• SKYRIM: El Legado •

• VI ~ Tras las huellas de Dovahkiin •

"Que una cosa no deba existir no significa que no exista."

Eorlund Melena Gris

Mert Al-Hassan
La Grieta, Paraje de Ivar

Conforme nos acercamos al final del camino pisando finalmente los últimos escalones de aquel tedioso y largo camino de ida y de vuelta hacia el viaje más extraño y con los resultados más inquietantes que he tenido en un largo tiempo —probablemente en toda mi vida, y considerando lo que viene ahora... posiblemente sólo en lo que va de ella—, avistamos a lo lejos las siluetas de los guardias Thalmor que custodian el pie de las escaleras, armados y con las regias armaduras reluciendo; inmóviles como perfectas y pomposas estatuas.

Suelto un largo suspiro por la nariz. Hace varios metros que Evanna me lleva por el brazo mientras que mis manos van atadas al frente con una cuerda, y que yo camino obediente e irritado a su lado fingiendo que me ha apresado. Soy el prisionero de una chiquilla usando una túnica y un ridículo pendiente...

Al otro lado, Evanna lleva por las riendas a Cabra, quien camina más bien obediente y perplejo, arrojándome miradas como si se estuviese preguntando por qué lo conduce una niña y por qué la estoy dejando. Francamente... yo me pregunto lo mismo. Le arrojo una mirada pidiendo indulgencia, como si pudiese entenderme. Quiero pensar que lo hace.

—Esta idea es estúpida —mascullo.

—No es estúpida.

—Es una idea estúpida. Y tú eres una chiquilla estúpida por creer que realmente se van a tragar una historia tan estúpida.

—Has dicho tres veces "estúpida" en la misma frase. ¿Quieres callarte? Ya casi hemos llegado. No puedo ir conversando con un prisionero.

—No estamos conversando —disiento—; estoy cuestionando tu inteligencia y monologando para mí mismo.

—¿Podrías monologar para ti mismo en silencio entonces? —sisea.— Necesito concentrarme en lo que les voy a decir.

—¿Eres consciente de que pase lo que pase saldrás muy mal parada de esto? —enarco una ceja con mofa.

—Cállate ya —me chista por lo bajo, pero entonces sus ojos violáceos vuelven a escudriñarme y entorna la mirada, intrigada por mi insinuación—. ¿Qué quieres decir con eso?

—Que si no funciona habré tenido razón en que era una idea estúpida, y que, si por otro lado funciona y tus amigos los Thalmor se tragan la historia, habré tenido razón en que son ellos los estúpidos; lo cual por consiguiente te vuelve estúpida por depositar tanta fe en...

—¿Quieres dejar de repetir la palabra "estúpido"? —me corta en mitad de la frase, virando para encararme.

—Tontos, cortos, espesos, idiotas, tarados...

—Tienes muchos adjetivos, pero no he escuchado que tengas ninguna idea mejor — replica.

Cierro los labios en una línea tensa, respondiendo su mirada retadora con otra. No puedo discutírselo. Lo cierto es que aun cuando es una idea arriesgada y tonta... hasta ahora parece ser nuestra única opción. No quiero hacer saltar a Cabra en su estado para bajar del mismo modo en que subimos, así que a partir de allí guardo silencio y decido confiar en Evanna.

Cuando llegamos junto a los guardias Thalmor, estos son los mismos que estaban cuando yo intenté pasar la primera vez.

—¿Me habéis echado de menos? —les digo con un tono afectuoso al saludarlos.