La despedida

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Daniel Valencia llegó temprano a su oficina el día siguiente al lanzamiento de la colección, la noche anterior no pudo dormir. Durante el evento un amigo le comentó que Ecomoda estaba embargada, y que supuestamente todo el mundo lo sabía. Eso era muy peligroso para sus intereses. El ya se había cansado de Armando Mendoza, le tenía mucho aprecio a Roberto y Margarita y no quería que sus diferencias con Armando afectaran la relación que tenía con ellos.

Tras el fracaso de la última colección, cuando llamó a Roberto para comentarle lo sucedido y la conversación terminó en una discusión porque Roberto pensaba que Daniel lo hacía solo por perjudicar a Armando, decidió poner fin a los roces y entendió que su principal problema era Ecomoda y la forma como Armando hacía las cosas. Él nunca estaría de acuerdo con Armando sobre la forma correcta de manejar los negocios, así que decidió, para llevar la fiesta en paz, separarse de la empresa, vender sus acciones e invertir su patrimonio en un negocio independiente de Ecomoda. Sin embargo, si la empresa estaba embargada significaba que lo había perdido todo sin darse cuenta.

Al entrar a la oficina se encontró con Olarte. Lo había llamado temprano para solicitarle la información referente al embargo. Él tenía mucho trabajo que hacer y no tenía tiempo para revisar los boletines. La junta era a las 11:00 de la mañana, tenía que tener confirmación o descarto de la informacion que le dieron la noche anterior.

- Buenos días, doctor. - Lo saludó Olarte, quien ya estaba sentado en la oficina.

- Buenos días, Olarte.

- ¿Se puede saber, para que me cita tan temprano?

- Necesito que me traiga los boletines más recientes de la cámara de comercio. - Respondió Daniel.

- ¿Alguna informacion en particular, doctor?

- Si, quiero confirmar una información. - Daniel fue directo al grano - Corre el rumor de que Ecomoda está embargada, que tiene problemas con los bancos, quiero saber que tan real es eso.

- Eso es delicado ¿No? - Preguntó Olarte. Al ver la cara que puso Daniel ante su pregunta se dio cuenta de lo estupida que era, por lo que añadió - No se preocupe que inmediatamente me pongo en eso, doctor.

- Quiero esa información antes de las once de la mañana, cuando comience la junta. Quiero llegar a esa junta con la informacion confirmada o desechada, no quiero dar un solo paso en falso.

- Correcto Doctor - Dijo Olarte recogiendo sus cosas.

- ¿Quiere un tinto? - preguntó Daniel al ver que Olarte se tomaba su tiempo para salir.

- Bueno, si...

- ¡Olarte, por favor, muévase!

- Doctor, si usted me permite....

- Olarte, su reintegro está en juego. - lo interrumpió Daniel tajante.

- Permiso doctor - dijo Olarte saliendo de la oficina. Ya se estaba cansando de los modales de Daniel Valencia. Ese hombre no tenía el menor tacto ¿Qué se creía? ¿Que porque tenia plata podía tratar a las personas como se le diera la gana? Además, nunca estaba satisfecho con nada, pero bien que usaba a su favor todas las informaciones que le llevaban. Hacía muchos meses que lo tenía mareado con el cuento del reintegro o de que le conseguiría algún puesto, y mientras tanto ¿Que pensaba él? ¿Que los demás no tenían necesidades? Encima citarlo tan temprano para que investigue un rumor tan inverosímil. Si Ecomoda estuviera embargada, eso habría sido un escándalo que saldría publicado en todos los noticieros.

Esa mañana Olarte tenía una entrevista de trabajo en una firma de auditores. Si se ponía a revisar el encargo de Daniel Valencia no podría asistir a la entrevista perdiendo la oportunidad de conseguir un puesto que, quizas no era lo mejor, pero algo es algo. Y si Ecomoda realmente estaba embargada... ¿De cuál reintegro hablaba Daniel Valencia? Al salir de las oficinas gubernamentales miró hacia atras dubitativo, apagó su celular y se fue a su entrevista de trabajo.

YSBLF - Un amor para la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora