Minnesota
Mi respiración está acelerada, mis piernas están débiles y amenazan con hacerme cae, el sudor en mi frente y mi corazón latiendo con fuerza.
— ¿Ya estas cansada? — pregunta juguetón
— Cállate Daren — digo mientras intento recuperar la respiración
— Solo fue una clase de spinning, tu cuerpo te lo va agradecer después.
— O me va a querer matar por obligarlo a hacer ejercicio — camino al ascensor — Voy a ir a la piscina.
— Te acompaño, aunque no voy a entrar a la piscina.
— ¿Por qué?
— No me gusta estar sumergido en un lugar con diez personas más, piel muerta y cloro.
— Felicidades, lograste hacer que las piscinas me den asco.
— Deberíamos irnos a casa y ordenar las maletas — susurra a mi oído
— Y deberíamos aprovechar el tiempo extra — junto mis manos a su pecho
— Eres insaciable Anne...
— Y tú no te quedas atrás Daren...
— Vamos a casa Anne.
Toma mi mano y nos vamos caminando, últimamente había logrado convencer a Daren de caminar más por las calles de Nueva York, los grandes edificios, las calles y las personas era algo nuevo cada día.
— ¿Llevas todo? — dice al cerrar la maleta
— Llevo todo, incluso... — levanto mi cámara y le tomo una foto haciendo que sus ojos grises realmente resalten — Llevo mi cámara.
— Creo que podemos irnos — esboza una sonrisa — ¿Estás emocionada por ver a tu familia?
— Si, gracias por acompañarme — le doy un beso rápido — Significa mucho para mí.
— A mí me da gusto que me invitaras, nunca he ido a Minnesota.
— Señor Lambert, ¿Llevo sus cosas al auto? — pregunta Michel quien se queda de pie en la puerta
— Si por favor, ya tenemos que irnos al aeropuerto.
— Estos zapatos son hermosos, pero muy incómodos — digo al tomar los tacones en mis manos
— Yo te puedo ayudar — se arrodilla enfrente mía y me coloca los tacones
— Me encantaría hacerte tantas cosas en este momento...— Pero debemos de irnos, además tu traje se arrugar.
— Acepto correr el riesgo.
— Yo no, este vestido es muy bonito como para que se arruine — me pongo de pie — ¿Nos vamos?
— Nos vamos.
Toma mi mano y salimos del lugar, el tráfico no es intenso por lo que llegamos con facilidad al aeropuerto, pasamos todo el registro hasta llegar al Jet de Daren.
— ¿Te da miedo volar? — dice mientras tomo asiento
— No, no es eso...
— ¿Qué sucede? — esboza una sonrisa
— Podemos beber hasta que te sientas mejor.— Prefiero esperar a que despegue el avión — digo nerviosa
Mis manos tiemblan y mi respiración está agitada, había pensando mucho en como decirle a Daren sobre el artículo, pero finalmente pensé que la mejor forma es estar en un lugar en donde el no pueda escapar.
El avión comienza a despegar haciendo que aferre mis uñas al asiento, intento mantener la postura y no perder de vista mi laptop.
— Anne... ¿qué sucede? — me toma de la mano — Me estoy comenzando a preocupar.
— Toma — extiendo la laptop — Está todo lo que tienes que saber.
— ¿Sobre qué? — dice curioso
— Daren... yo no me acerque a ti por casualidad, estaba por perder mi trabajo, todo por lo que había luchado se iba a terminar y yo... — suelto un suspiro — Yo vi la forma de hacer un artículo que llamara la atención.
— ¿Los secretos de los Lambert? — dice con molestia al fijar su vista en la computadora
— Escribí el primer artículo que salió sobre de lo que hablo tu madre y en este esta todo sobre como hicieron su fortuna y sobre...
— ¿Me llamaste hijo ilegítimo?
— Perdón Daren, te prometo que yo...
— Anne ¿qué te sucede? — niega con la cabeza — Te dije todo lo que nadie sabía y tu vas a publicar sobre eso.
— No lo publique, no te quería hacer esto y por eso me despidieron, pero no me importa porque no quiero dañarte.
— ¿Por qué me lo dices ahora?
— Porque así no podías escapar, bueno, al menos que quieras saltar del avión.
— Eres igual que todos Anne, me traicionaste.
— ¡Fue antes de todo esto! — digo con un nudo en mi garganta — No lo hice porque te quiero en mi vida Daren.
Deja la laptop en uno de los asientos y deja el saco junto al asiento, se queda pensativo un momento mientras nos quedamos en completo silencio.
Me quito los zapatos y me quito el cinturón para poder sentarme en el suelo y sentir la alfombra del avión.
— ¿Por qué te sientas en el suelo?
— Me duele el trasero en ese asiento.
— Supongo que no son tan cómodos como pensaba.
Daren se quita la corbata y se sienta del otro extremo mientras me observo fijamente, nos quedamos en silencio, baja la mirada un momento y vuelve a verme.
— Sabes Anne...
— ¿Qué pasa Daren?
— Perdiste tu trabajo soñado por mí.
— Ni lo menciones — ruedo los ojos
— Me dan ganas de llorar.Me acerco a él con cautela y me siento sobre sus piernas, paso mis manos por su cabello.
— Perdón — digo en un susurro
— ¿Aceptas ser mi sexy secretaria por unos meses? — roza sus labios contra los míos
— Acepto ser tu sexy secretaria por unos meses.
Sus labios chocan contra los míos, sus manos suben mi vestido y presiona mis muslos, el beso se vuelve cada vez más intenso y presiona mi cuerpo a su entre pierna haciendo que un leve jadeo salga de mi boca.
— Estamos en un avión — susurro contra sus labios
— Y eso no impide que tus bragas estén mojadas — vuelve atacar mis labios
Bajo mis manos hasta su pantalón haciendo que libere su miembro, él deja de lado mis bragas adentrándose en mi de una sola estocada haciendo que lance mi cabeza hacia atrás.
— Daren — digo en un jadeo
Sus movimientos se intensifican, haciendo que comience a moverme al compás de sus estocadas, me aferro a su espalda mientras él coloca sus manos en mis caderas intensificando cada estocada.
— Perdón — digo mientras intento recuperar la respiración
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Nueva York
Teen FictionUna lavandería, una equivocación y una oportunidad. Todo sucede en Nueva York, Daren y Anne dos polos opuestos que siempre saben donde encontrarse. Un empresario y una escritora, no tenían razón para toparse en un lugar como la gran manzana, pero lo...