La Venganza Del Espíritu Agatha

LA Venganza Del Espíritu Aghata

Capítulo 9.
              Causa mía.

  Llegando al lugar, toque la puerta, sentía una incomodidad tan grande, es como si el miedo me dominará, la cerradura se movió y se abrió la puerta a la mitad hasta que apareció una silueta.

Alastor.-Bienvenida querida, pasa por favor.
 
.-Permiso.

Al principio si me dio un susto enorme, me calme para no ser tan obvia con la situación, y entre al lugar, estaba exactamente igual como lo vi la primera vez al momento de entrar lo primero que vez son las escaleras con un pequeño pasillo al fondo me imagino que daba al sótano, girando a mi izquierda pude ver la sala para las visitas y a la derecha estaba el comedor y al fondo la cocina, claro que la observe más detalladamente, pude ver que había fotos colgadas en la pared y en los muebles, no distinguía bien quienes eran, pero en fin no era de mi incumbencia aunque si me daba un poco de curiosidad.

Alastor.-Espero y el lugar sea de tu agrado, disculpa por el desorden, no acostumbro a tener visitas aquí.

.-Pero tiene una sala de estar.

Alastor.-Vaya! Si que eres muy observadora, HA,HA,HA!

-.Que esperaba, es muy obvio y es imposible no verlo.

Alastor.-Bien, puede que tenga razón sobre la sala, pero lo que digo es verdad, hace mucho tiempo que no tengo visitas.

Al principio pensé que mentía pero su rostro me parecía muy sincero, me salí de mis riendas y camine a la sala, me senté y el señor canela solo se quedó viendo lo que estaba haciendo, a pesar de que acepte su hospedaje, no sabía para qué me quería aquí si bien por mi yo estaría sola en la casa, cualquiera pudiese pensar que es por amabilidad pero yo tenía el presentimiento de que era algo más.

Nos quedamos en silencio con solo ver la chimenea que tenía en frente del sillón familiar, con dos ventanas a cada lado, me sentía incomoda, no tenía tema de conversación, aunque no se por que tenía que hablar no tengo la obligación de hacerlo.

Alastor.-Veo que no tienes preguntas por hacerme o si?

-Por qué tuviese que hacer preguntas?

Alastor.-Bueno.... La gente siempre es curiosa, al momento en que entra o conoce a una nueva persona y le da la curiosidad de saber que fue o qué es de su vida.

-Pues lamento informarle que yo no soy esa clase de persona (mentira). Además a quien le daría curiosidad saber lo que es o lo que fue en su vida (que otra cosa esconde este sujeto).

Alastor.-Bueno eso es cierto, claramente no eres esa clase de persona, bien creo que será todo, Se levanta del sillón acomodando su traje.

Alastor.-Que pase buena noche.

-Espere que!? Y en donde dormiré yo?

Alastor.-jaja! me sorprende como se le olvida las cosas querida vaggie.

-No entiendo, que es lo que trata de decir?

Alastor.-Que usted ya tiene una habitación, ya lo tenía preparado para usted, así que que descanse señorita vaggie.

Es verdad, ahora que lo recuerdo la habitación en la que desperté.

-Pero.. Señor canela no es preferible quedarme en un sofá?

Alastor.-No es por querer, pero no me gusta que mis sillones sean utilizados para algo que no es de su utilidad, así que descanse.

-Pero no es molestia digo yo podría acomodar-.

Alastor.-Eh dicho que no y espero que no insista más sobre eso, buenas noches.

Se fue del salón, se pudo escuchar que subía por las escaleras caminando por el corredor y cerrando su habitación, suspire aliviada aunque un poco dudosa de mi misma acepte un hospedaje de un completo extraño, pero que es lo que pasa conmigo, debí quedarme con charlie o con el señor husk, pero no quería que lo hicieran por lástima o que el señor husk me subiera el sueldo por lo mismo, no!, tengo que seguir así, además creo que puedo convencer al señor canela que me rente la habitación mientras yo busco uno que este de acuerdo a mi posición, me levante del sofá tomando la maleta y subí por las escaleras, mientras subía pude ver que estaba todo impecable no había nada de suciedad, era como si un experto de la limpieza se tratase era increíble que alguien superará a nifty incluso tocando la barandilla no se sentía el polvo, llegando a la habitación cierro la puerta con cuidado y con seguro. Tenía miedo que por estar tan conforme en el lugar el se aprovechara de mi mientras durmiese, dejo la maleta en el piso aventandome a la cama, era tan acojedora y suave, era una cama matrimonial hace dos días no dormía en una cómoda cama, me gustaba quedandome profundamente dormida. Despierto con el olor a café domando mi nariz con un pequeño toque de vainilla, aunque casi no me gustaba esa convinacción, era muy lindo ser lo primero que puedas oler por las mañanas, me levanto estirando mis brazos y piernas hasta donde pueda y tronando mi espalda, rascando mi cabeza por un segundo mientras bostesaba quedandome en la misma posición por unos segundos, me levantó y busco mi uniforme de trabajo, preparo mis cosas saliendo del cuarto y para mi sorpresa veo al señor canela casi tocando mi puerta con una taza de café en la mano.