Roberto y Juan llevan una relación de un par de años, pero un día Juan se reencuentra con un hermoso amor. El mejor amigo de ellos, Diego Balsa se da cuenta del daño que le hace Juan a Roberto y promete cuidarlo.
"-Y si te busca a las cuatro y veint...
—¡Roberto, Yeiliz! — miramos a Karina —¡Descanso de quince minutos y coman algo! —ambos asentimos.
Yei fue a los lockers y saco los almuerzos de ambos, salimos del local por la puerta trasera para comer algo. No sentamos en la acera.
—Sigue con tu historia— saque mi sándwich de jamón y ella una ensalada, jamás la he visto comer carne por lo que me hace deducir que es vegana.
—Bueno, el chiste es que vivíamos en México y éramos roomies porque nuestros trabajos estaban cerca, teníamos gatos y ambas tatuábamos en el mismo lugar. Empezamos siendo amigas, pero nos empezamos a enamorar... — se llevó su comida su boca, espere unos segundos —Decidimos tener una relación formal así que empezamos una hace un año. Antes del cumpleaños de Diego. Como toda relación, todo era bello al principio, pero los problemas empezaron.
—¿Qué clase de problemas? — ella me miro.
—Peleas— "historia conocida" —Todo empezó después de la fiesta de Diego, me regrese a México y un día nos peleamos tan fuerte que ella se fue de la casa por una semana. La busqué por todos lados y no la encontré. Pasaron más días y llame a sus amigas, ellas me dijeron que estaba con alguien llamada Megan y me dieron la dirección y todo. Hay veces en las que deseo no haber ido a esa casa o incluso haberla conocido a ella.
—Si no quieres decirme, no me digas— las lágrimas de la chica comenzaban a mojar su carita, puse mi mano en su rodilla.
—No le he dicho a nadie, creo que es hora de avanzar. Entre a la casa usando un pasador porque nadie abría y me preocupaba, escuché gemidos y jadeos arriba y cuando abrí— la chica soltó un sollozo, sorbio su nariz y me miro —Me engaño con Megan.
—Yei...
—Me engaño por el tiempo que seguíamos juntas, la terminé en ese instante, pero recordé las veces que me miraba a los ojos y me mintió. Es incomodo, no podía seguir viviendo con ella ni trabajar a su lado así que pedí trabajo en Monterrey. Mis padres me dieron dinero para vivir y así fue como llegue aquí.
—Lo siento— la chica me miro.
—Hay algunas historias que merecen ser contadas y otras que no— le regale una pequeña sonrisa y seguimos comiendo en silencio.
Terminamos todo y nos quedamos sentados en la acera unos minutos más fumando.
—¿Ese es Juan? — la chica miro un punto fijo y mire a ese punto.
—Si, ¿qué hace aquí?
—¿Se iban a ver? — negué vi como salió del local de ropa con miles de bolsas y atrás de él, Abril.
—Oh, carajo— mire a la chica, es la primera vez que la escucho maldecir.
—Empezó a salir con Abril desde hace tiempo, incluso la invito al cine en mi cara. La verdad no me molesta.
—Eso espero, porque si Juan te hace algo. Lo mato— reí ante su comentario, tiramos la colilla del cigarro y entramos al restaurante.
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Karina cerro el restaurante y nos sentó a todos en una mesa.
—Primero, quiero felicitar a todos por esta semana, cada día hay más gente en este pequeño restaurante, así que felicidades— nos entregó unos sobres y a mí me entrego dos. Uno decía "PAGO" y el otro era "AUMENTO."
—Gracias— dijimos todos al unísono, Karina se alejó.
—¡A festejar! — dijo Jessica.
—Si, vamos a un bar— miré a Yei, la verdad esta vez si quería festejar y olvidarme de todas las personas y de todos, abrí mi boca para hablar.
—No, esta vez si vas— miré a Yei y asentí.
—¡Vamos! — todos nos levantamos rápido y salimos del restaurante.
Buscamos un bar por toda la ciudad y entramos en uno que se veía bien, pedimos cervezas.
—¡Me voy a poner astral! — amenace mirando a Yei, ella rio.
Vi como las botellas entraban y salían de la mesa, mi vista se volvía borrosa, pero seguí bailando.
—¡Roberto! — miré a Yei, se puso a mi lado, sentí que agarraron mi brazo muy fuerte, me sacaron del bar y me metieron a una camioneta.
DIEGO
—Nos vemos mañana, chat. Recuerden que vamos a jugar Fall Guys con Ded y Nept, los quiero. Adiós— apague el directo, tome mi celular. No había señales de Roberto. Solo sé que salió a su trabajo.
Entre a mi Instagram y vi las historias de Juan con Abril.
—Puto— susurre para mí.
—¡Diego! ¡A cenar, cabrón! — baje las escaleras y mire a Grady, todos nos sentamos en la mesa.
—¿Pizza? — los mire.
—A la otra cocinas tú, hijo de perra— mire a Grady.
—Chinga a tu madre— tomé una rebanada y la puse en mi plato, justo di una mordida cuando mi celular empezó a vibrar.
—¿Quién es? — miré a Ilan y me encogí de hombros, no sabía. Mire la pantalla.
Betito corazón.
Contesté lo más rápido que pude, escuchaba música de fondo ¿dónde está?
—Bueno, ¿Beto?
No.
—¿Quién eres?
Soy amiga de Roberto, soy Yei.
—¿Dónde está?
Estamos en un bar, pero Roberto esta pedo.
—¿Todo bien?
Te tiene en marcado rápido.
—¿Como tienes su teléfono? ¿Qué está pasando?
¿Puedes venir por el?, te mando la dirección.
—Si, voy para haya— colgué, tome mis llaves, una manzana y mi chamarra.
—¿A dónde vas? — mi celular sonó, me había mandado la dirección.
—Por Roberto— salí de la casa, arranque mi camioneta, no tarde ni diez minutos cuando llegue, baje de la camioneta y tire el corazón de la manzana en el bote más cercano.
—¿Tu eres Diego? — su voz, era Yei.
—Si, ¿dónde está? — apunto al bar.
—Trate de sacarlo, pero es un terco— no le conteste y entre al bar, mire a Roberto bailando.
—¡Roberto! — ella se puso a su lado, lo tome del brazo con fuerza y creo que me excedí, lo subí a la camioneta.
—Gracias por llamarme— la chica me miro —¿Trabajan mañana?