Estrategias
— Necesito setecientos dolares — digo al entrar a la oficina
— ¿Algo más, un vino? — dice sarcástico — Te recuerdo que estás a prueba, no puedes exigir nada.
— Es respecto a eso, ¿no te gustaría el titular los Lambert sin máscaras? — sonrió
— ¿Lambert? — se pone de pie — ¿Hablas de los mismo Lambert dueños de medio Nueva York?
— No seas exagerado — ruedo los ojos — Si esos Lambert.
Se queda pensativo un momento
— Despedida.— ¿Ahora por qué?
— Todo lo que se tenia que saber de Daren Lambert ya lo tiene otras revistas y periódicos además después de un año lejos de cámaras dudo que puedas conseguir algún escándalo.
— Exactamente, lleva un año lejos de la atención de todos sería de gran ayuda a la revista si tenemos la premisa de todos los secretos de los Lambert.
— ¿Cómo conseguirás información?
— Ayer... ayer cene con Daren Lambert... — me quedo en silencio al ver su expresión — Necesito setecientos dolares para ir al mismo gimnasio al cual va y así poder seguirlo sin que se de cuenta.
— Tendrás setecientos dolares y tres meses, si no consigues nada estas despedida.
— Creo que tengo que resaltar que tendré que faltar algunos días...
— Anne, solo vete antes de que me arrepienta.
Salgo del edificio y comienzo a caminar en busca del gimnasio el cual es un edificio completo o algo así, todo está destinado a lo mismo, desde la mañana estuve investigando los horarios de Daren los cuales siempre son a las nueve de la mañana o al menos eso logré indigar en Internet.
— Su membresía por favor — solicita la castaña que está en el mostrador
— La solicite en línea, Anne Russo.
— Perfecto señorita Russo, puede pasar, esperamos que todo sea de su agrado.
Sonrío y entro al lugar, después de perderme en varios pisos entro al piso en donde están todas las maquinas y personas haciendo ejercicio, la vista es algo espectacular y todo se mira sumamente ordenado, me acerco a unas cuantas maquinas e intento seguir las instrucciones que me dan.
— Anne — escucho la voz de Daren lo que me hace bajar de la bicicleta
Mi cuerpo se encuentra lleno de sudor y mi respiración no es normal, supongo que se debe a mi falta de costumbre, levanto la mirada y observo a Daren quien viste con un camisa gris sin mangas y un short negro, no se miraba cansado, no se notaba ni una gota de sudor sobre su cuerpo.
— ¿Acaso tú no te cansas o sudas? — cuestiono mientras intento recuperar la respiración
— Es que acabo de venir, no he empezado — sonríe — ¿Qué haces aquí?
— Haciendo ejercicio, pensé que seria bastante obvio.
— La pregunta se debe a que nunca te había visto en este lugar.
— O nunca me notaste — enarco la ceja
— Eso es imposible — extiende una toalla — Vamos a piscina, necesitas descansar.
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Nueva York
Teen FictionUna lavandería, una equivocación y una oportunidad. Todo sucede en Nueva York, Daren y Anne dos polos opuestos que siempre saben donde encontrarse. Un empresario y una escritora, no tenían razón para toparse en un lugar como la gran manzana, pero lo...