Capítulo 17

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Ramos y bodas

El tiempo pasa rápido, tanto que sin notarlo los días habían pasado hasta llegar la boda de Jake, por suerte logré conocer a su prometida, una chica de wisconsin, de una familia numerosa y extremadamente dulce.

— Me encanta ayudarte con esto — dice mamá emocionada mientras trenza mi cabello — Te miras hermosa.

— Gracias mamá, es un día especial para la familia.

— Ni lo digas — esboza una sonrisa — A todos nos tomo por sorpresa.

— Pensé que tu si sabias.

— No, nadie lo sabía un día solo vino con la chica diciendo que se iban a casar, al menos tu nos presentaste a Daren antes.

Me ahogo con el agua que estaba bebiendo y la dejo de lado, limpio los rastros de agua y observo a mamá.

— No me digas que has pensado que casarte, se mira alguien bueno — dice con calma

— Es bueno, para muchas cosas... — desvío la vista un momento — Pero solo llevamos saliendo unos meses, es muy pronto.

— No hay prisa, hay más tiempo que vida, voy a ayudar a tu hermano, no debe ni saber como atar su corbata.

Salgo de la habitación topandome con Meredit quien está tomando de una copa de vidrio.

— ¡Anne! — dice con una sonrisa en el rostro — ¿Y tú galán?

— Está ayudando a Jake — digo con calma

— Deberías tenerlo vigilada, cualquiera puede fijarse en tal prospecto — esboza una sonrisa

Bien, ella se lo buscó.

— Sí, pero él no se va con cualquiera, creo que ya te diste cuenta — esbozo una sonrisa — No te metas conmigo.

— Anne, yo te conozco, eres alguien callada y tímida, no eres material para estar con alguien como Daren y ambas lo sabemos — esboza una sonrisa
— ¿Qué clase de millonario termina en un pequeño lugar de Minnesota? Cuando se aburra de todo esto se va a ir.

Tomo un poco de aire y estoy por responder, pero prefiero no hacerlo, tomó una copa y me doy la vuelta para poder buscar a Daren y mi hermano.

— ¿Puedo pasar? — toco la puerta

— Adelante — escucho la voz de Jake

— Te miras muy elegante — digo con lágrimas en los ojos — No puedo creer que te vas a casar.

— No llores Anne — intenta permanecer serio, pero corre a abrazarme

— Felicidades Jake.

— Gracias Anne... tengo que ir con mamá porque quería darme algo, ahora vuelvo.

Él sale y limpio mis ojos con el pañuelo que Daren me da.

— ¿Nos vamos a casar? — digo sin pensar 

— ¿Es una pregunta o una propuesta?

— Es una pregunta...

— Sí Anne, nos vamos a casar, si quieres hoy o mañana o en un año — esboza una sonrisa

— Gracias — lo rodeo con mis brazos
— Perdón, no era el momento para preguntarlo.

— A mí no me molesta — me da un beso en la frente — Te miras hermosa pequeña.

— Gracias Dar.

Toma mi mano y caminamos, todo está listo para la boda, los arreglos florales, las sillas adornadas y un camino lleno de pétalos de color blanco que llegaban hasta el altar.

— Hiciste un trabajo, esta hermoso el lugar — dice mamá

Paso mis manos por mi vestido de seda para alejar las arrugas y tomamos siento, era curioso ver como Jake estaba por casarse, lo cual un día pensé imposible.

— Gracias por estar aquí — juego con la mano de Daren

— No quisiera estar en un lugar distinto.

Las ceremonias largas nunca me han agradado, suelen ser tediosas y no puedes llegar a dormir porque la sillas son muy incómodas, pero estaba muy ocupada llorando al ver a mi hermano en ese lugar por lo cual la ceremonia se volvió corta.

La noche comienza a caer y junto a ella toda la emoción de una boda, las personas bailando, otras bebiendo y la banda tocando canciones mientras Jake y Estela están en medio de todo el lugar sin prestar atención a su alrededor.

— ¿Quisiera bailar señora Lambert? — Daren extiende la mano

— ¿Es tu forma de pedirme matrimonio? — digo divertida mientras tomo su mano

— Créeme que no te pediría algo tan importante de una manera tan sencilla, pero — me levanta y me pega a su pecho — Suena muy bien — susurra a mi oído

— Me gusta como suena — esbozo una sonrisa mientras comenzamos a bailar

— ¿Has considerado en la posibilidad de perder ese vestido el día de hoy?

— Lo he considerado desde que te vi con ese traje.

Recuesto mi cabeza en el pecho de Daren mientras seguimos bailando de manera lenta, la música y él, era lo único que importaba en este momento.

Nunca he creído en el destino, pero si en Daren y yo.

— Estela va a lanzar el ramo — anuncia mamá

— Siempre he creído que esa tradición es al revés, la que atrapa el ramo es la que no se va a casar.

— ¡Anne! — mamá frunce el ceño al escuchar mis palabras

— Está bien — ruedo los ojos y esboza una sonrisa

Me alejo de Daren y me acerco al círculo de mujeres quienes esperan por el ramo, Estela esta sobre el escenario y lanza aquel ramo el cual es un hermoso arreglo de rosas blancas.

— Maldición — murmuro al sentir el ramo en mis manos

Todas gritan con emoción y las personas vuelven a bailar, me acerco a la mesa en donde esta Daren y dejo el ramo a un lado.

— Parece que serás las próxima en casarse — esboza una sonrisa divertida

— Es muy posible, hay una hamburguesa con la cual estoy dispuesta a casarme.

— ¿Vas a remplazarme por una hamburguesa? — dice ofendido

— Nunca te reemplazaría por una hamburguesa — me acerco para darle un beso — Porque si me quedo contigo me puedes comprar veinte más.

Nueva YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora