¿Despedirse? Según la wiki: Decir adiós [una persona que se marcha o que abandona una actividad].
¿Me basaba en definiciones? No, hace mucho tiempo deje de hacerlo, cree mi propia filosofía, y buscar una definición para algo perdió significado, ¿me he despedido alguna vez? claro, y es más que obvió que fue a nuestra manera, con el valor que decidimos darle, ¿lo recuerdo? la palabra "adiós" nunca estuvo presente, ¿era necesaria? absolutamente no.
El día en que M termino conmigo fue como si tomaran parte de mi corazón y mente, como si ambos dejaran de pertenecerme apagando de manera indefinida su funcionamiento en mi, me gustaría decir que fueron solo días, cuando lo real fue que los días se transformaron en meses, me perdí, lo único que me lograba mantener a flote era el trabajo y proyectos los cuales no podía dejar en el olvido, sin embargo, después de un tiempo termine mudándome permanentemente a Londres tenía un proyecto que requería mi presencia constante, era algo que no podía dejar en manos de alguien más, solo regresaba a NY por reuniones en las que requerían de mi, eso me ayudo a continuar despejando mi mente, así como también inicie nuevas amistades, poco a poco fui saliendo del hueco en el que me había sumergido, me permití sentir cada sentimiento provocado por aquella despedida, sabía muy bien que me llevaría tiempo pues no puedes dejar de amar de la noche a la mañana al que será muy probablemente el amor de tu vida.
Aún con todos esos sentimientos en mi mente tenía claro que así como debía permitirme sufrir también entendía que era totalmente permitido continuar con mi vida, y... sucedió, los días iniciaron a ser menos tormentosos y el dolor disminuyo, me di cuenta de que era el momento, inicie terapia con una psicóloga que algunos amigos me recomendaron, me ayudo mucho, ahí termine por comprenderme a mayor profundidad y me perdone, admití mis errores, nuestros errores, e inicie perdonando mi pasado para comenzara a vivir mi presente, un proceso total, me di el tiempo y respeto necesario para iniciar a ser una versión mejorada, una nueva versión que se sentía cada vez mejor consigo misma y que ahora controlaba su entorno y no en viseversa.
Los meses fueron pasando y debo admitir que llegó un punto en el que consideré quedarme definitivamente en Londres, tenía todo lo necesario para radicar en una nueva ciudad que sin duda me había terminado por enamorar, podía seguir viajando a NY, pero luego de meditarlo decidí regresar, aún no era momento para dejar mi ciudad tenía que concluir todo en NY, programar y hablar con Mariana para poder considerar finalmente cambiar de residencia. No quería ni buscaba una nueva vida, me agradaba la que ahora vivía, sé que las cosas cambian no me negaba a eso, pero no quería dejar lo que me agrada hacer solo por el hecho de querer olvidar lo que no quería ni olvidaría (el amor hacia una persona perdurará tanto como te haya marcado, este o no ese ser en tu vida).
Aquella castaña vivió la experiencia de equivocarse y perder al amor de su vida, un camino en el cual aprendió a soltar, romperse, repararse y perdonar, 3 años después de aquella despedida que significo el final de su historia, así como también significo el inicio de una nueva etapa para cada una, en el que por cuestiones del destino no volvieron a coincidir, al inicio fue huyendo y por miedo, con el tiempo fue porque sencillamente sus tiempos no encajaban, tal vez fue Dios, la vida o el universo, tal vez se volverían a encontrar o tal vez no, pero justo ahora en el presente de una de ellas las cosas iniciaban a cambiar un poco, una puerta en especifico volvía abrirse.
No fue en una noche épica como en todos los encuentros, era una noche un poco ajetreada para dos chicas con mundos un poco distintos, una en la que aquella castaña estaba disfrutando su tan anhelado café del día sentada en una de las mesas ubicadas en el balcón principal de aquella cafetería que hacia una semana había abierto sus puertas finalmente al publico, una nueva sucursal, una meta más cumplida, a pesar de los pocos días de haber abierto la cantidad de personas que visitan el lugar era mucho más de lo estimado lo que causaba mucho más orgullo a la chica, le agradaba ir al finalizar su jornada para apreciar la noche que aquella ciudad brindaba y que la embargaba de confort, así como también observaba a las personas que iban a disfrutar del ambiente y bebidas que ofrecía aquel local, a pesar de ser una de las cafeterías más conocidas, ella buscaba ante todo crear un ambiente que provocara a sus clientes esa sensación de estar en su propia casa recostados o sentados en su lugar más intimo, crear un espacio que haga sentirlos bien al momento de disfrutar cada postre y bebida, le encantaba ver a cada persona sonreír y vivir cada instante. Tal vez esa noche sería una más siguiendo esa pequeña rutina de la que se había vuelto fan, o tal vez, solo tal vez, las cosas podrían iniciar a cambiar.
