Me declaro Nerd

Capitulo 7◄ Realidad, cruda y dolorosa realidad.

-¿Tu novia?- dijo Jessica entrometida, Ryder negó- es mi secretaria, no supera un ligue de hace unas semanas- sonrió dulcemente a la pelirroja- Hace unas semanas estabas conmigo, patán- Afirmo Jessica tomo su bolso con furia, ¿Utilizaba Ryder algún método para que ella se quedara?, Su fuerza.

-¿Vas a irte enserio?, pequeña Jones- susurro contra su nuca – Pasábamos un buen rato ¿o no?- Jess se tensó, podía controlar cuando la retenía a la fuerza, pero cuando utilizaba tácticas de seducción. Era tan difícil como el infierno irse. –La secretaria semanera interrumpió...- susurro ella

-Pero puede volver a empezar... ¿No es así?-

Definitivamente ese capítulo no iba con esta situación... ¿Podría Rob volver a besarme con tal intensidad, después de que la comadrona cerrara la puerta? No lo sé...

-Solo no ensucien los vegetales, niños- la mujer de tez oscura cerró la puerta suavemente dejándonos de vuelta con la pequeña luz de la lámpara

Jess, no puedes aparecer en momentos serios ¿no? Fue mi culpa darte un Maratón en forma de disculpas...

-Robe...-

-Cállate- dijo frio apartando una vez mas de mi de forma veloz

-¿Disculpa?-  No de nuevo Robert. Solo... por favor

-Solo cállate Alisson... Solo cállate- su espalda se deslizo por la puerta. Sus manos acunaban su cara. Quisiera ver la reacción de su cara. ¿Qué pasaba Robert?

¿Acaso tengo que olvidar esto Robert?

-Diablos ¿Qué he hecho?- suplica en su voz. ¿Qué has hecho? ¡¿Qué has hecho!?.

-¡Porque todo tiene que ser una maldita broma contigo!, ¿EH?, ¡Narcisista de mierda!- Me puse a su altura en el piso, quitando bruscamente sus manos queriendo ver su expresión. Esto se acabaría.

-¡¿Crees que soy una broma?!- su expresión era seria, su mirada perdida el brillo y ese color rojo friebril de su cara ya no esta disponible

—No puedes tratarme como una... una... una- ¿Cómo decirlo si no sé cómo? Quería que me besaras, pero no que terminara de esta forma que me trates como una chica digna de un caballero. Yo tampoco quería esto Robert... Yo tampoco. Comenze a golpear su pecho, descargando toda mi furia en él.

-Déjalo- repetía cada vez que mi puño impactaba contra su pecho, no haciendo ningún daño. Tomo mis muñecas. Para ese entonces, mis mejillas estaban tan empapadas como mi visión borrosa.

Me miraba diferente, lo sabía, no era odio u desdén, no era lastima, tampoco simpatía. Era cálida y con un toque de algo irreconocible, pero simplemente estaba destrozada. Sé que un corazón roto se podía volver a romper, pero esta vez me asegure de que ya no tenía uno. Al fin se fue, dejando el espacio vacío en el. Dejando el trabajo de reconstruirlo para alguien más.

Me aleje completamente del no queriendo escapar primero. Por qué sabía que el huiría de ese pequeño y maravilloso momento arruinado. Abrace mis rodillas escondiendo mi cara empapada en ellas. Ahogando mis sollozos. Porque después de un tiempo. Aprendes a llorar en silencio.

Pero luego él no se fue. Se acercó a mí y levanto mi cara por mi barbilla. Sus grandes manos se acomodaron a costados de mi cara, limpiando mis lágrimas con sus pulgares y una suave sonrisa.

-odio como los mil demonios verte llorar...-

-Lo siento Ali...- beso mi frente –Te hago daño estando contigo- luego mi mejilla – no somos iguales, ¿ya?- sus dedos rozaron mis labios- sé que soy un idiota, y no diré que eso fue un error, porque besarte no es un error en lo absoluto-