CAPÍTULO 17

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La sirvienta se dirígia a la habitación de su señora con la bandeja de maquillaje, quien al verla llegar le dio una sonrisa.

- Que bueno que llegas, ya me estaba preocupando - dijo Míriam sentándose en la silla - Date prisa, tengo una reunión con los emperadores, mi hermano y Sammy para hablar de los preparativos de la boda.

- Me imagino que debe estar muy emocionada - dijo la sierva dejando la bandeja en la mesa.

- Sabes que amo las bodas, pero amo mucho más el ver a los novios - dijo Míriam con una mirada soñadora.

- No se mueva señora - dijo aquella dama agarrando el pincel para empezar.

Aquella dama empezó a delinearle y ponerle la sombra de ojos a su señora con mucho cuidado porque no le gustaba que este fuera muy espeso.

- Listo, señora - dijo la sierva dejando el pincel en su lugar y pasándole el labial - Tomé

- Gracias - dijo Míriam mientras terminaba de aplicarse el labial - Por eso dejo que me maquilles los ojos porque tengo un pulso terrible jajaja - dijo mientras reía.

- Jajaja hay señora, que cosas dice - dijo la sierva mientras reía y le alcanzaba el teléfono.

- Listo, ahora si esta perfecto - dijo Míriam sonriendo al verse al espejo.

- Se ve hermosa, mi señora.

- Con permiso, señora - dijo una sierva entrando a la habitación - Los emperadores y su hermano ya están con los novios en la sala del trono, todos la están esperando.

- Ya voy - dijo dejando el espejo a un lado y despidiéndose con una sonrisa de su sierva - Gracias.

Aquella joven se dirigía de lo más feliz a la sala del trono porque iba a ayudar a preparar la boda de su sobrino favorito y es que como no querer a Gulf si el le había dado innumerables alegrías.

Aunque, cuando tuvo que verse obligado a casarse le rompió el corazón y le entró el miedo de que lo maltrataran o estuvieran en peligro, pero al ver lo profundamente enamorado que estaba el príncipe de el y viceversa, entonces no tenía más opción que alegrarse.

En lo que si estaba preocupada era en lo que la vida haría con Art y Del porqué ellos mientras no se liberarán de las piedras que tienen en el corazón, no lograran ser felices con nadie.

- Con permiso, disculpen la tardanza - dijo Míriam haciendo una reverencia frente a los emperadores.

- Tranquila, yo también me demoro en arreglarme - dijo la emperatriz sonriendo.

- Tu eres la mas bella de todas las flores, incluso sin arreglarte - dijo el emperador besando la mano de su esposa.

- ¿Que hacen aquí? - dijo Míriam al ver que Art y Del estaban también en la sala del trono

- ¿No puedo estar aquí? Es la boda del hermano de mi hijo y somos parte de esta familia - dijo Del con arrogancia.

- Si no te vas yo...

- ¡Suficiente! - dijo molesto el Superior del Norte - Estamos aquí para hablar de la boda así que no mas discusiones.

- Entendido, justo estaba hablando con ellos de algo importante - dijo la emperatriz sonriendo mientras miraba a Gulf - Entonces, Gulf ¿Te importaria bailar para pedir prosperidad en tu matrimonio?

- ¿Que? - dijo Gulf confundido.

- En mi tierra tenemos la tradición de que la novia baile con la luz de la luna para pedir prosperidad en su matrimonio.

- Me parece genial, cualquier cosa que decidan esta bien - dijo Mew tomando la mano de Gulf para mirarlo a los ojos - Porque a mi solo me interesa pasar el resto de mi vida a tu lado.

- Gulf ¿Te sientes bien? - dijo Art fingiendo preocupación porque a sus ojos su hermano estaba bien y no había nada, no entendía porque la sustancia no hacía efecto.

- Claro que si ¿Porque no habría de estarlo? - dijo Gulf sonriendo.

- Solo pregunto - dijo Art desconcertado porque no sabía que sucedió, ya que sesuponía que la sustancia tendría que hacer efecto. Aunque sea una reacción mínima.

- Lo que nadie había notado es que había una persona que se estaba sobando los ojos desde hace un rato y que estaba haciendo todo lo posible por mantener su sonrisa para evitar llorar de dolor.

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