• XIII ~ La Liga de Talos •

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"Talos es mi aliado y yo soy su profeta. Su palabra surge de mis labios; su voz suena en mi garganta".

Heimskr


Evanna Orsirian
Ustengrav

—¡Absolutamente no! ¡Ni hablar! ¡Por encima de mi cadáver!

Dejo escapar el aire que había estado conteniendo en un molesto suspiro, aunque no me sorprende. Era la respuesta que esperaba. A mi lado, Mert permanece imperturbable, como si le diera totalmente igual la oposición por parte de Delphine, que agita la cabeza en rotundas negativas.

Apartados a un lado de la estancia están Vishta-Kai, Karan y su padre, que observan la escena sin intervenir; no sé si por respeto o por miedo.

—¿Has perdido el juicio, Vilkas? — continúa la bretona.

El aludido, que esperaba pacientemente a su lado para poder hablar, rebate de forma tranquila y segura.

—Somos pocos, Delphine. Nos hace falta más gente.

La mujer vuelve a negar con la cabeza.

—Prefiero que seamos pocos pero poder confiar en todos ellos.

No paso por alto la mirada que me dedica al decir eso, pero prefiero ignorarla y confiar en que el buen juicio de Vilkas acabe por convencerla.

—Son buenos aliados, capaces. No abundan precisamente en nuestras filas.

—"Buenos aliados" — repite ella con mofa. — Permíteme que discrepe: un mercenario deslengüado sin respeto alguno por la autoridad...

—Ese soy yo — interviene Mert con una sonrisa burlona.

—...y una maga Thalmor que hasta hace unas horas pregonaba orgullosa bajo el estandarte del Dominio — continúa la bretona, sin hacerle caso.

—¡No soy Thalmor! — grito sin poder evitarlo, ganándome con ello las miradas juiciosas de todos los presentes. — Ya no... — añado en un murmullo.

—¿Y cómo podemos estar seguros de que mañana no cambiarás de parecer? — impreca Delphine. — ¿De que los elfos no volverán a ganarse tu confianza con las mismas mentiras con las que se la ganaron la primera vez?

—¡Porque ahora conozco la verdad! — vuelvo a exclamar. Mi ojos vuelan hasta Vishta-Kai, y su mirada me da fuerzas para continuar y enfrentarme a las acusaciones de Delphine. —Porque ahora sé con certeza hasta qué punto pueden llegar los Thalmor para conseguir sus objetivos. Porque he sido testigo de abusos sin poder hacer nada por detenerlos. Porque durante años he servido e impartido una falsa justicia en su nombre, una justicia ignorante, corrupta y cruel, cuando eran ellos los que deberían responder ante ella. — Noto cómo poco a poco me voy encendiendo y no puedo evitar alzar la voz hasta terminar gritando. — Porque he visto a mi mejor amigo sufrir por su culpa y no quiero que nadie más lo haga. ¡Y porque me han mentido toda mi maldita vida!

Cuando termino de hablar, o de gritar más bien, acabo jadeando. No soy consciente de mi cambio de tono hasta que no recibo respuestas por parte de nadie, ni siquiera de Delphine; únicamente las miradas de todo el mundo, la mayoría de las cuales parecen sorpresivas, a excepción de la de Mert. En la suya hay orgullo, y una chispa de complicidad.

Automáticamente bajo la cabeza y encojo el cuello. No era mi intención ser grosera ni retar a nadie, así que antes de darle tiempo a Delphine a volver a desenvainar la espada, procedo a disculparme:

—Lo siento. No quería...

—¡Ja!

La risa proviene del fondo de la habitación y cuando ambas trasladamos la mirada hacia allí, Farkas me señala con el dedo.

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⏰ Última actualización: Jan 19 ⏰

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