30.☆

579 35 31
                                    

La frase que dijo ayer cuando me dejó frente a mi casa ha estado rondando mi cabeza como si fuera una maldita ruleta rusa. Admito que se vea terriblemente atractivo hablando en otro idioma, pero es más mi frustración por no comprender una mierda que el deseo hacia él.

Termino de pasar el limpión sobre la mesa ubicada en el exterior de la cafetería y entro nuevamente para volver a la caja. Que maldita frustración no saber las cosas que me han dicho.

Me detengo en seco en mi sitio en cuanto veo a la viva imagen de la elegancia y la belleza a poca distancia de donde estoy. Esa silueta se me hace muy familiar.

Su cabello color cobre esta perfectamente acomodado en un moño y lleva un traje color verde pastel, acompañado por unos zapatos con tacón de aguja del mismo color. Esta mujer fue sacada de una revista de modas.

Cuando gira su cuerpo hacia mi dirección, sus ojos verdes se clavan directo en los míos. Estar frente a esta mujer que solo he visto pocas veces pegándose a Gabriel como una babosa y por la que le he empezado a sentir desprecio es simplemente aterrador.

No debería mirar nada de lo que lleva encima, pero es inevitable no hacerlo. Es que lleva pintura de labios rojo y las pestañas perfectamente encrespadas, sus uñas llevan un estilo francés y de su cuello cuelga un collar que de aquí a la luna se ve que es terriblemente caro. Esta mujer se viste para lucirle a los demás, le grita a la gente que la mire sin que su boca emita un solo sonido.

En el momento en el que sus tacones comienzan a avanzar y emitir ese extraño sonido que me pone un poco nerviosa, mi cabeza me grita que salga corriendo, pero mis pies se rehúsan a moverse de su sitio. ¿Que mierda quiere ella aquí?

Sus ojos están fijos en los míos y para mi completa desdicha, he empezado a sentirme como una niña pequeña debido al peso de su mirada. No es posible que ella sepa quien soy porque nunca nos hemos visto antes. ¿O sí?

En cuanto detiene sus pasos a un paso de distancia de mí, mi corazón da un vuelco terrible en mi pecho y comienza a palpitar con furia. Esta sensación es terriblemente insoportable y completamente anormal. Jamás había sentido esto con nada ni nadie.

-¿Planea llevarme a mi mesa o debo encontrarla sola?...-dice después de unos segundos en silencio. Al principio mi confusión es enorme, pero luego de acomodar mis ideas en su sitio, llego a la conclusión de que es imposible que ella sepa quien soy yo.
-Disculpe, venga por aquí...-digo antes de ponerme a caminar hacia una mesa en el exterior. Entre más lejos esté de la gente, mejor será para todos y para mí.-en seguida vendrá alguien a tomar su orden...-digo una vez que su trasero ha tocado la silla. La simple idea de haberle indicado a donde demonios estaba la mesa me pone terriblemente enferma.
-Tome usted mi orden...-me detengo de golpe en mi sitio en cuanto escucho la orden que ha salido de sus labios. ¿Esta mujer se ha creído la reina de este sitio o que mierda?
-Disculpe señora, pero ese no es mi trabajo, así que declino de su orden y me retiro...-digo antes de avanzar hacia la entrada del local y caminar con orgullo hacia mi sitio tras el mostrador. Mis manos están temblando y mi corazón esta a nada de salirse de mi pecho, pero debo actuar con normalidad y no demostrarle cuanto me afecta su presencia aquí.

Tomo fuerza de mi corazón y ovarios para continuar trabajando con normalidad, olvidado el hecho de que hay una maldita violadora sentada a unos pasos de distancia de mí y por un instante lo conseguí. Conseguí pasar por alto su intimidante mirada y ese aire de superioridad que tiene. Lo logré por un breve instante.

-Valeria...-dice la chica rubia y de ojos azules que le tocaba atender a esa despreciable mujer. Por la forma en la que sostiene la libreta, puedo entender que no salió nada bien.-ella quiere que vayas a atenderla...-el terror se evapora rápidamente de mi sistema y lo sustituye el enojo. Esta maldita mujer se cree la número uno, pero no es más que una puta víbora resbalosa.

Tentación Prohibida. ♤ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora