Roberto y Juan llevan una relación de un par de años, pero un día Juan se reencuentra con un hermoso amor. El mejor amigo de ellos, Diego Balsa se da cuenta del daño que le hace Juan a Roberto y promete cuidarlo.
"-Y si te busca a las cuatro y veint...
Había esperado mucho por este día, después de varias semanas de estar viviendo en el departamento de Roberto y en mi casa había llegado el día de su cumpleaños.
Me levante de forma cuidadosa sin despertar a Roberto, me puse un short y mi playera y baje las escaleras.
—Buenos días— todos me miraron.
—¿Ya se lo dijiste? — mire a Ilan.
—Sigue dormido, anoche fue loquísimo, nos olvidamos de Molly y tuvimos que regresar y luego venirnos para acá porque él quería dormir aquí.
—Qué raro es— mir a Vane y asentí, abrí el refrigerador y saque el pastel de chocolate.
—¿Quién hizo eso? — encima del pastel estaba decorado de "31 minutos", el programa favorito de mi novio, tome unas velas y se las coloque al pastel.
—Yei dio la idea— miré a Grady, les hice una seña para que todos subiéramos a la habitación.
—¡Feliz cumpleaños a ti! — Roberto se removió y se giró para vernos —¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido Beto, feliz cumpleaños a ti! — el soplo las velas.
—Gracias a todos— me miro.
—Hoy tendrás la mejor fiesta del mundo— todos salieron de la habitación, deje el pastel en la cama.
—No quiero una fiesta— tomo un poco de pastel para llevárselo a la boca.
—Ya te fregaste, organizamos una y aparte te tengo una sorpresa para más noche ¿sí? — el asintió, me acerque a él y lo bese.
—Te amo.
—Y yo amo el sabor chocolate de tus labios— me regalo una sonrisa.
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Nunca hagan una fiesta, por favor. Mi casa esta a reventar, tengo que gritarles a todos por que la música es demasiado alta, todos están ebrios, agradezco estar a cargo de Roberto o ya estaría sumido en el alcohol o las drogas ilegales que compro Grady. Sali un poco al patio que tenemos.
—Hey...— me gire.
—Hola chica de la tienda de mascotas— ella me sonrió.
—Paola, ese es mi nombre.
—Diego— ella se acercó a mí, huele a alcohol.
—¿Y tu novio? — puso una de sus manos en mi cuello y con la otra comenzó a acariciar los tirantes de mi camisa, busque a alguien con la mirada.
