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realicé algunas modificaciones al capítulo 1; se añadieron algunos detalles y se eliminaron otros, y estas tienen relevancia en este capítulo y en el siguiente.

Cuando Bill conoce a Jeffrey, es después de las vacaciones de verano, el primer día de clases.

No es que Bill haya estado prestando suficiente atención, pero es sumamente difícil no reconocer un rostro nuevo entre los habituales de su curso. Además, el niño nuevo sobresale por sí sólo entre la multitud de rostros grises a su alrededor. Bill lo observa, pero él no le devuelve la mirada, demasiado ocupado en garabatear las hojas de su cuaderno como está, parece no percatarse de que es el centro de atención del curso entero. Cuando el pelirrojo se da cuenta de ello resopla y devuelve su atención al pizarrón.

Ese día, más tarde, cuando Bill se encuentra en una persecución con un grupo de profesores a los que insultó previamente por haberse burlado del largo de su cabello, ve a Jeff observando al final del pasillo mientras lanza una pequeña sonrisa en su dirección, él parece claramente divertido y Bill se siente tan molesto que casi corre en su dirección antes de que uno de los profesores logre sujetarlo por el brazo y arrástralo hacía la oficina de la dirección mientras lo insulta de forma frenética. Bill lanza una ultima mirada hacía el pasillo donde el niño pelinegro todavía lo observa, cuando se da cuenta de que Bill lo mira, lanza un pequeño asentimiento en su dirección y es lo ultimo que el niño pelirrojo observa antes verlo desaparecer completamente por el fondo del pasillo.

Cuando a Bill, finalmente, se le permite salir de la oficina de dirección, es la hora del almuerzo, y han pasado algunas horas desde su pequeña interacción con el niño nuevo. Bill jamás lo aceptará si es que alguien le pregunta abiertamente, pero cuando llega a la cafetería y mira en todas las direcciones, espera encontrar al pelinegro en alguna de las mesas invitándolo a sentarse con él. Lo que sucede a continuación, honestamente, no le sorprende, pero si lo decepciona, porque encuentra al niño nuevo sentado en la banca donde están todos los otros niños que lo molestan y lo burlan. Entonces él, instintivamente, retrocede.

Decepcionado vuelve a la mesa escondida en el rincón más alejado del centro, donde siempre se sienta a almorzar, donde es más fácil de ignorar y donde nadie se sentaría jamás. Al menos no por voluntad propia.

A partir de ahí hace todo por ignorar al niño nuevo, consciente de la posibilidad de tener un nuevo acosador. Después de todo, siempre parece ser un blanco muy llamativo para los idiotas  a los que les gusta golpear gente, y aunque no se a topado con ninguno de sus acosadores todavía, esta preparado mentalmente para hacerlo en cualquier momento del día. Sin embargo, para sorpresa de Bill, las burlas no llegan ese día, ni el siguiente, ni ningún otro día de esa semana, lo cual le parece sumamente extraño pero él no cuestiona su suerte y hace todo lo posible por no llamar su atención en caso de que se hayan olvidado de él.

Su plan de ignorar a sus acosadores, parece funcionar, nunca los ve directo a los ojos y se asegura constantemente de sentarse tan alejado de ellos como sea posible. Y es un buen plan porque funciona, y es un buen plan porque también aplica para los amigos de sus acosadores, es un buen plan hasta que uno de los amigos de sus acosadores un día decide tocar su puerta e invitarlo a salir. Y es un buen plan hasta que Bill acepta.

Bueno, como sea, Bill hecho a perder su plan y ya no cree que haya manera de arreglarlo, no la hay porque ahora mismo, él está de pie frente al espejo analizando su vestimenta, después de haberse probado por lo menos un par de suéteres de colores distintos, evaluando su imagen para salir con ese mismo niño nuevo al que supone debería ignorar hasta la muerte.

Pero Bill no piensa mucho en lo irónico de la situación, no, en cambio centra toda su concentración en su vestimenta.

Y después de todo, tal vez los suéteres no sean la mejor opción para esa época del año en la que los días son aún calurosos, pero después de lo que ocurrió con su papá, sus brazos están salpicados de feas manchas púrpura que no tiene intención de explicar, ni de intentar justificar, no frente a alguien como el niño nuevo.

𝗰𝗵𝗲𝗿𝗿𝘆; izzaxl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora