—No puedo creer que esto esté pasando —anuncia Dexi, por millonésima vez, desde el asiento trasero del Jeep de Alex. Junto a Dex, Lorna suspira y dice en alto, también por millonésima vez:
—Qué fuerte ¿verdad? Estamos en el coche de Alex Vause . Una parte de mí se siente tentada a hacer lo que dice Carrie Underwood en su
tema Before He Cheats y grabar mi nombre en sus asientos de cuero.—¡Ni se te ocurra! —le ordeno desde el asiento del conductor.
—Relax, Pipes, no voy a hacerlo. Pero tengo la sensación de que si no dejo mi huella en este coche, nadie se va a creer que he estado en él.
Jo, ni yo misma me puedo creer que estoy aquí. No me chocó cuando Allie abrazó corriendo la oportunidad de ir a Cambridge conmigo; continúa en la búsqueda de detalles sobre Alex; pero me sorprendió que Lorna y
Dex insistiesen en venir. Durante este viaje, me han preguntado por lo menos dos veces cada uno si Alex y yo estamos saliendo. Y aún no hemos llegado a nuestro destino.He respondido con mi respuesta estándar: «a veces pasamos el rato juntas». Pero cada vez es más difícil convencer a los demás, e incluso a mí misma, de eso. Durante el resto del trayecto ponemos música a tope. Dex y yo cantamos
y nuestras armonías son absolutamente increíbles. ¿Por qué no le pedí cantar un dueto conmigo? ¡Joder! Allie y Lorna no pueden afinar ni aunque su vida dependa de ello, pero se unen a nosotros en los estribillos y para
cuando llegamos al parking del estadio de hockey, estamos todos de muy buen humor.
Yo nunca había estado en Harvard antes y me gustaría tener más tiempo para explorar el campus, pero ya llegamos tarde, así que conduzco a mis amigos dentro porque no quiero que perdamos la oportunidad de encontrar asientos libres. Estoy flipando con lo grande y moderno que es el campo y
por la cantidad de personas que hay aquí esta noche. Por suerte, encontramos cuatro asientos vacíos cerca de la zona del equipo de Briar. No nos molestamos en ir a por comida, porque en el coche ya nos hemos puesto
gochos de tortillas de maíz.—Vale, entonces ¿cómo va el juego este otra vez? —pregunta Dex. Sonrío.
—¿Lo dices en serio?
—Sí, en serio. Soy una chica negra de Biloxi, Pipes. ¿Qué coño sabré yo de qué va el hockey?
—Vale, tienes razón.
Mientras Allie y Lorna charlan sobre una de sus clases de interpretación, le hago un rápido resumen a Dex de lo que se puede esperar del partido. Sin embargo, cuando los jugadores llegan al hielo, me doy cuenta de que mi
explicación no le hace justicia. Este es el primer partido de hockey que veo en directo y me sorprende el rugido de la multitud, el estruendo
ensordecedor de la megafonía, la rapidez infinita de los jugadores. La camiseta de Alex es la 44, pero no es necesario mirar el número
para saber qué la jugadora vestido de negro y plata es ella. Está en el centro de la
línea de salida y, un segundo después de que el árbitro deje caer el disco, Alex gana la puesta en juego y le pasa el disco a Danny, quien yo pensaba que era un extremo, pero al parecer es defensa. Estoy demasiado ocupada viendo a Alex como para centrarme en cualquiera de las demás jugadoras. Ella es… fascinante. Ya es alta sin patines, así que los centímetros extra le hacen parecer enorme. Y es tan rápida que me cuesta bastante seguirle con la mirada. Alex vuela por el hielo, persiguiendo el disco que Harvard nos acaba de robar y carga contra
el jugador rival, arrebatándoselo como una campeona. Briar se pone pronto por delante en el marcador gracias al gol de una jugadora al que el locutor llama Jill Berderon; tardo un segundo en darme cuenta de que se refiere a
Birdie, la chica morena y alta que conocí en el Malone’s.El tiempo corre en el marcador, pero justo cuando pienso que Briar va a ganar a Harvard en el primer tiempo, uno de los delanteros del equipo rival lanza un tiro amplio que sobrepasa a Simms y empata el partido. Cuando acaba el primer tiempo y las jugadoras desaparecen en sus respectivos túneles, Dex me toca en las costillas y me dice
ESTÁS LEYENDO
PROHIBIDO ENAMORARSE - VAUSEMAN -
FanfictionPiper va a hacer un trato con una chica mala... y va a ganar más de lo que espera. Piper por fin ha encontrado una chica que la vuelve loca, pero hay un pequeño problema: no tiene ni idea de cómo seducirle. La solución es Alex vause, la deportista p...