«no eres su tipo»

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POV PIPER




Allie se mantiene fiel a su palabra. Llevamos veinte minutos en la fiesta yaún no se ha separado de mi lado, y eso que su novio le ha estadosuplicando que baile con él desde el momento en el que llegamos.Me siento como una idiota. 

—Bueno, esto es ridículo. Vete ya a bailar con Sean. —Tengo que gritarpara hacerme oír por encima de la música, que, sorprendentemente, esbastante decente. Esperaba ritmos electrónicos cutres o temas vulgares dehip-hop, pero el que está a cargo del equipo de música parece tener afinidadpor el rock indie y el punk británico. 

—Nooo, está bien —grita Allie—. Me quedo aquí tranquilamentecontigo.Claro, porque quedarse aquí contra la pared espiando a la gente como unafriki extraña, viendo cómo me agarro a la botella de Evian que he traído dela residencia de estudiantes, es mucho más divertido que pasar el rato consu novio.El salón está hasta arriba de gente. Montones de chicas y chicos de lasdistintas hermandades. Pero esta noche hay mucha más variedad de la quese suele encontrar en una de estas fiestas. Veo a varios estudiantes de artesescénicas junto a la mesa de billar. Algunas chicas del equipo de hockeysobre hierba charlando junto a la chimenea. Un grupo de chicos, que casiseguro son de primero, de pie junto a la barra. Todos los muebles estáncontra las paredes de friso de madera creando una pista de baileimprovisada en el centro de la habitación. Allá donde miro, veo a gentebailando, riendo y hablando de cosas sin importancia.Y la pobre Allie está pegada a mí como si fuésemos velcro, incapaz dedisfrutar ni un segundo de la fiesta a la que ELLA quería ir. 

—Vete —le ordeno—. En serio. No has visto a Sean desde queempezaron los parciales. Te mereces pasar un poco de tiempo de calidadcon tu chico.Allie duda.—Estaré bien. Katie y Shawn a están ahí mismo, voy a ir a charlar conellas un rato. 

—¿Estás segura?—Por supuesto. He venido aquí para socializar, ¿recuerdas? —Sonriendo, le doy un pequeño cachete en el culo—. ¡Fuera de aquí, nena!Me devuelve la sonrisa y comienza a alejarse, después sostiene su iPhoney lo mueve en el aire. 

—Mándame un SOS si me necesitas —dice en voz alta—. ¡Y no te vayassin avisar!La música ahoga mi respuesta, pero Allie comprueba cómo asiento antesde que ella se apresure hacia el centro de la sala. Veo su cabeza rubiazigzagueando entre el gentío hasta que llega junto a Sean, quien se muestrafeliz y la arrastra hacia la multitud de bailarines.¿Lo ves? Yo también puedo ser una buena amiga.Solo que ahora estoy sola y las dos chicas a las que había planeadopegarme como una lapa están charlando con dos chicos muy guapos. Noquiero interrumpir el máster en ligoteo, así que busco entre la gente aalguna persona que pueda conocer —incluso Cass sería un regalo para lavista en este momento—, pero no descubro ninguna cara familiar. Ahogo unsuspiro y me atrinchero en mi pequeño rincón para pasar unos minutosobservando a la gente.Cuando varios chicos miran en mi dirección con un interés descarado, memaldigo a mí misma por permitir que Allie eligiera mi modelito para lanoche. Mi vestido no es indecente ni mucho menos, es solo un vestidoverde de tubo hasta la rodilla con un escote modesto, pero marca mis curvasmás de lo que me permite sentirme cómoda, y los tacones negros que heelegido a juego hacen que mis piernas parezcan mucho más largas de lo querealmente son. No dije nada del conjunto porque quería llamar la atenciónde Stella, pero al desear hacerme visible en su radar, no pensé en todos losotros radares en los que yo podría aparecer. Tanta atención me estáponiendo nerviosa. 

—Hola.Vuelvo la cabeza cuando un chico guapo con el pelo castaño ondulado yunos ojos de color azul claro se acerca sigiloso hacia mí. Lleva un polo ysostiene un vaso de plástico rojo en la mano. Me sonríe como si ya nosconociésemos. 

PROHIBIDO ENAMORARSE - VAUSEMAN -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora