Le rogué a Nath que se quedara en mi casa a dormir. Para ser honesta, no la iba a dejar irse a su casa donde le toca vivir con ese animal que le ha tocado por padre y si se negaba, la iba a noquear para que se quedara. Ok, no soy capaz de noquear, pero haría todo lo que este a mi alcance para obligarla a quedarse.
Mucho antes de que el reloj marcara las siete y media, ella ya se estaba yendo de mi casa, pero no sin antes darme la advertencia de que si sucedía algo y no la llamaba, me encerraría en un cuarto y no me dejaría salir por lo que resta de mi vida. Apesta para darme advertencias, pero ni siquiera debería dudar de que la llamaré si algo pasa. Ella es el único salvavidas que tengo.
Después de despedirla, quería aprovechar mi día libre (que le pedí a Joe ayer) para dormir un poco más, quizá dormir me ayude a olvidar que hoy iré a esa estúpida fiesta elegante con la viva imagen del deseo, pero eso no fue posible por los golpes en la puerta que comenzaron a sonar a los tres segundos de haber acostado mi cabeza en la almohada. ¡Me cago en todo!
Me levanto hecha una furia y abro la puerta con todo el odio que tengo en el cuerpo. Pobre de quien se haya atrevido a interrumpir mis horas de sueño en el único día que puedo recuperarlo.
-Buenos días...-el sueño se evapora rápidamente de mi cuerpo en cuanto escucho el timbre de su voz. Me sorprende que no lleva puesto uno de sus típicos trajes de marca, sino una camisa informal que se pega a su torso perfectamente tonificado. ¡Genial! Y yo despeinada y con una pijama de conejitos.
-Buenos días...-curiosamente sus ojos no bajan a mi ropa, se quedan fijos en los míos. Quizá lo hace por cortesía o por respeto, no lo sé con exactitud, pero lo agradezco.-puedo preguntar, ¿Qué hace aquí tan temprano?...-evitando que pueda dormir unas cuantas horas más en mi único maldito día libre.
-Una de las condiciones que puso para ir a la fiesta era que yo debo escoger lo que se va a poner ¿no?...-muerdo mi lengua ligeramente ante el recuerdo de mis palabras de ayer. No entiendo porque demonios puse condiciones para ir a esa fiesta si no quiero ir. Soy una tremenda idiota.-¿puedo pasar?...-es demasiado tarde para negarme a dejarlo cumplir mis condiciones, yo me metí sola en esto y ahora debo hacerlo. Abro completamente la puerta y me hago a un lado para que pase.No es la primera vez que entra a mi apartamento, no debe darme ni la más mínima vergüenza que lo haga ahora. Eso sí se considera que la otra vez me vio en ropa interior y yo sentí el increíble tamaño de su....torso. Maldita mente pervertida.
Entra lentamente a mi apartamento y de inmediato el sentimiento de estar metiendo los pies en el infierno me atormenta rápidamente. Lo sentí ayer cuando estuve tan cerca de él y ahora lo estoy volviendo a sentir. Es lógico que esta persona es peligrosa, muy peligrosa.
Se detiene a unos pasos de distancia de la entrada y gira su rostro ligeramente como si observara la pared. ¿Estará recordando lo de la otra noche? No. La moneda me cae de inmediato en cuanto recuerdo que en el bar hizo lo mismo mientras esperaba a que me acercara a él.
Avanzo lentamente hacia él y de inmediato continúa su paso, conmigo a su lado. He notado que es alguien con una cortesía impecable, sin importar su estado financiero o su posición en la escala de riqueza, es alguien que no tiene malos modales. Curioso. Bastante curioso.
Me detengo de golpe en mi sitio cuando recuerdo la nueva condición que tengo que ponerle si quiere que le ayude a preservar su dignidad. Esta es más personal que la de dejar a Kaan por el suelo y se inclina más por el lado mío que por el suyo, pero siento que deberá acceder si quiere que le ayude. ¿Seré muy aprovechada?
-Gabriel...-digo casi en un susurro. Me avergüenza actuar de esta forma frente a él, pero siento que cada pequeño arranque de valor que tengo solo me coloca en una posición en la que no encajo. En cuanto gira para mirarme, los nervios invaden rápidamente mis sentidos.-yo...yo tengo una...una nueva condición...que...que darle...-mete ambas manos en los bolsillos de su pantalón, sin despegar sus ojos de los míos y ladea la cabeza ligeramente como indicándome que continúe. Este hombre si que me pone en un sitio terrible cuando no dice palabra alguna.-quiero su ayuda para...para deshacerme de alguien...-frunce el ceño ligeramente y baja la mirada al suelo. Es la primera vez desde que llegó que desvía la mirada hacia otro sitio.
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Tentación Prohibida. ♤ [Completa]
RomanceLa vida de Valeria da un giro inesperado cuando, por culpa de una situación inesperada o como ella le llamó "por obra de mis malas acciones..", termina involucrándose con el empresario más llamativo de la ciudad, Gabriel Stoker. Ambos se verán envue...