CAPÍTULO 6

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En los corredores del Palacio había un apuesto príncipe que iba a la habitación de su amado para mostrarle algo que estuvo deseando desde que lo vio entrar por aquella puerta al salón principal.

Aunque, apenas tocó la puerta la persona que le abrió no era su amado, sino que fue su sirviente.

- Disculpe, alteza - dijo Earth haciendo una reverencia.

- No te preocupes ¿Puedes llamar a tu amo, por favor?

- Lo siento mucho, pero el joven Gulf no se encuentra en su habitación.

- Entonces ¿Puedes decirme dónde está?

- Está... Con su hermano en el campo de entrenamiento del ejército pero.. - Earth no terminó de hablar porque lo dejaron solo.

Apenas Mew escucho que su amado estaba en el lugar de entrenamiento con su hermano lo enfureció mucho. Gulf era un ser hermoso, lo cual Significaba que cualquiera podía enamorarse de él, incluso su hermano.

Mew no dudo ni un segundo y empezó caminar lo más rápido posible hacia el campo de entrenamiento para ver que quería su hermano con su prometido. Aunque, en el camino se encontró a alguien que se estaba dirigiendo precisamente para hablar con él.

- Así que, aquí estas - dijo el emperador haciendo que Mew disimulara su enojo.

- Tu hijo tiene algo que decirte, alteza - dijo la emperatriz quién estaba del brazo de su esposo.

- Dejame facilitarte las cosas Mew, vienes a decirme que yo como tu padre y el emperador de esta nación tenía razón sobre el compromiso que seria adecuado para ti ¿Verdad?

- Cómo siempre dominando la situación, padre - dijo Mew con una sonrisa - Era exactamente eso lo que te quería decir.

- Es maravilloso ¿No es, verdad?  - dijo la emperatriz sonriendo.

- Mucho más de lo que yo podía imaginar, madre - dijo Mew mientras le daba un abrazo a su madre - Solo puedo agradecerle a Dios y a mi padre por la suerte que tuve de tener un compromiso más que maravilloso.

- ¿Ves hijo? No era tan difícil - dijo la emperatriz sonriendo.

- Perdón por haber creado tantos problemas por el compromiso padre. Dei haber confiado en usted.

- Tu eres mi heredero y amado hijo. Yo siempre haré todo para asegurar tu felicidad - dijo el emperador dándole un abrazo.

- Siempre también que mi felicidad sea beneficiosa para las políticas de la nación ¿No es, cierto?

- Si podemos unir lo útil con lo agradable entonces ¿Porque hay que separarlo?

- Es cierto Padre - dijo Mew sonriendo - Aunque, en este caso uniste lo útil con un joven hermoso.

- Comportarte con el joven, hijo. No hagas nada que arruine tu compromiso - dijo la emperatriz riendo.

- Creo que en este caso, nuestro hijo sabrá esperar con paciencia y calma la apreciación de los dotes que tiene su prometido.

- Lo prometo padre. Si me disculpa, debo retirarme - dijo Mew haciendo una reverencia y caminando rápido hacia el centro de entrenamiento.

Mientras tanto, Gulf se había encontrado con Kao en el campo y ambos estaban sonriendo porque sabían que había llegado la hora del desafío.

- Llegaste - dijo Kao sonriendo.

- Yo nunca huyó de nada

- Bien, entonces vamos - dijo mientras llevaba a Gulf hacia el lugar donde estaban los caballos - Elige el que quieras.

La Dama del General Donde viven las historias. Descúbrelo ahora