Primer beso

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- ¿Sabe quien acaba de llamarla? ¡Su amor! ¡Su novio Nicolás Mora!

Todo comenzó a dar vueltas en la cabeza de Armando ¿Betty tenía novio? ¿Su Betty tenía novio? Las dos mujeres salieron de la oficina murmurando. Ni siquiera se fijaron en él, Berta estaba muy emocionada mientras hablaba con Betty.

Un sentimiento muy extraño se le instauró a Armando en el cuerpo, una desesperación que no conocía. Trató de concentrarse en los documentos que le había dejado Berta, pero no podía, no dejaba de pensar que Betty, su Betty, tenía novio. ¿Por qué? ¿Por qué no le había dicho que ese hombre era su novio? Él le había preguntado varias veces por él, y ella solo le había dicho que era un amigo de la universidad que tenía trabajando en Terramoda. Ahora resulta que el supuesto amigo, es su novio ¡Su novio! No le cabía en la cabeza.

Termino de firmar los contratos sin siquiera mirarlos, no tenía cabeza para eso. No podía, tampoco, estar simplemente sentado. Se paró de su asiento y comenzó a caminar pensativo por toda la oficina. La verdad es que no entendía su propio comportamiento, si Betty tenía o no un novio, eso a él no le importaba, no tenía por qué importarle, eso formaba parte de su vida privada. Pero aun así, la incertidumbre lo estaba consumiendo. Entonces cayó en la cuenta de que sí tenía razones para estar molesto con Betty por no contarle lo de su novio, en primer lugar, él era completamente transparente con ella, ella sabía todo de él, sabía quienes eran sus aventuras amorosas, sabía de todos sus problemas en el trabajo, a veces pensaba que conocía hasta sus pensamientos, y ahora se percataba de que, aunque ella sabía todo de él, él no sabía nada de ella. En segundo lugar, su empresa estaba en manos de ella, ¿Qué tal que ella se casara con el supuesto novio? Cerró los ojos para contener el escalofrío que le recorrió el cuerpo ante ese pensamiento. Pero si Betty terminaba casada, Ecomoda no sería solo de ella, también sería de su marido. En ese momento entró Mario a la oficina y lo miró con curiosidad deambulando como fiera enjaulada.

- ¿Qué hubo? ¿Cómo van las cosas? – Le preguntó Mario.

- Cierre esa puerta – Le contestó Armando muy serio y evidentemente molesto.

- ¿Pasó algo? – Mario lo miró y ahora él también estaba preocupado.

- Sí, sí, sí. Pasó algo muy grave. Betty tiene novio.

- ¿Betty? ¿El monstrete de la cueva? – Armando asintió con cara de tristeza. Mario lo miraba un poco divertido por su actitud – No ¿Y usted qué? ¿Está con el corazón partido?

- ¿Cuál corazón partido? El monstrete de la cueva, como usted le dice, es la dueña de esta empresa. – Le dijo con gran énfasis para que entendiera el desastre – ¡Tiene novio!

- No puedo creer que en este planeta haya una persona que haya puesto los ojos sobre Betty ¡Por Dios! – Mario se reía, pero Armando no le veía el chiste – Bueno, hay mujeres feas, hay hombres con mala suerte, hombres con mal gusto ¿Y quién es el desafortunado?

- ¿Quién? ¿Sabe quién? – Le respondió dejando salir su ira – El baboso ese de Nicolás Mora.

- ¿Cuál? ¿El compañero? ¿El que trabaja con ella en Terramoda?

- Sí, sí. El que trabaja con ella en Terramoda ¿Lo puede creer? Nicolás Mora. ¡Nicolás Mora es el novio de Betty!

- Bueno, pero ¿Usted cómo lo supo? – Armando le contó lo sucedido hacía rato con Berta y la llamada de Nicolás.

- ... y Berta le dice "Oiga, aquí acaba de llamar su novio, su amor eterno, su enamorado" – Le cuenta un indignado Armando a Mario – Delante mío ¿Puede creerlo? ¡Delante mío!

- ¿Y Betty que dijo?

- ¡Nada! Es que eso es lo que me tiene más ofendido a mí, Mario. No dijo nada.

YSBLF - Un amor para la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora