Capitulo 24 ↓ Sentimentalmente bien.

1.6K 122 11
                                    

Me declaro nerd

El problema no fue hayarte, el problema es olvidarte...

Ricardo Arjona-

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

No la puedo golpear.

Deje mis llaves y mi abrigo lentamente en la mesa enana a un lado de nuestra puerta, como si Katalia me estuviera apuntando con un arma y quisiera mis manos donde las pudiera ver.

Pero esta chica ya había hecho un disparo, y admito que me ha dado de lleno. Kat se ha convertido en esta clase chica extrovertida a causa de su tiempo en el mundo, vive la vida loca, incluso el tema de Ricky Martin la acompaña en la ducha.

-Kat, ha sido una noche...- menee mi cabeza con mis ojos completamente abiertos, una mueca que explicaba lo que no podía describir - No estoy para una maldita broma sin gusto- miro al suelo un momento, ya me empezaba a desesperar.

Ashton no sería lo que la gente dice, hablar sobre alguien es fácil. Fácil para alguien que no lo conoce, muchos dirían que estoy en estado de negación. Pero simplemente las cosas no van así como así.

-Porqué digo- dude en acercarme a ella, sentía esta cosa dentro de mí con un mal presentimiento -Es una de tus bromas, ¿Cierto Kat?- ella tartamudeo un poco pero al final solo se echó a reír nerviosa.

- ¡Vamos joder, solo di que es una broma, Katalia!- Agite mis manos a mi alrededor enojada con ella, me sentí mal al instante por asustarla.

- ¡Por supuesto hermanita! Solo era una penitencia por llegar a esta hora. ¡Por que llegas a esta hora!- deje salir el aire que no sabía que retenía.

De un momento a otro, mi dolor de cabeza se había intensificado. Podia sentir como la planta de mis pies se tensaban al caminar y el picor en mis muslos a causa del jean tan apretado en esta área.

-Ha sido todo un desmadre- acune mi cara entre mis manos al sentarme en el sillón cercano -Han molido a golpes a Ash, Robert cambia y no para de cambiar, eh bebido una mierda embotellada y ahora estoy mal-

Kat seguía mirando embelesada a ninguna parte, removía sus manos en su regazo como si algo le incomodara. - ¿Tienes ansiedad? ¿Quieres una de esas paletas medicinales?- tome mis zapatos levantándome dispuesta a ir por aquella cosa asquerosa. Pero ella solo negó.

-Te quiero Al- me rodeo con sus delgaduchos brazos y me sujeto lo más fuerte que podía, admito que eso me conmovió a pesar de que siempre lo hacíamos, con mi brazo libre le correspondí. -Yo aún más, Kat-

-No necesitas esa cosa al parecer, si me disculpas. Tengo cosas que pensar y ordenar para mañana. Mi cliché se escapa de mis manos- seguí subiendo los primeros escalones, Kat me nalgueo y me deseo una buena noche de profundo sueño.

Después de un largo rato en la ducha, quitando el hedor a alcohol, y la sensación de cercanía de aquel horroroso chico de pandilla.

Deje que mi almohada se mojara con mi húmedo cabello, a pesar que odiaba que mi mejilla se encontrara con esta parte mojada a mitad de la noche, no le preste atención. Había recogido y hecho mi bolso para el día escolar, pero no está segura de sí asistir fuera lo mejor.

Así que no lo hice.

Calculaba que la escuela empezó hace como dos horas, estarían en la segunda clase de cinco al día, pero yo aún estaba en mi cómoda pijama viendo a través de la barra de desayuno como mama iba de allá para acá en la cocina, tenía serial sin leche en un tazón abandonado en mi regazo con mis piernas como un indio en el mueble principal.

Me declaro NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora