Roberto y Juan llevan una relación de un par de años, pero un día Juan se reencuentra con un hermoso amor. El mejor amigo de ellos, Diego Balsa se da cuenta del daño que le hace Juan a Roberto y promete cuidarlo.
"-Y si te busca a las cuatro y veint...
—Es la última vez que escucho que dices eso. Nos has dicho eso todo el puto tiempo.
—Ya no te voy a decir nada— me cruce de brazos y todos soltamos una risa.
—Ya dinos tu decisión— mire a Zacil.
—Me regreso a Monterrey— dije entusiasmado, ellos solo aplaudieron falsamente —¿Qué?
—Ya sabíamos— dijo Donovan —Pero hay algo que debes de saber, no vas a poder regresar a tu casa.
—¿Cómo? — alce una ceja.
—Juan vendió su casa, entonces la casa que compartes con el ya no existe— "Se olvido de mí, otra vez."
—Ya veo— la chica me miro triste.
—¿No tenías casa en Monterrey? — negué —Vivías con Juan.
—En cuanto comenzamos a salir, me mude con él. No le puedo reclamar nada porque técnicamente ya no somos nada y él puede hacer lo que quiera con su casa.
—¿Con quien vas a vivir si estas en Monterrey? — "Con Diego."
—Podría vivir con Diego, pero...
—¿Pero? ¡A Diego le encantaría vivir contigo! El chico que me llama todos los días es Diego— Zacil me enseño su historial de llamadas y todas eran de un contacto que decía "DiegoGamer."
—Nunca pregunta por nosotros, solo pregunta por ti— Donovan me apunto —Tu eres el pensamiento que ocupa su cabeza todos los días.
—Eso, me gustaría vivir con el y sus gatos que sé que me aman.
—Creído— todos soltamos una risa.
Bajamos al mar. Mi ardor había bajado y mañana regresaríamos a Monterrey, Zacil y Donovan se van a regresar a México. Había pensado todo el tiempo si era buena idea regresar a Monterrey por Juan y Abi. Mis pros de regresar eran Diego, Yei y mi trabajo.
Amaba cocinar, era una pasión ver la cara de las personas cuando degustaban mi comida y como pedían hablar conmigo para felicitarme por mi "Roberto Special", eran mejor escuchar música mientras cocinaba.
Amaba tener a Yei como amiga porque ella me comprendio y me escucho todos los días, nos habíamos conocido en el restaurante y ella era mi mejor amiga. Fue la primera persona que se entero que era gay y me acepto y me cuido de la gente pendeja y homofóbica.
Diego... ¿Qué puedo decir? El es mi mejor amigo, hubo varias noches que pensaba en el mientras oía como Juan hacia streams, y pensaba que estaría mejor con Diego. Las veces que me sentía mal, el limpiaba mis lágrimas y me hacía volver a caminar. El me apoyo cuando le dije que era gay, varios de mis amigos se fueron y él se quedó. Diego cambio mi personalidad, no he fumado tanto por el, deje de emborracharme por los regaños que me dio. Cuando me quedaba dormido en stream, él se quedaba en mi canal para que no me baneran.
Diego me puso una corona en la cabeza y ha hecho que la mantenga. Me arrepiento de nuestros encuentros, pero a la vez no, me gustaba tener que empujarlo hacia mí para sentirlo cerca. Me gustaba el calor que emanaba su cuerpo cada vez que me abrazaba. Me gustaba su voz que era una gloria y más su voz mañanera. Me gustaba la forma en que me besaba de una forma lenta, la forma en que tomaba mi cintura y me pegaba más a él.
Sentía que Diego me había apoyado mejor que Juan y a pesar de todo, seguía enamorado de Juan. Hace un par de semanas me había dado cuenta de que me gustaba Diego, y creo que eso fue la primera vez que nos besamos, bueno, la primera vez que logro recordar. Me gustaba Diego, aquí la pregunta es ¿El también gusta de mí?
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Las horas habían pasado y se había hecho de noche. Y yo no podía dormir.
—¿Están despiertos? — no escuche respuesta de ninguno de los dos, me levante de la cama sin hacer ruido y salí al balcón, la brisa del mar era hermosa, no hacia tanto viento.
—¿Estas bien? — me giré y vi a Donovan adormilado.
—Si, solo no puedo dormir— el chico se acercó a mí y se sentó en una de las sillas.
—¿Por Diego? — me encogí de hombros.
—No lo sé, supongo.
—Mañana en la tarde, regresamos. Le diré que regresas para que te vaya a recoger al aeropuerto.
—¿No se regresan a Monterrey? — el chico negó.
—Saque una nueva canción y un productor me dijo que me ayudaría a grabarla.
—¿Puedo escucharla? — el busco su guitarra —Vas a despertar a Zacil.
—Es mas fácil despertar a todo Cozumel, la chula tiene el sueño pesado. Antes de venir a Monterrey, en el departamento donde vivimos me pegué en un mueble y solté un grito. Pues mejor se despertó un vecino que Zacil— solté una risa.
—Pobre de la chula— el chico asintió, vi como afino su guitarra —¿Cómo se llama la canción?
—Manzanilla, ¿listo para escucharla?
—Si, date.
—Dónde estás, dime cuánto más voy a esperar.
Para de tu cuerpo disfrutar una vez más. Que tus labios rosas al cielo me llevarán, baby. Y tú dulce lengua saborear, baby.
Sabes bien, girl, que eres todo lo que tengo. Que por ti no me detengo no. Que en tu cama yo me aferro. Ya lo ves, baby. Que contigo yo me siento bien. Que las sábanas se mojan, babe.
Y que en tu cama me siento un rey.
Dulce río pasa por la habitación. De tu cuello al suelo escurre ese pudor. Nubes blancas que se forman del sudor. Que yo te provoco al escuchar mi voz.
Dulce río pasa por la habitación. De tu cuello al suelo escurre ese pudor. Nubes blancas que se forman del sudor. Que yo te provoco al decírtelo. Al probártelo. Al mojártelo.
Brilla bello fruto rojo y manzanilla. Ese amor caliente no se enfría. Ponle una gotita de sandía. Pa' que vuelva pronto esa sonrisa. Más bonita que la Mona Lisa. Tan sensual y bella que hipnotiza. Con tu miradita de malicia. Todo eso con una caricia.
Y que en tu cama me siento un rey.
El chico me miro, comencé a aplaudir.
—Es hermosa— Donovan guardo su guitarra.
—La escribi cuando conocí a Zacil— me regalo una sonrisa —Diego te dedico una canción bellísima.
—¿Cómo sabes?
—Zacil me dijo. Somebody To You es una canción hermosa y más de la forma en la que canto. ¿Ya le preguntaste si puedes vivir con él? — negué.
—Lo hare cuando regresemos a Monterrey.
—Bueno— se levantó, me dio una palmada en mi hombro —Descansa.
—Igual tu— el chico entro a la habitación y se recostó a un lado de Zacil y la abrazo.