39.◇ [Confesión]

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Mi mente me guiaba mientras yo avanzaba con firmeza hacia él, sujetaba su mano con fuerza, lo levantaba del sillón de un jalón y lo llevaba por el pasillo en dirección a la salida del restaurante. Es la única idea que se me ocurrió, pero no estoy muy convencida de que haya sido la correcta.

Cuando empujo las puertas de vidrio de la entrada del restaurante, una ola de rabia, celos, tristeza y ganas de llorar me invaden el cuerpo. ¿Por qué mierda hice esto? ¿Por qué no me fui de ahí en lugar de quedarme como estúpida mirando como una maldita mujer estaba a punto de....¡Puta madre!

Giro con brusquedad hacia él y lo empujo con todas las fuerzas que poseo en el cuerpo. Ni siquiera trata de detenerme cuando me dispongo a golpearle el pecho con los puños. Simplemente recibe mis golpes.

-¿Por qué haces esto? ¿Por qué me destruyes de esta forma?...-la forma en la que siento que mi corazón se destruye en mi pecho me es bastante familiar y a la vez insoportable. Ni siquiera con el hijo de puta de Kaan sentí esto.-¿por qué la ibas a dejar...-ni siquiera logro terminar la pregunta porque el nudo en mi garganta me lo impide. Lo peor es que desde que empecé a golpearlo no he dejado de llorar.-nunca más permitas algo así...-digo en un susurro antes de alejarme unos pasos para mirarlo. Parece un niño pequeño que ha hecho algo que lo avergüenza.-no mientras estés conmigo...-no levanta la mirada ni un solo segundo del suelo. Me siento como una bruja.-me rehúso a compartirte con otras mujeres, especialmente con mujeres enfermas como mi tía y tu...-finalmente alza la mirada lentamente del suelo y me mira directamente a los ojos. Me siento abrumada y asqueada, pero no hacía él, sino hacia esas dos perras.
-Valeria...-dice en un susurro. Me vale una mierda lo que piense de mí ahora mismo, no quiero compartirlo con nadie y punto.
-Sé mío, Gabriel...-su mirada muestra mucha confusión. Quizá nadie le pidió antes una cosa así.-no me interesa el infierno que crees que viviré ni las dificultades que vendrán con esa maldita mujer, nada de eso importa si puedo tenerte...-me siento tan patética y fuera de quien soy normalmente. Estoy quebrando las paredes de mi normalidad por alguien a quien a penas conozco y a quien deseo proteger a como dé lugar. Me acerco nuevamente hasta que no quede distancia entre nosotros y lo envuelvo con mis brazos para sentir el calor de su cuerpo.-sé mío...-me desespera la forma en la que la impotencia invade mi cuerpo en los segundos en los que él se queda en completo silencio. Cuando alza una mano con lentitud y la coloca sobre mi mejilla con delicadeza, ni sangre parece seguir su curso con normalidad por mis venas.
-¿Quieres que un ser podrido sea tuyo?...-ese término me molesta bastante. No es alguien podrido, solo ha sido muy lastimado.
-Gabriel...-digo casi en un susurro. No deseo escucharlo decirse así nunca más.
-Sé que no te gusta ese término, pero es la única forma de describir lo hundido que estoy en este infierno y lo poco que queda del humano que se supone debo ser...-me toma el rostro con las manos y lo mantiene sujeto para que no desvíe la mirada de la suya.-fui consumido por muchas mujeres en el pasado, todas dejaban en claro que solo deseaban mi cuerpo...-cuando me dijo que las mujeres venían a él creí que era un presumido de mierda, pero mi pensamiento ha cambiando.-ninguna me miró o me tocó o me pidió que le perteneciera como lo has hecho tú...-una pequeña sonrisa ligera se dibuja en sus labios. Siento emoción y tristeza a la vez.-eres la primera mujer que me ha tratado como una persona y no como un juguete...-me pongo de puntillas y planto un ligero beso en sus labios. Este hombre me tiene en las nubes.
-Gabriel...-digo en un susurro aún pegada a sus labios. Las palabras suben por mi garganta como si fuera vómito.-yo...-me separo un poco para mirarlo a los ojos.-yo...-su mirada confundida le da a mi espíritu la fuerza para sacar eso que tengo atorado en la garganta.-te amo...-su mirada se queda fija en mis ojos por unos segundos mientas el silencio se hace cada vez más pesado en medio de ambos.

Estoy loca. Desquiciada. Demente. ¿Cómo demonios se me ocurre decirle "te amo" a este hombre a quien no conozco de nada? Me abofeteo mentalmente mientras trato de disimular la forma en la que me hace sentir que no diga una mierda.

Tentación Prohibida. ♤ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora