El regreso

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Armando jamás se imaginó el efecto que tendría en él escuchar las palabras de su papá. Ella volvía, regresaba esa misma tarde a Bogotá. Las manos le temblaban, el corazón le latía a gran velocidad.

- ¿Cuándo va a ser que esa doctora se va a aparecer por aquí? – Preguntó doña
Margarita a quien evidentemente no le hacía mucha gracia el que ella regresara.

- No va a ser necesario que venga. – Respondió don Roberto – Los abogados de ella van a venir esta misma tarde para que se pongan de acuerdo con los nuestros en lo que se refiere a la devolución de nuestra empresa y a la disolución de esa empresa que ustedes se inventaron – agregó mirando a Armando. – Por lo tanto no será necesario que ella se aparezca y no tendremos que volver a verla.

Efectivamente esa tarde se presentaron en la empresa los abogados de Terramoda.

- Tenemos instrucciones precisas del doctor Nicolás Mora – Inició su discurso el doctor Sanchez – en el sentido de que nuestra cliente, la doctora Beatriz Pinzón Solano, desea suspender toda querella, acción judicial, en contra de la firma Ecomoda y, a su vez, liquidar la empresa Terramoda.

- Si la doctora Pinzón está en el ánimo de cesar cualquier querella contra la empresa, yo le sugiero que seamos expeditos, antes de que el señor juez de la orden de rematar Ecomoda. – Expuso Juan Manuel Santamaría – Si esto se puede lograr mañana mismo sería lo ideal, abogado.

- Perfecto, mi querido doctor, por mí no hay ningún problema – Respondió el doctor Sanchez – Solo debemos esperar a que llegue la queridísima doctora Pinzón, tengo entendido que llega hoy a Bogotá.

Concretaron una cita para el día siguiente en la oficina del doctor Sanchez para redactar un nuevo poder para la devolución de la empresa que tenia que ser firmado por Betty, por lo que ella tendría que presentarse en la oficina de Juan Manuel al día siguiente.

Luego de haberse retirado los abogados de Terramoda, Juan Manuel presentó su análisis sobre las condiciones de las empresas.

- Indudablemente, esta empresa ha sido muy bien manejada por esta señora y por el señor Nicolás Mora. Buen margen de utilidades, impuestos al día, muy buena contabilidad. Realmente es una pena, doctor, que tenga que cerrar esta empresa con tan buenas proyecciones.

- Pues desafortunadamente, esta empresa va a tener que morir. – Respondió tajante Roberto Mendoza.

- Aun así, no sirve de nada, doctor, su único activo son ocho mil dólares que vale un carro y los ciento noventa y ocho mil dólares que están en los bancos de los Estados Unidos. Eso no nos alcanza para cubrir la deuda de ocho millones de dólares que tiene Ecomoda.

- Bueno, pues esos docientos mil dólares servirán para pagar en parte la deuda, y no importa, de todas maneras vamos a buscar el capital para cubrir el resto de las deudas.

A Armando no le gustaba la dirección que estaba tomando la conversación. Él sabía que solo había una salida que era la que él había tratado de evitar todo el tiempo. Daniel hizo la pregunta que todos tenían en mente "¿De donde iban a sacar el capital para pagar las deudas?" Armando sabía la respuesta, pero quien respondió con una expresión absorta como si lo dijera mas para ella misma que para los miembros de la junta fue Marcela.

- Tendremos que vender los activos de la empresa.

- No, Marcela. Los socios de la empresa van a responder con sus propios activos. - Aclaró don Roberto.

Como era de esperarse, la propuesta de su papá creó gran revuelo, había quienes estaban dispuestos a colaborar con su propio patrimonio, pero también había otros como Daniel Valencia que no estaban de acuerdo. Aunque fuera por razones diferentes a las de Daniel, Armando tampoco estaba de acuerdo con esa propuesta. Si había algo peor que vender los activos de la empresa, era despojar a los miembros de la junta directiva de sus propios activos. Eso terminaría convirtiéndolo a él en un estafador. Trató de convencerlo de lo contrario al igual que Daniel, pero él no entendía razones. Gracias a Dios, el doctor Juan Manuel Santamaría estaba allí para detener esta locura.

YSBLF - Un amor para la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora