No voy a cantar para ti

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Allie me llama la noche siguiente cuando salgo echa una furia del edificio de Música echando humo tras un nuevo y desastroso ensayo con Cass.

—¡Oye! —me dice cuando escucha mi cortante tono de voz—. ¿Quécoño te pasa?

—Cassidy Donovan —le contesto airadamente—. El ensayo ha sido una absoluta pesadilla.

—¿Ha vuelto a intentar robarte las buenas melodías?

—Todavía peor. —Estoy demasiado cabreada como para hacer un resumen de lo que ha pasado, así que ni lo intento—. Quiero matarlo mientras duerme, Allie. No, quiero matarlo cuando esté despierto para que pueda ver la felicidad en mi rostro mientras lo hago.Su risa me hace cosquillas en la oreja.

—Jo. Te ha cabreado bien, ¿eh? ¿Quieres desahogarte durante una cena?

—No puedo. Tengo que ver a Vause esta noche. —Otro encuentro que no me apetece nada tener. Todo lo que quiero hacer ahora es ducharme y ver la tele, pero conociendo a Alex, me perseguirá y pegará voces si me atrevo a cancelar nuestra clase.

—Todavía no puedo creer que cedieras con lo de las clases particulares—dice Allie con asombro—. Debe de ser una chica muy persuasiva.

—Algo así —respondo sin dar más detalles.No le he contado a mi amiga el trato que tengo con Alex, sobre todo porque quiero retrasar la inevitable burla que vendrá cuando se entere de lo desesperada que estoy por conseguir que Stella se fije en mí. Sé que no seré capaz de ocultarle la verdad toda la vida y que sin duda va a hacer preguntas cuando se entere de que voy a ir a una fiesta con Alex. Pero estoy segura de que para entonces se me ocurrirá una buena excusa.Hay algunas cosas que dan demasiada vergüenza admitir, incluso a tu mejor amiga.

—¿Cuánto te paga? —pregunta con curiosidad.Como una imbécil, suelto el primer número que se me viene a la cabeza.—Eh... sesenta.

—¡¿Sesenta dólares la hora?! ¡Santo cielo! Eso es una locura. Más te vale invitarme a cenar un buen solomillo cuando acabéis.¿Una cena con solomillo? Mierda. Eso para mí es como tres turnos en el restaurante. Ves, esto es por lo que la gente no debe mentir nunca. Siempre se vuelve en contra y te muerde en todo el culo.

—Por supuesto —digo con suavidad—. Pero bueno, tengo que irme. No traje el coche de Tracy esta noche y tengo que llamar a un taxi. Nos vemos en un par de horas.El taxi del campus me lleva a casa de Alex y hago una reserva para que me recoja en una hora y media. Alex me dijo que entrara sin llamar cuando viniera, porque nadie oye nunca el timbre con la tele o la música a todo volumen. Sin embargo, ahora la casa está en silencio cuando entro.—¿Vause? —llamo desde la entrada.—Arriba. —Su respuesta llega amortiguada.la encuentro en su habitación, vestida con pantalones de chándal y una camiseta interior de tirantes negra que muestra sus bíceps perfectamente formados Esta mujer debe pasar horas entrenando en un gimnasio. No puedo negar que su cuerpo es... atractivo. Está fuerte, pero no hinchada como una defensa de fútbol. Ella es del tipo de chica fuerte y esbelta. Su camiseta sin mangas deja ver el tatuaje que lleva en la parte superior derecha del brazo.

—Oye. ¿Dónde están tus compañeros de piso?

—Es viernes por la noche, ¿dónde crees que están? De fiesta. —Su tono de nota cierta melancolía. Saca los textos de clase de la mochila que hay en el suelo.

—Y tú prefieres estudiar —comento—. No sé si debería estar impresionada o si debería sentir lástima por ti.

—No salgo de fiesta durante la temporada, Chappy. Ya te lo he dicho.Sí que me lo había dicho, pero lo cierto es que no le había creído. ¿Cómo es que no se va de fiesta TODAS las noches? Es que solo hay que mirarla:está que te mueres de buena y es más popular que Justin Bieber. Bueno, por lo menos antes de que al Bieber se le fuera la cabeza y abandonara a su pobre mono en un país extranjero.Nos instalamos en la cama y acto seguido nos ponemos a trabajar, pero cada vez que Alex usa unos minutos para repasar un tema, mi cabeza viaja de nuevo al ensayo de la tarde. Hiervo de rabia en mi interior y,aunque me da vergüenza admitirlo, mi mal humor se filtra en la clase. Estoy más gruñona de lo que quiero estar y soy mucho más dura de lo necesario cuando Alex malinterpreta los textos.

PROHIBIDO ENAMORARSE - VAUSEMAN -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora