Epílogo

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Nueva York


— Jack esta dormido — susurra Daren a mi oído

— Y yo también Dar — murmuro contra la almohada — Tú deberías hacer lo mismo.

— No quiero dormir — comienza a dejar besos por mi cuello y a bajar los tirantes de mi blusa

— Estoy cansada Dar...

— Yo también lo estoy Any...

— Entonces duerme — murmuro

— Pero podemos darle un hermano a Jack...

— Daren — digo en tono serio

— Está bien, feliz noche.

Siento como se aleja de mi y toma el extremo de la manta dejándome descubierta, finalmente abro los ojos dispuesta a lanzarlo fuera de la cama, pero me topo que se encuentra con una comodidad inimaginable.

Me siento sobre sus piernas haciendo que el abra los ojos de golpe colocando sus manos en mis piernas las cuales están descubiertas.

— ¿No querías dormir? — dice con una sonrisa en el rostro

— ¿Lo vas a hacer tú o me encargó
yo? — esbozo una sonrisa

— Me gustaría ver eso — dice mientras sus dedos levantan la tela de mi pijama
— Hazlo sobre mi.

Llevo mi mano adentro de mis bragas hasta llegar a mi humedad comienzo a dar movimientos circulares mientras Daren juega con mis pechos, comienzo a mover mi mano con más intensidad hasta que siento como estoy por terminar cuando Daren me detiene.

— A la cama y abre las piernas.

Hago lo que dice apoyándome en mis rodillas y brazos dejando mis piernas abiertas, él baja de manera lentamente dolorosa mi pijama hasta que quedó completamente desnuda, me deja un momento así hasta que me penetra sin previo aviso soltando un quejido de mis labios, sostiene mi cabello mientras sus movimientos se vuelven más intensos, estocada tras otra estocada.

Deja mi cabello y coloca sus manos en mis caderas enterrando sus dedos en mi piel para intensificar nuestros movimientos, intento no hacer mucho ruido ya que Jack esta durmiendo, pero se me hace prácticamente imposible.

— ¡Daren! — digo en un jadeo

— Déjate venir Anne...

Mis piernas se debilitan haciendo que casi caiga, pero él me sostiene hasta que ambos llegamos al orgasmo dejándonos caer en el colchón nuevamente.

Daren se arrodilla frente a la cama y me toma de los tobillos llevándome al borde de la cama, abre mis piernas y comienza a dejar besos en mis muslos haciendo que mis músculos se tensen.

Sus besos suben hasta estar entre mis piernas, su boca comienza a atacar mi clitoris de manera ágil haciendo que me aferre a las sábanas, los movimientos se intensifican y me sostengo de su cabello hasta llegar a mi segundo orgasmo.

— Y yo que quería dormir — esbozo una sonrisa

— Conmigo no es una opción — susurra a mi oído

— Pues ahora es mi turno...

— Anne... cásate conmigo — dice con una sonrisa en el rostro

— No — digo divertida al ver la confusión en su rostro

— ¿Qué por qué?

— No me quiero casar, al menos aún no  tal vez en algún momento — me lanzó para darle un beso — Te amo Daren y una boda no cambia eso...

Nueva YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora