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Me encontraba junto a Ross en el supermercado

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Me encontraba junto a Ross en el supermercado. Sí es raro lo obligué a venir. Necesitamos cosas cómo siempre.

– Lechuga, tomates... – enumeré mientras observaba el carro.

– Chili. – sonrió victorioso.

– Sí también. Creo que ya está todo. – confirme.

– Al fin. Me estaba cansando de dar vueltas. – suspiró y rodé los ojos.

Pagamos toda la comida y nos dirigimos al piso. Subimos al ascensor. Ross se adelantó y subió deprisa para llevar mas bolsas. A mí sólo me dejó la bolsa del chili.

Al abrir el ascensor pude ver a una señora mayor en el. La saludé con la cabeza.

– ¿Eres nueva aquí? – me preguntó mirándome.

– Si. Me acabo de mudar junto a mi hermana al tercer piso. – contesté amablemente.

– Oh, a ese piso dónde viven los chicos. – asentí.

– ¿Tu eres nuestra vecina del frente? – pregunté. Ella asintió sonriendo y volvió su mirada hacía delante.

– Ese chico con el qué estabas... – tocó su barbilla pensativa.

– ¿Ross? – cuestioné confusa. Asintió.

– Aja. ¿Es tu novio? – abrí los ojos cómo platos. Vaya con esa sinceridad señora.

– No, no. Sólo un amigo. – contesté con una sonrisa nerviosa en mi rostro. Vale por qué me puse nerviosa.

– Parece buen chico. –confirmó.

– Sí lo es.

– Y muy guapo eh. – me sonrió divertida.

– No te lo podría negar. – contesté mordiendo mi labio con nervios.

– Sabés, a mi edad me hubiera gustado vivir con mi marido. Para pasar más tiempo juntos. – recordó nostálgica.

– Pero el no es nada mío señora. – respondí.

– Nada de señora. Soy Agnes. – asentí.

– Claro perdón. – me miró y me detalló lentamente.

– Eres una chica muy guapa... – se cortó. Recordé qué no sabía mi nombre.

– June.

– June. Bonito nombre. – le sonreí. Al mismo tiempo el ascensor se abrió y apareció Ross.

– Estabas tardando demasiado creía qué te habías caído por las escaleras. – entrecerre los ojos y rodé los ojos negando.

– Hola cariño. – le saludó la mujer.

– Hola abuela. – le contestó Ross con una sonrisa.

Cómo qué abuela.

Estoy agarrando señal.

DESPUÉS DE ÉL | Jack R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora