Epilogo

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Ella miraba con nostalgia aquel enorme ventanal por el cual se observaba a los aviones alzar el vuelo. El suyo ya comenzaba a irse, emprendiendo la marcha lentamente. Sus amigos la llamaron para irse pero, en eso, su celular vibro. Lo tomó entre sus manos y se fijó en que era un mensaje de él.

 –Espera por mí–decía aquel mensaje.

–Volveré.

–Te quiero.

Ella sonrió ante aquellos mensajes y miró, otra vez, por aquel ventanal.

–Lo hare–susurró para ella misma, con la esperanza de que el, a lo lejos, pudiera escucharla.

 

 

 

2 años después…

Se abrió el telón, mostrando a aquella fina silueta sentada en un columpio blanco, lleno de flores y enredaderas a su alrededor. La música inicio su reproducción: la suave melodía de secret´s en orquesta de One Republic.  La chica se levantó de su asiento con delicadeza y giró sobre sus preciosas zapatillas color piel que tanto amaba. Con pie firme se detuvo en el centro de la pista, continuando con su baile. Jamás en su vida se había sentido mas viva, aquella canción, aquella melodía inspiraba muchísimas cosas en ella. En medio de la canción un joven irrumpió en su interpretación, entonces sus sonrisa se hizo mas grande. Espero a que el se acercara a ella, la tomara por la cintura y la alzara por encima del suelo. La química se sentía entre ellos como nunca, coordinados a sus movimientos, como si leyeran los pensamientos uno del otro. Una vez quedaron frente a frente ella le sonrió con picardía.

–Odio estas mallas, ¿lo sabes? –Soltó el chico con diversión, a lo que la chica se carcajeo un poco.

–¿Sabes que a Helena le encanta verte en esas mallas? –Mas que una pregunta fue un afirmación de su parte, mientras en el rostro del chico a aparecía una expresión de desconcierto. –Dice que le fascina la forma en la que delinea tus piernas–.

El joven sonrió ampliamente con un toque de picardía, mientras en sus mejillas aparecían dos leves manchas rosadas.

–Cambio de opinión: ahora me encantan–.

La chica soltó una carcajada antes de volver a mostrar su cara en público y continuar con la suave danza que estaban llevando a cabo. Unos cuantos giros mas, unas cuantas levantadas mas y la música llegaba a su fin. El comenzó a alejarse de ella y ella continuo su camino hacia el columpio. Bailó frente a el y con delicadeza tomó asiento en el, volviendo a la posición de inicio. El telón bajo, dejando todo obscuro mientras los aplausos de la gente se escuchaban estruendosamente mas allá del escenario.

–¡Vic! –Grito James desde dentro de uno de los lados laterales del escenario.

La chica se volvió a mirarlo y sonrió con dulzura. Se levantó  para caminar hacia donde el chico estaba. Este, al verla ir hacia el, corrió en su dirección y la atrapó en sus brazos. Ella se sorprendió ante el repentino contacto pero no lo rechazó, en lugar de eso lo aceptó cubriéndolo con sus brazos.

–Bailas bellísimo, ¿lo sabes? –Le susurró el chico al oído. –Aun que creo que eso ya te lo han dicho muchas veces–.

Victoria soltó una carcajada ante el comentario de su amigo. Después ella se separo de el y se dirigió a uno de los lados laterales del escenario donde la esperaban sus amigas. Al verlas se lanzó a sus brazos y juntas se abrazaron.

–Me alegro de que hayan venido–susurro entre medio de ambas.

–Es fue maravilloso, Victoria–la felicito Helena, abrazándola con mas fuerza.

Be my valentine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora