¿Ingenuos?

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—Juancho, en verdad no creo que esto sea lo correcto—tenía un mal presentimiento sobre esta cena, definitivamente no debíamos estar aquí. —Ellos fueron tan insistentes en que viniéramos a esta cena, tal vez exista la oportunidad de un negocio.
—Sí así fuese nos habrían visitado directamente en la oficina, agendado una reunión formal, no algo esporádico como lo de ahora, algo no se siente bien Juancho.—Te prometo Majo, que sí las cosas se ponen turbias no dudaré en tomarte y marcharnos, pero quiero escuchar lo que ellos tienen por decir, por algo estuvieron en el mismo plan que nosotros en Soto Companies, ¿no?—Es justo eso lo que me causa más ruido, ¿por qué contactarnos?
—Bueno, querida amiga lo descubriremos en un par de minutos, vamos que ya están aquí.


No mentía, justo con sus ojos me señaló en la dirección en la que un par de ejecutivos se encontraban compartiendo una charla, la única razón por la que acepté venir fue porque mi mejor amigo insistió en que debíamos escucharlos, ya estamos aquí, ¿qué podría ocurrir?

***
¡Maldición! Sabía que no debíamos aceptar esa absurda cena, no sé como carajos soporte cada basura que salía de la boca de esas personas, ¿qué esperaban de nosotros?

—Majo...
—Juan, estoy verdaderamente enojada, no ahora por favor—, mi amigo agacho la cabeza y no insistió, me acompañó hasta mi apartamento y se despidió, él sabía mejor que nadie que si insistía las cosas no irían bien.

—¿Cómo es qué existía ese tipo de personas en el mundo?—, preguntaba entre mis pensamientos, en definitiva la noche no había ido en la dirección que mi amigo imaginaba, por desgracia mi intuición era correcta, nunca debimos aceptar y mucho menos presentarnos a esa reunión.

Flashback:
—Nos alegra mucho que aceptaran esta cena ingenieros, es un verdadero placer conocerlos finalmente.

—El gusto es nuestro señores, con mi socia estamos agradecidos por esta invitación.

El par de hombres dirigieron sus miradas a mí esperando un saludo.

—Así es, con mi socio esperamos poder charlar amenamente.

—Y es lo que más deseamos señorita María José, crea en nosotros cuando decimos que en verdad es un placer estar aquí.

Al inicio la charla fue tranquila, una cena normal en la que compartimos pequeños datos sobre cada uno, no fue hasta que tocaron el tema de Soto Companies que todo se fue a la mierda misma.

—Creo que escuché mal, ¿nos está diciendo que deberíamos retirarnos?—, tanto mi amigo como yo estábamos en shock.

—Así es ingenieros, el mundo de los negocios es muy grande pero está categorizado por exclusividades, y cuando nos enteramos de que su empresa había sido una de las seleccionadas por Sotos Companies, quisimos advertirles.

—No entendemos bien a qué se refiere con advertirnos, mi socia y yo preferimos las cosas claras.

—Bueno, no es por nada pero su forma de trabajar está establecida de forma rara, sus objetivos son distintos a la de la gran mayoría de empresas de ese nivel, además de que su dueña es una engreída, se cree superior por la idea de llevar el apellido de su padre, a nosotros nos excluyeron de todo casi al año de llegar al contrato, nos dejaron a la deriva sin más, todo lo que hicimos esos meses se fue a la basura, tuvimos que enfrentarnos a cosas muy difíciles para sostenernos y continuar con nuestro trabajo.

—¿Por qué rompieron el contrato?, claro sí es posible saberlo—, ni mi amigo, ni yo nos dejaríamos llenar la cabeza de ideas sin fundamentos válidos.

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