19

1.5K 200 24
                                    

¿Recordáis las primeras peleas qué Jack y yo teníamos antes en las qué el desaparecía y volvía a aparecer tiempo después? Lo volvió a hacer.

Por una parte entiendo todo, se que debí contarle todo desde un principio pero, no pude. Le prometí qué nunca guardaría ningún secreto, y no lo cumplí. Nunca cumplo las promesas. Soy un desastre.

Liam accedió a acompañarme a uno de los bares cercanos para tomar algo y hablar después de tanto tiempo.

– Pareces una persona más madura ahora. – bromeó Liam bebiendo de su vaso. Sonreí cómo pude negué.

– Siempre lo fui. Me onfendes Liam. – fingí tristeza y él rió de nuevo.

– No bueno... – murmuró y recordé el día en el que rompí su nariz. No recuerdo el porqué lo hice, pero seguro fue por algo qué realmente valía la pena. – Oye June. No te preocupes por Ross, volverá. No se enfadara por esto.

– ¿Creés qué mamá no sepa de la existencia de Eros? – pregunté, no podía sacarme aquello de la cabeza. Eros había aparecido tan misteriosamente.

– Puede ser... – me contestó. – Pero aún así, si es o no tu hermano no importa. Lo quieres igual.

– Lo amo. – contesté con una pequeña sonrisa qué salió inconscientemente al recordarlo. Tan pequeño y tan grande el espacio en mi corazón por él.

Miré el reloj de mi brazo y me di cuenta de que era algo tarde y debería volver a casa. Pero no sola, con Ross.

– Voy a llamar a Ross. – le informé a Liam, asintió y saqué el celular de mi bolsillo para marcar el número de teléfono.

Lo más raro fue que lo atendió.

– ¿Jack? ¿Hola? – pregunté al no escuchar su voz, pero si algo más que eso.

– June... – suspiré al escucharlo, al menos sabía qué tenía su celular y no lo había perdido. Pero algo llamó mi atención, su voz era más lenta de lo normal, y tenía dificultad con pronunciar mi nombre.

– ¿Dónde estás? Me tienes preocupada... – añadí.

– Estoy bien June. Estoy perfecto. – pareciera como si se burlara de mí, pero sabía que no lo hacía. En cambio, estaba borracho.

– ¿Has bebido? – pregunté y no respondió. – Jack dónde estás. Y espero recibir respuesta, de lo contrario me enfadaré te lo prometo.

– Ehhh, no se. – contestó para después colgar. ¿Es una broma? Y ahora cómo puedo hacer para saber dónde está.

– ¿Todo bien? – preguntó Liam poniéndose a mi lado. Lo miré y negué.

– ¿Sabes de algún bar conocido aquí? – pregunté, y él me miró confuso pero respondió a mi pregunta.

– Sí, hay uno cerca de aquí, ¿porqué lo preguntas?

– ¿Puedes llevarme?

– Claaro... – contestó confuso y ambos salimos del lugar lara dirigirnos a aquél bar y encontrar a Jack.

...

Vale, entiendo por qué es un bar famoso aquí, había muchísima gente. No tengo vista de lince, pero puedo distinguir a una persona entre otras fácilmente. Y ahí estaba, nuestro querido Jack.

Suspiré y me adentré hacía allí, pero un hombre fuerte me paró.

– No puedes pasar. – ordenó, y lo miré incrédula.

DESPUÉS DE ÉL | Jack R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora