𝑪𝑨𝑷𝑰́𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑿𝑿

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¡¡¡¡ADVENTENCIA!!!!

mucho fluffy 


Capítulo treinta 

Louis


Louis despertó con el constante zumbido de las voces en sus oídos. Su conciencia había regresado bruscamente a la forma física de su cuerpo, trayéndole consigo el par de memorias de todo lo sucedido. Antes de exponer sus ojos hacia la luz, removió su cuerpo con suavidad, con la mera intención de sentir que realmente estaba vivo, que su cuerpo funcionaba aún y no se trataba de un cúmulo de pensamientos perdido en el espacio.

Aunque, a decir verdad no es que le verdaderamente le molestaría serlo luego de todo lo pasado.

Dobló con cuidado la punta de los dedos de sus pies, así como de sus manos para intentar acostumbrarse de nuevo a su forma humana, mientras que los rumores a su alrededor aún se percibieron ligeramente difusos. Ni siquiera sabía cuanto tiempo estuvo fuera, cuánto tiempo pasó desde que estuvo despierto, ni mucho menos donde se encontraba.

No pudo mentirse a si mismo cuando un sentimiento de nerviosismo se instaló sobre su pecho, por el hecho de no saber que estaba pisando. Temió en abrir los ojos y ver a su entorno, porque entonces no querría toparse con la peor imagen de los iris ardientes de su madre en satisfacción por haber ganado, y ningún rastro del mortal cerca, o si...

—¡Harry!—escuchó aquella voz femenina llamar con premura a la distancia, y su mente divagó en la confusión por no saber a quien pertenecía.

Hubo un par de susurros más entre aquella exclamación y otra más profunda, de los cuales no pudo atinar a lo que sus palabras decían, mas bien se conformó con lo que su tono de preocupación o tal vez de precaución quisieron expresar, tanto que le dejaron una sensación de incomodidad. Ahora ellos sabían que había despertado, y en absoluto tenía idea de si aquello era algo malo.

Se mantuvo quieto en su lugar, sin atreverse a mover otro más de sus músculos que le delatasen, así como contuvo la respiración en la garganta. Trató de agudizar el oído para así obtener alguna especie de respuesta a quienes le rodeaban, sin embargo, lo único que siguió percibiendo fueron ese par de susurros y lo más parecido a pasos aproximándose.

¿Qué y si se trataba de Hera? ¿O su padre? ¿Qué y si en cuanto abriese los ojos intentaran herirle de nuevo? Tal vez nunca lo sabría hasta que observara por sí mismo.

—¿Qué sucede? 

—Es Louis...

—¿Despertó ya? —escuchó la voz ronca.

—Eso parece, intentó moverse.

El corazón de Louis se aceleró como un desquiciado en el momento que sintió como aquella persona comenzaba a acercarse hasta él. Mordió el interior de su mejilla para evitar soltar un grito de auxilio, así como puso su cuerpo en alerta por si necesitaba atacar de inmediato. Le escuchó andar hasta su lugar, sintió el calor de su figura en la reciente cercanía, así como casi podría jurar que era capaz de apreciar su mirada fija.

¿Y si...?

—Louis—él susurró, y entonces abrió los ojos de golpe.

Los sonidos a su alrededor parecieron clarificarse de un segundo a otro, no hubo más zumbido en sus oídos, los aromas regresaron a su nariz así como su vista se posó perfectamente entre el par de iris esmeraldas tan cerca de su rostro que casi podía atinar a contar todas y cada una de sus líneas.

Laurel || l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora