Última vez.

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​Flashback Poché​

— ¡Espera! Daniela por favor —cómo pude la alcance y la sujeté del brazo, tal vez con más fuerza de la necesaria pues vi que hizo un mueca de dolor—. Yo, he... lo siento no debí retenerte de esa forma, pero por favor, tenemos que hablar.

— ¿Hablar?, ¿De qué trata todo esto Poché? Sé muy bien que el volver a vernos fue algo que ninguna de las dos tenía planeado, tal vez fue Dios, el destino o san pascualito, pero Poché, no lo hagamos más difícil y dejemos las cosas como están.

—Me encantaría —exclame sin importar quién nos estuviera escuchando—. En verdad me encantaría Calle, pero por favor, solo dame unos cuantos minutos y juro que si así lo quieres, no volveré a buscarte, esta vez solo nos encontramos por accidente pero por favor hablemos.

No sabía qué más decir, ella se iba, y si no la detenía en ese instante sería un rotundo error, aunque eso creo que lo cometí hace meses atrás.
Ella parecía por fin convencerse de escucharme.

—Está bien Poché, tú ganas, solo déjame hablar por teléfono e informar a Mari que llegaré tarde.

—Ok, te estaré esperando en esa banca—le señale el banquillo del parque en el que nos encontrábamos y me dirigí a este dándole privacidad, solo vi como ella tomó su celular e inició la llamada. 

***
— Bien, acá me tienes María José, es tu momento.

Vaya, sí que fue directo al grano, solo que su voz en lugar de sonar enojada, fue lo más tranquila, ni su mirada tenía alguna vibra o indicio de nervios, tal vez, las cosas habían cambiado después de todo.

— ¿Y bien?

— Oh, sí. Bueno no sé muy bien por donde iniciar, solo que lo más correcto sería decir un lo siento Daniela, en verdad, perdóname por todo, sé muy bien que lo nuestro termino por mi decisión, nos dañamos inconsciente mente lo hicimos, ¿quién lo diría? tu eras esa persona ideal para una chica tan perdida como yo, eras eso soñado que el tenerte significo todo para mí, y aún así me lastimaste, después lo hice yo, tu lo hiciste de forma indirecta pero yo lo hice consciente, entiendo que tu tuviste tus razones por ocultarme aquello, y no te justifico completamente, pero también sé —tome un respiro para poder pronunciar aquellas palabras guardadas, que tanto me habían aterrado aceptar —. También sé, que me amaste como nunca nadie lo ha hecho, que a pesar de todo, siempre buscabas lo mejor para mí, hacías lo imposible por complacerme, me brindaste la confianza que nadie me había brindado, me diste las herramientas para iniciar un nuevo proceso de crecimiento para mí, los pensamiento de todo lo malo que tenía y pensaba sobre mí los enfocaste en lo bueno y maravilloso que tengo, ahora en verdad lo entiendo, y sé que lo arruinamos, tu por miedo, y yo por mi orgullo e inseguridades, por favor Daniela perdóname.

A esas alturas al terminar todo aquello deje salir un gran suspiro, más liviano, como si un poco de lo roto iniciará a cocerse.

Pasaron un par de minutos en los que ninguna pronunció nada y lo único que se escuchaba era el movimiento de los árboles y el andar de las personas a la distancia, Daniela se quedaba viendo al horizonte.

— ¿Por qué ahora María José?, ¿Por qué después de todo?

—Porque en todo este tiempo solo me dediqué a engañar a mis sentimientos, porque por fin, dejé de forzarlos y los deje libres.

—Vaya, una gran respuesta, y me alegra que seas sincera contigo misma María José, en verdad me hace feliz saber que has cambiado para ti y nadie más.

—Cometí muchos errores Dani, tantos que no sé por cual iniciar, no quiero traer de regreso cada equivocación, solo deseo solucionarlos al ritmo el cual considere adecuado.

— Así es, no debes abrumarte, todo tiene su tiempo, y tu ya has iniciado, así que no debes preocuparte por mí, yo no tengo nada que perdonarte, eres mi gran amor, mi amiga, mi compañera, y eso jamás lo olvidaré, me dejaste marcada y me quedo con todo lo bueno que vivimos y llegamos a sentir, porque tú María José Garzón Guzman, fuiste y serás el amor de mi vida, no tengo miedo de admitirlo y decírtelo, porque ambas sabemos que yo no funciono con mentiras, a pesar de lo ocurrido.
Me equivoque no solo una, sino cientos de veces, aún así trate de solucionar cada uno de mis errores, algunos pude solucionarlos sola, otros en los que tu me ayudabas, y hay otros que aún estoy tratando de reparar, de ellos el más importante fue marcarme tanto y dejar que la culpabilidad se adueñara de mí, por ende, de mi vida, ahora veo las cosas claras, agradezco cada momento vivido, y cuando te digo que no tienes porque buscar mi perdón es cierto, porque yo jamás podría guardar algún tipo de resentimiento hacia ti.

Trataba de entender cada una de sus palabras, trataba de mantenerme fuerte, pero por dentro me estaba rompiendo, escuchar de sus propios labios que yo siempre sería el amor de su vida hacía mi corazón latir como nunca, pero también dolía y eso era porque ella también me estaba dando a entender, que aunque me amaría toda la vida, no podíamos volver a lo que en su momento fuimos, no abría más Calle y Poché.

—¿Puedo preguntarte algo? —sabía que su respuesta me dolería, pero no más de lo que ya estaba sintiendo.

—Dime.

—¿Eres feliz?

—No, justo ahora no lo soy, por qué, ¿qué clase de persona sería si estuviera feliz al ver llorar al amor de mi vida? Poché —escuchar mi sobrenombre de sus labios siempre será inigualable —, no te puedo decir que soy feliz ahora, porque no puedo confundir la felicidad con la alegría, tengo momentos felices y alegres, así como malos, pero en general estoy bien, me estoy dando una nueva oportunidad y sí, estoy feliz con darmela, porque sé que la merezco.

Como siempre sus respuesta me dejaban más sorprendida por su forma de pensar y ver la vida, ella siempre ha sido así, tan Calle.

—Eres sorprendente en verdad, siempre lo he sabido, y sé que no tiene nada que ver con lo que estamos hablando pero quiero que seas la primer persona en saberlo, me aleje de Laura, por las razones correctas no podíamos estar juntas, ella no era feliz, y bueno, yo tampoco.

—Lo siento Majo, sé que la quieres mucho, las ocasiones en las que pude ver alguna de sus entrevistas se notaba que tenían una linda relación.

—No te preocupes, si soy sincera, no duele tanto como imagine, más bien ahora estoy tranquila.

—Bueno, las cosas suceden por algo, así que toma tu tiempo, tienes a tus amigos, ahora tienes un mundo laboral al que dedicarte, puedes ir a clases de baile que sé que te encanta, viajar cuando así se te haga posible, solo no te estanques.

—Gracias Calle, por todo.

—No tienes nada que agradecer María José, una vez te dije que estaría cuando tú me necesitaras y mi palabra siempre estará en pie, no importa el lugar o circunstancias, me tendrás ahí.

—Eres de otro planeta, fui una tonta por terminar lo nuestro de esa forma, me di cuenta hace meses y hoy la vida se encarga de dejarlo en claro.

—No hay que traer el pasado a nuestro presente, lo importante es que ahora las cosas están claras entre las dos, sabemos que estaremos presentes en la vida de cada una, no de la forma que imaginamos, sino como unas conocidas que compartieron historias únicas.

—Tienes razón —sabía que no había mucho más que hablar entre las dos, aunque quisiera seguir un poco más ella debe tener otras cosas más por hacer—. No te puedo quitar más el tiempo, gracias Calle, y deja la bobada de que pare de darte las gracias porque no lo haré.

—Contigo las cosas son imposibles mujer, pero tienes razón es tarde y no puedo quedarme, así que cuídate, espero verte en un tiempo más.

No pude reaccionar, sentí sus brazos nuevamente rodeando mi cuerpo, había extrañado esa sensación, y para terminar de matarme un pequeño beso en la mejilla, reaccione hasta que la vi alejarse de mí y tomar un taxi.

—Hasta pronto —exclamé siendo consciente de que lo nuestro había llegado a su fin.

***

Actualidad.

​La última vez que hablamos fue hace ​casi tres años, ​significó el fin de nuestra historia como pareja, nos dañamos pero también nos perdonamos, ambas entendimos las cosas que hicimos mal y aún así fuimos lo suficientemente capaces de entender nuestros motivos, hablamos​, ​​tal vez eso debimos haber hecho antes de dejar que lo nuestro se fuera a la borda, pero así sucedió todo, no nos hemos vuelto a ver personalmente, al inicio del proyecto con Juancho sabía que por el sector al que nos enfocaríamos​ toparse en algún evento sería posible, su empresa es una de las más reconocidas a nivel mundial, no es para menos que sea una mujer ocupada, y aún así me sorprende la capacidad que tiene para crear nuevos proyectos dentro y fuera del sector, muy pocos sabían de sus negocios fuera de la ​empresa​.

Existe la posibilidad de volver a encontrarnos, ahora siendo dos profesionales, quien diría que llegaría el momento en que me presentaría yo como jefa de una empresa, en verdad he crecido, y estoy lista para lo que está por venir, soy capaz, ella me ayudo pero yo termine por aceptarlo y seguir adelante, luche y seguiré luchando por continuar, creceré. 

A mi pequeña versión del pasado, a esa niña me encantaría decirle que la vida es un desastre que vale la pena vivir, y que sí, sumergirse a lo desconocido es aterrador pero que una vez estas ahí todo cobra sentido.

Narrador.

Hay una profesión fascinante, el ser escritor es tener más de una vida, no creo que todos seamos completamente conscientes de su posible "definición" ¿qué crea una? porque íntimamente en mi mente todos los somos, fungimos como escritores y editores de nuestra historia, y ese par no es la excepción, su vida no estaba aún escrita, ellas lo hacían, con borrones y cuentas nuevas iban construyendo nuevos capítulos, ¿importaba la distancia? no, nunca, ¿lo que pasaría? ni ellas misma lo sabían, ¿quien sí? eso y más es lo fascinante de estar aquí y ahora, tu y yo compartiendo el presente ignorando la distancia...


-MEY.

*Agradecimientos al chico imaginario pero real que me dio la pauta para continuar con el hilo de esta historia. 

*El viaje no es divertido si sabes a dónde vas...

-- Shokugeki no soma.

NUDITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora