Uno, dos, uno, dos… un pie delante del otro rápidamente, hiperventilando, inhala por la nariz exhala por la boca, sigue los pasos mojados, solo sigue los paso mojados.
El tenía razón, tenía toda la jodida razón.
Sigue corriendo Alisson Caster, sigue corriendo.
—Está bien linda, ellos no vienen por ti. Me quieren a mí, a mi dinero; toma ese callejón y piérdete, te amo, ¿de acuerdo Jess? Te amo. Ahora, corre— Jessica sollozaba en el hueco de sus manos mientras que Ryder daba las instrucciones —Ven conmigo— le rogo ella — Te mataran Jessica, ¿entiendes? No me lo perdonaría, tienes que correr ¿sí? Maldición Jess, solo ve—
El estruendoso ruido de la puerta de metal en el almacén los puso alerta, habían vuelto, y esta vez con armas y otros hombres, Ryder apretó con cariño la mano de Jessica y mientras ella corría contra su voluntad dejando a Ryder atrás, él la protegía atrayendo la atención de los hombres.
No, no, no. No estaba corriendo para salvar mi vida, estaba corriendo para encontrar una, Para encontrar respuestas. Estaba cansada de alejar a las personas por el simple hecho de no ser lo bastante buena para ellas.
Tenía a alguien más, alguien que me pidió una cita, a mi. Entre todas las chicas.
Al fin tenía una primera cita, como también era la primera vez que Robert mantenía la atención en mí por tanto tiempo.
Me sentía perdida, mis pies sabían perfectamente a donde iban, pero no sabían donde pisar; resbale cayendo en mi trasero gimiendo en el dolor pero eso basto para que me detuviera, el estaba ahí. Recostado en esa banca apartada de todos con una mirada perdida.
¿Qué pensaba hacer ahora? ¿Darme la vuelta? Doy mucho rodeo al asunto, todos; Si un “todos” existiera en mi mundo social, dirían que dejara esto atrás. En realidad pierdo el tiempo, siempre precipitada al asunto, ¿Qué si se fue por un ataque bipolar tan característico suyo? ¿Qué si no? ¿Me toca averiguarlo sola?
De todas las preguntas, de algo estaba completamente segura. El respondería cada una. Tal vez no de golpe todas ellas, pero no puedo perder nada más.
—A veces necesitamos un momento a solas…— Tienes razón lo hacemos.
¿Regreso por donde vine?
Tenía un semblante serio, quería decir lo siento, ¿pero lo siento por qué? No lo quería besar, no lo quería besar de esa forma, cuando a él se le diera la gana. Pero de todas formas, es cierto todos necesitamos un momento a solas. Creo que este era el momento de Robert.
Di un largo suspiro de resignación. ¡Maldición por que todo es tan difícil!
¡Jodidas hormonas!
No pude tener un cliché diferente, uno de profesor/estudiante, mejor amiga/mejor amigo, ¡Una maldita fan-fic también sirve!
Pero no me imaginaba acostándome con alguno de mis profesores extra divorciados con una asquerosa forma de ser, no tengo ningún “mejor amigo” al que llorar porque me deje en la friend zone, muchos menos me encontraría a Jared Leto por la calle y mágicamente se enamore de mi y nos casemos.
Me toco el cliché común y difícil.
— ¡Cuidado!— gruñe un chico que casi me aplasta.
— ¡Hey!— dice en un tono molesto. Unos brillantes ojos negros detrás de unas gafas con marco grueso se fijaron en mí.
— ¿Hey?—
— ¿Por qué no caíste?—
— ¿Qué porque no he caído?— una de mis rodillas fue atacada por uno de sus libros con lomo grueso, haciendo que caiga de bruces contra el suelo.
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Me declaro Nerd
Novela JuvenilLas declaraciones van desde lo precipitado y romántico, hasta lo justo y desesperado. Alisson Caster se dijo que sería un cliché total declarándose una nerd solo para que el chico rico, sexy y popular de Sherman High caiga a sus pies como en sus nov...