La Venganza Del Espíritu Aghata

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Capítulo 12.

              El regreso.
        
En algunos momentos uno siempre piensa en lo importante de la vida, la parte más sencilla y cautelosa que puede ser, la vida privada de uno, su intimidad, los secretos más sagrados que guarda, son siempre prioridades que hay que proteger, que la gente no sepa de ellos, las infancias obscuras que uno mismo tiene que afrontar, y si, soy uno de ellos, pero no tomaría el momento para comentarlo o dar una simple pista, o eso creí cuando la pude ver a ella, una flamante mujer cuyo cuerpo no era perfecto, pero que siempre trataba de cuidarse así misma, aunque no tuve un final feliz con ella era divertido los momentos que pasamos.

Pero eso fue hace mucho tiempo y me concentró en mi presente, no acostumbraba recordar todo lo vivido, para mi era perdida de tiempo, no serviría de nada, solo me enseñó a no cometer los mismos errores, viviendo toda mi vida en Nuevo Orleans y mudarme durante un largo tiempo a París fue unas de mis elecciones más importantes en mi vida, pude progresar, lastimosamente estuvieron casi por descubrir mi falsedad y no tuve más remedio que volver a mi hogar como el locutor de radio más famoso, y no solamente de ahí, si no que en todo el mundo, era hermoso tal y como lo recordaba, el olor a comida recién hecha y todo tipo de musica jazz, tocando como si no hubiese un mañana, camine desde la estación de tren hasta la cafetería de hustanBurgo de mi queridisimo amigo fabio, el era reconocido por su buen café en la gran manzana y era amigo del todo el mundo, me agradaba su café, solo por eso seguía vivo.

Fabio.-Oh! Alastor es gusto verte de nuevo por estas calles, hace cuando llegaste de París?(lo dice usando acento cubano)

.-Acabo de llegar, y no pude evitar el olor a café de tu local, sinceramente creció más.

Fabio.-Pero claro, después de cinco años, las cosas cambian.

.-Sin duda tu café es el mejor que existe en Nuevo Orleans, sabes usar muy bien tus manos.

Fabio.-Pero por supuesto mi gallo aunque, también se usarlo para otras cosas, tu me entenderás eh, (giño el ojo mientras se fue para atender a otro cliente).

Fabio nunca fue cuidadoso con su imagen, siempre mostraba ese pantalón con brinca charcos, algo muy poco apropiado para la elegancia, faltaba su chaleco y su traje, aunque cubría todo con el mantel de su negocio no era suficiente, pero a la gente no le importaba, con solo ver que el fue uno de los poco indigentes que se salvo del destripador hace cinco años, el cabello alborotado y con una barba que posiblemente no mantenía higiénica, pero me agradaba, y usaba sus lentes. Y pensar que construiría una familia, se veía muy feliz, terminé mi café y me fui del lugar pasando directamente al local de mi compañero.

.-Husk! Como has estado mi querido amigo?

Husk.-Hay eres tu, hace cuando volviste?

.-Eso no importa, lo que me interesa es, como fue que pudiste abrir un restaurante?
El hombre silencioso, el asesino, de nombre el gato negro con alas de naipes.

Husk.-Tu bien sabes que deje eso en el pasado, ahora trato de ser una persona completamente diferente, y dime a que has venido?

.-Nada en especial, solo extrañaba mi pequeña ciudad y la queridisima música que me despierta en las mañanas.

Husk.-Lamento oir que tus planes en París no resultarán, que? Acaso te descubrieron y huiste como un cobarde?

.-Husk, tu bien sabes que mi oficio es solo la radio, trato de mantener informada a la gente sobre los peligros que rondan por el mundo.

Husk.-El único peligro aquí eres tu.. Pero puedo ver que en tu bolsillo se encuentra una carta de trabajo, acaso te sobornaron?

.-Vaya, veo que no te puedo esconder nada, aunque es mi culpa, deje que se viera muy obvio.

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