Laurel || l.s.

𝑪𝑨𝑷𝑰́𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑰𝑿

Capítulo nueve

Louis

Estaba nervioso.
Su estómago era un revoltijo de emociones en aquel preciso momento, aunque ni siera sabía la razón exacta de aquello. O quizá sí.
El día había pasado de lo más lento, y ahora se encontraba yendo tarde. Todo el camino por el bosque había consistido en repetir variadas frases y palabras para saber cuáles usar exactamente. No podía creer como aquella situación le ponía en tal posición de duda y nerviosismo, cuando su personalidad era bastante relajada.
No había visto a Harry luego de entregarle aquella nota y que él le respondiera. No sabía si sentirse alegrado por eso o no.

Su camino por el bosque no había sido tan largo, pues en menos de lo que esperó ya se encontraba a los extremos del estanque de Afrodita. Este era un lugar precioso, enorme con aguas cristalinas y una hermosa estructura de marmol en medio del lago sostenida por lo que creía era magia , el cual tenía un bonito camino de piedras para acceder.
Desde su posición pudo observar como Harry ya se encontraba a su espera sentado con su espalda recargada a un árbol.
Había venido.
Por supuesto que lo hizo, él era su amo, sería estupido de su parte no hacerlo.
Dio un último suspiro y se acercó hasta donde el chico, el cual al verlo rapidamente hizo una típica reverencia.

—Lamento la espera...—Louis carraspeó la garganta. No lo lamentaba en absoluto, sin embargo, no tenía idea de que decirle.

—No pasa nada. El lugar es bastante agradable.

—Lo sé, solía venir con...mi madre—hizo una pausa antes de lo último. La verdad era que nunca había venido por aquí con Hera, mas no le revelaría con quiénes y mucho menos con que objetivos.

Harry se limitó a asentir cabizbajo.

No tenía una buena impresión de su madre. Con justa razón.

—Sígueme—ordenó mientras comenzó a caminar y el chico le siguió.

Llegaron hasta un pedazo lleno de hierbas y flores rojas, en donde giraron hacia la dirección del no muy largo camino de rocas que sobresalían del agua que permitían el acceso hacia la estructura de marmol. Antes de cruzar se dirigió bajo la atenta mirada del chico hacia uno de los árboles más cercanos en donde sin mucha dificultad retiró un gran pedazo de corteza que previamente ya había sido cortado, revelando un gran espacio hueco.
Sonrió al ver que efectivamente aún seguía la pequeña canasta de madera que había guardado en su última visita. La tomó sin pensarlo y volvió a su lugar con Harry, para después ambos comenzar a cruzar el pequeño camino.
Louis avanzó con rapidez, pues estaba bastante acostumbrado a cruzarlo que ya no siginificaba una dificultad, como en sus primeras veces. Sin embargo, para Harry las cosas eran un poco diferente, pues notó como luchaba por mantener el equilibrio y no caerse al agua. Soltó una risita por aquello.

—Vamos Harry, no caigas—se burló mientras paraba su paso esperándole.

—Lo siento, eso intento—respondió con un rubor en las mejillas avergonzado.

—Tu puedes—le animó y pronto el chico se posicionó más cerca de él. Cuando dio un paso más su pie resbaló de lado y estuvo a nada de caerse al lago de no ser porque Louis rapidamente reaccionó tomando su cintura evitando su caida.—Te dije que no cayeras—murmuró.

—Lo siento—susurró apenado y recobró su postura de equilibrio haciendo que Louis soltara su agarre.

Después de aquello ambos lograron cruzar el camino de rocas sin ningún otro accidente hasta finalmente llegar a la mediana estructura de marmol. Esta consistía del piso plano y un semicírculo de los característicos pilares griegos junto con un techo del mismo material encima de ellos.