La Dama del General

CAPÍTULO 4

Una vez terminada la ceremonia de compromiso, todos se acercaron a felicitar a la nueva pareja. Mientras tanto, em los pasillos del palacio habían dos personas molestas.

- ¿Que tienes hijo? - dijo Del quién salió corriendo asustada luego de ver a Art salir del palacio - ¿No te sientes bien?

- Siento el corazón pesado como un ladrillo, como si el peso de una vida entera estuviera oprimiendome el pecho - dijo Art fingiendo que no podía respirar.

- ¿Que estas diciendo?

- No hay aire para respirar, mamá - dijo Art agitado.

- Calmate, traeré a tu padre - Del se disponía a irse pero Art la tomó de los hombros para que lo viera.

- No, no quiero a nadie - dijo Art con los ojos rojos - La única persona que podía ayudarme eras tú y me abandonaste.

- ¿Como que te abandone? - preguntó Del confundida.

- ¿Cómo crees que me sentí, viendo cuando le entregaste todos mis sueños a ese usurpador? - replicó Art molesto.

- Hijo, por favor - dijo Del queriéndome tocar el cabello.

- Ese debía ser mi lugar - dijo Art molesto y llorando - Yo debería estar ahí, al lado de Mew, la única persona que he amado.

- Yo no le entregue nada a nadie, simplemente no sabíamos que el era con quien el emperador quería hacer la alianza.

- El no es más que un ser asqueroso, hijo de una amante ¿Acaso hizo algo malo en la vida para sufrir de esta manera?

- No, hijo mío - dijo Del abrazandolo - No hiciste nada malo.

- El abandonará está vida que llevamos con nuestro padre para convertirse en uno de los padres de la nación - Art entonces golpeó la pared con el puño - ¡No es justo!

- Eso tu no lo puedes decir, porque desde un principio fuiste tu quien acabó con las ilusiones del prometido de tu hermano - dijo Del cansada de todo lo que decía Art.

- Como te atreves - dijo Art quién le dio una cachetada a su madre - Sufro, está bien. Sufro horrible, con tan solo ver a él amor de mi vida al lado de ese intruso.

- No harás nada - dijo Del agarrando lo fuerte del brazo - Te lo prohíbo.

- Luchare por lo que quiero, incluso si llegas a odiarme por eso - dijo Art soltandose del agarre de su madre para irse por el pasillo.

Del no tuvo más opcion que regresar al salón para continuar festejando el compromiso de ambos amantes que no paraban de sonreír, delante de él emperador y todos los presentes que los veían en absoluto silencio.

- Mew ¿Que tienes que decirle a este joven, que ahora está frente a ti? - dijo el emperador mostrando una sonrisa.

- Gulf, te entregaré mi corazón, para que con tus delicadas manos escribas tus pensamientos y deseos - dijo mientras tomaba la mano de Gulf para besarla - Rebelandome cada vez más sobre ti, mi Preciosa criatura.

- Hijo mío ¿Que le dirás al hombre que tienes frente a ti? - dijo el superior dándole una sonrisa a su hijo.

- Mew, te entrego mi corazón, para que en el escribas con tus manos fuertes tus pensamientos y deseos - dijo mientras paso su mano por su mejilla - Rebelandome los misterios sobre ti y poder entregarte todo.

- Que toda la nación se alegre este día y que los votos de los novios sea un presagio para que abunda la paz de ambos lados - dijo el emperador haciendo que todos los invitados aplaudieran.