Capítulo 19

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—¿En verdad piensas que no importa? —preguntó en un tono sorprendentemente calmado considerando el cambio de la conversación.
Mis ojos se abrieron.
—No. No importa. Lo he superado, así que no hay nada que discutir.
Un músculo se tensó en su mandíbula.
—¿Lo has superado? —preguntó a través de sus dientes apretados.
—Sí.
—¿Con quién?
—Justo como me dijiste hace uno segundos, no es asunto tuyo. —Le observé mientras saltaba de su silla y rodeaba el escritorio. 
Vino para posarse justo enfrente de mí, así que tuve que alzar la mirada. Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho.
—¿Quién es él? —preguntó peligrosamente.
Lamí mis labios nerviosamente.
—¡No hagas eso! —me espetó—. ¿Quién es él? ¿Layla lo conoce?
¡Ves! Sabía que esto pasaría.
—Me estás asustando.
—¡Bien! ¿Quién es él? —repitió.
—Ryan. Su nombre es Ryan. Lo he estado viendo por dos años y sí, Layla lo conoce. —Incluso aunque Ryan y yo estábamos al borde por el momento, aún seguía en mi vida. Aunque Nick no necesitaba saber eso.
—¿Layla piensa en Ryan como su padre? —¿Cómo se suponía que respondería a eso?
—Ummm… no, no lo creo. Ryan es bueno con ella, pero… —me detuve —, Nick, en verdad esto no es asunto tuyo.
Descruzó sus brazos, puso una mano en cada brazo de la silla y bramó en mi rostro.
—Estás jodiendo a algún tipo con el que has estado por dos años y me están diciendo que no crees que Layla piense el él como su padre, ¿y no es mi asunto? —rugió la última parte.
¡Oh no, él no acaba de decir eso!
Puse las palmas de mis manos en su pecho y me impulsé hacia arriba.
—¡Aléjate de mi rostro! —Se levantó fácilmente y me levanté de la silla, me elevé en las puntas de mis pies y grité de vuelta en su cara— . ¡No! ¡Ella no piensa en Ryan como su padre! ¡Él es bueno con ella, pero trabaja mucho y he estado muy ocupada tratando de terminar la escuela y mantener a Layla alimentada para empezar mi vida con él! ¡Nunca ha pasado la noche con nosotras!
¡Oh mierda!
¿Qué en el infierno me poseyó para decir eso?
Cuando vi el rostro de Nick relajarse me alejé de él rápidamente, pero a la velocidad de la luz, las manos de Nick se elevaron para tomar mi rostro y sus labios golpearon los míos. Sentí su lengua tratando de encontrar acceso, pero no me moví.
-Anna, nena, necesito que me beses. —Oírle llamarme Anna, nena dolió, pero al mismo tiempo lo extrañé. Estaba frotando levemente sus labios contra los míos y sabía que era una mala idea, pero también necesitaba este beso; desesperadamente.
Tal vez sólo necesitaba un cierre apropiado.
—Por favor, Anna—susurró.
Me levanté solo lo suficiente para unir nuestros labios completamente y abrí mi boca para que su lengua se deslizara dentro. Nunca olvidé lo eróticos que sus besos por sí solos podían ser. Su boca estaba hambrienta por la mía. Su mano se deslizó de cara a mi pecho, donde lo levantó y lo amasó suavemente a través de mi camisa. El brazo alrededor de mi cintura me atrajo más cerca.
Cuando gemí contra sus labios, su brazo me apretó. Sin esfuerzo, me levantó, giró nuestros cuerpos y me sentó en su escritorio, sin romper nunca el beso.
Abrí mis piernas para que su cuerpo se mantuviera al ras del mío y él se apretó con fuerza contra mí. Puse mis manos alrededor de sus bíceps para aferrarme y pude sentir cuánto me necesitaba; por todas partes. Gemí, mi agarre se apretó y froté mi punto dulce contra su erección.
Sus manos se encontraban a mis costados y levantó mi camisa de estilo baby doll por encima de mis pechos, luego bajó las copas de mi sujetador. Sus dedos le prestaron mucha atención a mis pezones, duros y sensibles.
—Oh, Dios. —Respiré en su boca y él me apretó con más fuerza. Rompió el beso solo por un segundo para quitarme completamente la camisa.
No desperdició tiempo antes que su boca volviera a la mía.
Sentí que golpeaba detrás de mí con un brazo a través del escritorio para limpiarlo. Cuando las cosas terminaron estrellándose contra el suelo, su cuerpo me bajó al escritorio y él levantó la cabeza para mirarme a los ojos.

Anna, nenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora