𝑪𝑨𝑷𝑰́𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑿𝑿𝑰𝑰

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Holis:(ya se que tardé un poco en actualizar pero en mi defensa es un capitulo bastante largo y la uni me tiene con ganas de mword. no les recomiendo creecer:( en fin, el capítulo será como quien dice el último donde pasan cosas, hay saltos de tiempo y blah, blah (nada que preocuparse) no se apuren que aún falta el final como tal y el epilogo. 

espero les guste, los tqm a todos <3


Capitulo treintaidos

Harry y Louis


Hades no estaba en absoluto mintiendo al decir que el tiempo en la Tierra pasaba extremadamente rápido. Tan rápido que apenas era consciente de poder llevar la cuenta de todo, como de los días o las semanas que transcurrían sin descanso alguno. De alguna extraña manera presentía que los segundos se tornaban diferentes al estar atrapados en una pequeña caja de vidrio que utilizaba pilas.

Le gustara o no admitir sus días se habían resumido en las mismas típicas actividades de siempre. Descubrió que tampoco era un mito lo que decían de los mortales, que llevaban una vida bastante esclavizada en sus asuntos. Es decir, le gustaba. Se sentía bien con el hecho de trabajar rodeado de cachorros o mínimos por lo que iba de los meses, y también se sentía pleno cada que Harry regresaba de sus actividades escolares contento de por fin poderse ver por el día.

Harían más de las cosas comunes, como cocinar la comida una vez llegado a su hogar, limpiar el departamento, hacer las tareas del más chico, y... de vez en cuando saldrían a hacer algo diferente alrededor de la ciudad. Harry le dijo que en eso se basaba una rutina de la vida mortal, así que aún intentaba descubrir si era una de esas cuestiones a las que podría resignarse.

Intentaba no sentirse culpable por tener esa clase de sentimientos, de en ocasiones sentirse lo suficiente abrumado de hacer lo que hacían. Como que le gustaba ver a su novio ser considerablemente más feliz en un lugar como aquel, rodeado de nuevos amigos de su edad que no eran divinidades griegas longevas, o que podía llevar a cabo cosas completamente normales que un adolescente de su edad haría. Por supuesto él era feliz si el otro también, era solo que no podía evitar sentirse ligeramente envidioso.

Porque su viaje hasta aquí desde hacía unos meses que llegaron no había sido igual de satisfactorio para él. Extrañaba de sobremanera los pasillos vacíos del Olimpo, las fiestas, el vino, a sus hermanos, y el poder vivir en completo hedonismo porque básicamente era alguien con cero responsabilidades en la existencia misma. No le gustaba sentirse ajeno en un planeta como aquel, incluso si su hogar se encontrara en una persona y no en un espacio físico.

Deseaba tanto que todo pudiera mejorar, que de algún extraño modo una señal hiper divina le cayera del cielo para decirle finalmente que hacer, porque desde la última visita de su tío a su trabajo hace un par de semanas en definitiva no le dejó nada tranquilo los días posteriores. Intentaba no pensar tanto en ello, ni darle demasiada atención de la que merecía, sin embargo, había veces en las que genuinamente no podía evitar hacerlo. Era como una especie de goma de mascar que siempre estaba pegado en su cerebro, o tal vez de forma más molesta en la punta de su nariz que lo mantenía eternamente distraído de todo.

Es que no se le había puesto en una situación justa al haberle revelado una información como esa, pues ¿cómo se suponía siquiera que debía tomar una decisión al respecto? Su inmortalidad era lo único que conocía, y renunciar a ella significaría un paso jodidamente enorme, ni paso, salto al vacío.

Su dilema seguía en juego, y por supuesto no había mencionado ni una palabra todavía a Harry del tema incluso si este de vez en cuando se olfateaba que algo muy importante recientemente estaba ocupando sus pensamientos.

Laurel || l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora