PROHIBIDO ENAMORARSE - VAUSEMAN -

¿Qué coño ha sido eso?

POV PIPER

—Hola,  Pipes. — Allie me sorprende en el trabajo esta noche, se sienta en una de mis mesas con una sonrisa radiante. Cuando Sean se sienta junto a ella en el banco corrido, me cuesta reprimir una sonrisa. ¿Están sentados en el mismo lado de la mesa? Uau, deben de estar volviendo a ir en serio, porque solo las parejas que están locamente enamoradas hacen eso.

—¿Qué tal, Piper? —dice Sean mientras estira su brazo sobre los delgados hombros de Allie.

—Hola. —Toda la noche he estado aguantando a clientes pesados, así que estoy super feliz de ver algunas caras amigas—. 

—¿Quieren algo de beber mientras miran la carta?

—Para mí un batido de chocolate, por favor —responde Allie. Sean levanta sus dedos índice y corazón.—Con dos pajitas —añade guiñando un ojo. Me río.

—OH POR DIOS, están tan acaramelados que me están saliendo caries. Pero me hace feliz verlos felices. Para ser miembro de una fraternidad, la verdad es que Sean es bastante Cool y, que yo sepa, nunca le ha puesto los cuernos a Allie. Sus últimas rupturas siempre fueron decisión de ella —pensaba que eran demasiado jóvenes para una relación seria—, y Sean siempre se ha mostrado infinitamente paciente con ella en todo momento. Preparo su batido del amor, se lo llevo a la mesa con una reverencia extravagante.

—Madame, monsieur.

—Gracias, cariño. Ah, escucha —dice Allie mientras Sean estudia el menú—. Algunas de las chicas de nuestra planta van a hacer un maratón de pelis de Ryan Gosling mañana por la noche. Sean gruñe.—¿Otra fiesta Gosling? No sé lo que ven en ese chico. Está escuálido como un palo.—Es muy guapo —corrige Allie antes de mirarme otra vez—. ¿Vienes?

—Depende de la hora.

—Tracy tiene una clase tarde, pero volverá a las nueve. Así que será más o menos a esa hora..

—Mierda. Doy clase a las nueve. La cara de Allie se ensombrece con decepción.

—¿No puedes intentar dar la clase antes? —Sube y baja las cejas como si tratara de seducirme—. Val va a hacer sangría...Tengo que admitir que la idea me tienta. Hace ya tiempo que no quedo con las chicas o consumo alcohol. Yo no bebo en las fiestas —y por una buena razón—, pero no me importa pillar un puntito de vez en cuando.—Llamo a Alex durante mi descanso. A ver si ella está libre antes. Sean mira por encima de la carta, interesado otra vez en la conversación.

—¿Entonces tú y vause ahora son las mejores amigas?

—Naah. Es solo una relación profe-alumna.

—No, no —se burla Allie. Se gira hacia su novio—.

— Son super amigas. Se mensajean y todo.

—Vale. Somos amigas —le digo a regañadientes. Cuando Sean me dirige una sonrisa de complicidad, enseguida le gruño—. Solo amigas. Así que quítate todos esos pensamientos asquerosos de tu cabeza.

—Oh, vamos, sabes que no puedes culparme. Es la capitana sexy del equipo de hockey y se le acaban las chicas antes de lo que se le acaba un rollo de papel higiénico. Sabes perfectamente que todo el mundo va a pensar que eres su nueva conquista.

—Todo el mundo puede pensar lo que quiera. —Me encojo ligeramente de hombros—. Pero no es lo que hay entre nosotras. Sean no parece muy convencido. Algo que atribuyo a que es un chico. Dejo a Allie y Sean y atiendo a mis otros clientes. Cuando llega mi descanso, entro en la sala de personal para llamar a Alex. El tono continuo de la línea suena una eternidad antes de que por fin conteste, su «hola» ronco eclipsado por la música a todo volumen del fondo.