Capitulo 10: Sorpresas

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-Jóvenes me tienen realmente decepcionada-.

La Señorita Jones estaba cruzada de brazos con el ceño fruncido y una notable decepción en su rostro.

-No puede ser que a estas alturas, no sepan hacer un Jeté-comenzó a hacer expresiones con sus manos-Por Dios, muchachos ya están en la compañía-nos regañó.

Todos en la habitación se encontraban con la cabeza abajo, como perritos regañados…Bueno eso era lo que parecían. Nos miraba de manera reprobatoria, como diciendo que éramos un completo y absoluto asco.

-Señorita Durant-.

Me gire en la dirección en la que me llamaban: era la Señorita Jones. Conteste un firme “dígame” para saber en qué me necesitaba.

-¿Podrías mostrarnos?-me pregunto con una sonrisa en el rostro. Asentí fuertemente.

Los murmullos comenzaron en el salón. Cosas como: no podrá hacerlo, no es tan perfecta como creen, es fea, solo porque su madre es famosa le tienen preferencia, ni talento tiene…Azotaron como bombas.

Los ignore completamente y me coloque donde iba.

-Grand Jeté, en quinta posición-.

Puse mis pies de la forma correcta: uno delante del otro, un poco inclinados y que se apreciara mi talón. Levante el rostro, mis manos a mis costados con elegancia y la espalda recta para que se aprecie mejor la postura.

-¿Lista?-hice un leve movimiento de cabeza ante su pregunta-Comienza-.

Avance un paso y di un gran salto en el aire, con mis piernas formado un Split a la perfección. Lo hice una, dos, tres, cuatro veces, así hasta llegar al final del salón. Caí, casi tocando el suelo cubierto con  una alfombra purpura y me erguí en una muy buena postura mientras observaba mi reflejo en el espejo junto con las caras de desagrado de mis compañeros.

-Muchas gracias, Victoria-menciono satisfecha la Señorita Jones dando unos cuantos aplausos para que después la siguiera un coro de estos por todo el salón-¿Vieron jóvenes? Así es como lo deberían estar haciendo, no esos pasos de pingüino a lo que ustedes llaman “Grand Jeté”- les reclamo la profesora antes de mirar a su antiguo reloj de bolsillo- Bien jóvenes, es hora de irnos, nos vemos mañana-.

Y a continuación todos los alumnos salieron del salón después de mi espectacular demostración.

Tome mis cosas lentamente, sin prisa, tranquila para después salir del salón, aun con mi tutu puesto y el leotardo color lila. Me encamine a la puerta y salí del aula sin imaginar que, para sorpresa mía, Ian estaría esperándome fuera de esta, recargado en la pared.

-¿Sabes que es lo divertido?-pregunto mientras caminaba hacia mi con los brazos cruzados y una sonrisa que mostraba sus dientes.

-¿Qué…cosa?-conteste extrañada.

-Que por más que ellos se burlen de ti y crean que no podrás hacer nada, les muestras lo contrario-termino de decir, quedando frente a mí. Alce una ceja incrédula ante su comentario, el soltó una suave risa y observo a su alrededor como si buscara algo. Pero no buscaba algo si no que, estaba revisando a ver si había gente en el pasillo. Me lanzo una de sus típicas miradas y supuse lo que estaba planeando. Intente huir pero me fue imposible. Cuando menos lo pensé, había tomado mi muñeca, me había jalado del brazo para acercarme a él y rodeo con mi brazo su cuello, dejando entrelazadas nuestras manos por el lado derecho de su cuerpo.-Esa es una de las cosas que me gustan de ti-susurro mirando fijamente a los ojos.

Un color rojo vivo creció en mis mejillas e inmediatamente hice todo lo que pude para separarme de el. Su fuerza no me dejaba y, en lugar de disculparse, solo se reía como si fuera la cosa más graciosa del mundo.

Be my valentine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora