Capítulo 3

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Estrategias

— Necesito setecientos dolares — digo al entrar a la oficina

— ¿Algo más, un vino? — dice sarcástico — Te recuerdo que estás a prueba, no puedes exigir nada.

— Es respecto a eso, ¿no te gustaría el titular los Lambert sin máscaras? — sonrió

— ¿Lambert? — se pone de pie — ¿Hablas de los mismo Lambert dueños de medio Nueva York?

— No seas exagerado — ruedo los ojos — Si esos Lambert.

Se queda pensativo un momento
— Despedida.

— ¿Ahora por qué?

— Todo lo que se tenia que saber de Daren Lambert ya lo tiene otras revistas y periódicos además después de un año lejos de cámaras dudo que puedas conseguir algún escándalo.

— Exactamente, lleva un año lejos de la atención de todos sería de gran ayuda a la revista si tenemos la premisa de todos los secretos de los Lambert.

— ¿Cómo conseguirás información?

— Ayer... ayer cene con Daren Lambert... — me quedo en silencio al ver su expresión — Necesito setecientos dolares para ir al mismo gimnasio al cual va y así poder seguirlo sin que se de cuenta.

— Tendrás setecientos dolares y tres meses, si no consigues nada estas despedida.

— Creo que tengo que resaltar que tendré que faltar algunos días...

— Anne, solo vete antes de que me arrepienta.

Salgo del edificio y comienzo a caminar en busca del gimnasio el cual es un edificio completo o algo así, todo está destinado a lo mismo, desde la mañana estuve investigando los horarios de Daren los cuales siempre son a las nueve de la mañana o al menos eso logré indigar en Internet.

— Su membresía por favor — solicita la castaña que está en el mostrador

— La solicite en línea, Anne Russo.

— Perfecto señorita Russo, puede pasar, esperamos que todo sea de su agrado.

Sonrío y entro al lugar, después de perderme en varios pisos entro al piso en donde están todas las maquinas y personas haciendo ejercicio, la vista es algo espectacular y todo se mira sumamente ordenado, me acerco a unas cuantas maquinas e intento seguir las instrucciones que me dan.

— Anne — escucho la voz de Daren lo que me hace bajar de la bicicleta

Mi cuerpo se encuentra lleno de sudor y mi respiración no es normal, supongo que se debe a mi falta de costumbre, levanto la mirada y observo a Daren quien viste con un camisa gris sin mangas y un short negro, no se miraba cansado, no se notaba ni una gota de sudor sobre su cuerpo.

— ¿Acaso tú no te cansas o sudas? — cuestiono mientras intento recuperar la respiración

— Es que acabo de venir, no he empezado — sonríe — ¿Qué haces aquí?

— Haciendo ejercicio, pensé que seria bastante obvio.

— La pregunta se debe a que nunca te había visto en este lugar.

— O nunca me notaste — enarco la ceja

— Eso es imposible — extiende una toalla — Vamos a piscina, necesitas descansar.

Nueva YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora