Capítulo 4

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Acercamientos

Los Lambert, personas misteriosas, pero no era el caso de Maryot Lambert quien con unas cuantas copas habla de todo lo que conozca.

— Señorita Russo — abre la puerta una joven de cabello negro — El señor Lambert dice que lo lamenta, pero su reunión se extendió y tendrá que verla después.

— Claro, no hay problema — digo con disgusto

— Fue un placer Anne, espero volver a verte — dice con una sonrisa en el rostro

— Tenlo por seguro.

Me levanto y salgo del edificio, camino hasta casa, me doy una ducha y comienzo a escribir, aunque es algo incómodo hacerlo en el teléfono.

La familia Lambert al descubierto, Maryot Lambert una reciente viuda, pero es la persona que más secretos esconde. La fortuna de los Lambert estuvo en múltiples problemas gracias a los problemas de apuestas de su hijo, una vez empeño uno de sus hoteles siendo de sus únicas pertenencias.

Si de problemas se trata, las adicciones no conocidas de Daren Lambert es uno de los mayores problemas, las apuestas, abusos de drogas y alcohol y múltiples peleas en las Vegas haciendo que tenga prohibido entrar a los casinos.

— ¿Cómo lograste saber donde vivo? — cuestiono al ver a Daren en mi puerta

— Toque cada puerta hasta llegar a la tuya — extiende una caja — Te doy un regalo de compensación.

— No me puedes comprar con regalos Daren.

— ¿Segura? — enarca la ceja — Porque siempre funciona.

— ¿En serio tengo que explicarte qué está mal en esa oración?

— Solo acepta el regalo y después discutimos sobre mis hábitos de conquista.

— ¿De qué?

— Regalo — extiende la caja mal envuelta

— No acepto regalos de extraños, puede ser una bomba.

— Anne...

— Está bien — ruedo los ojos y tomo la caja, dejo a un lado la envoltura dejando ver la tablet

— No puedo aceptar esto.

— Es en compensación por lo de la otra, la necesitas para trabajar y...

— Gracias, prometo pagarte esto — sonrío

— Lo supuse, puedes dárselo a mi secretaria cuando me visites.

— ¿Ya tienes secretaria? — sonrió y dejo pasar a Daren

— Algo así, es algo temporal, lindo lugar es muy...

— ¿Pequeño?

— Acogedor — se sienta en la cama
— ¿Qué haremos hoy?

— Es media noche, lo único que quiero hacer es dormir.

Nueva YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora