con fastidio.

Son sentamos todos en los sofás y veíamos la pantalla comiendo algo de pizza.

– Jen. ¿Era tu teléfono el qué sonó anoche? – le preguntó Naya. – No te quise despertar por qué parecías cansada.

Jen encendió el celular.

Manuel.

– Oh mierda. Es mi novio. – contestó asustada. – ¿Puedo ir al baño a contestar?

– Solo hay cobertura en este lugar de la casa. – informó Naya haciendo una mueca.

Yo sólo miraba a mi hermana, no dudaría en meterme en la conversación si se pasaba con ella.

Llamó y al segundo pitido contestó.

— Mira quién sigue viva — dijo, enfadado

– No lo escuché sonar.

— No sabía que tu habitación fuera tan grande como para no oír un móvil que está al lado de tu cabeza, Jennifer.

Jen se quedó callada mirando al suelo. Me levanté y agarré el móvil.

– Hola cuñadito preferido. – contesté con sarcasmo.

– Pásame a tu hermana, no quiero hablar contigo.

– Ups. Lo siento pero mi hermana no te puede responder en este momento. – ni de coña dejaría qué le hablará mal a mi hermana.