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El océano otra vez estaba con un color celeste brilloso, dando por hecho que ya era de día otra vez. Era muy temprano, sin embargo varios en el pueblo ya estaban despiertos, listos para seguir con sus respectivos trabajos

Alberto se empezó a mover y a abrir poco a poco los ojos algo adormilado, aunque se le abrieron con sorpresa al darse cuenta de que tenía a Luca completamente atrapado con su cola y demasiado pegado contra él.

El menor seguía profundamente dormido, aunque era obvio ya que era muy temprano en comparación a lo que estaba acostumbrado. El de escamas moradas miró a diferentes direcciones notando que estaban en el cuarto de Luca.

Suspiró con pesadez ¿Qué debería hacer? Por un lado tenía que irse a cumplir su labor de salvavidas pero por el otro no quería despertar a su amigo al momento de levantarse.

— Mierda —Susurró al notar también el pequeño problema que tenía en los shorts, eso ponía la situación realmente incómoda considerando que estaban tan pegados. Solo esperaba que Luca no lo notase—

Sonrió divertido y carició su lindo cabello azul mirándolo con una pequeña sonrisa, notando que Luca tenía pequeñas pecas aún en su forma marina, viéndolas como si fuesen tan lindas como los “peces” en el cielo.

Tenía que levantarse rápido, en cuanto Luca despertase sin duda notaría aquel "pequeño problema" y seguro lo tacharia de depredador sexual y se pondría raro el ambiente. Comenzó a quitar lentamente su cola, procurando no mover mucho al chico (aunque era algo difícil porque su cola había enrrollado todo su cuerpo)

Mientras lo hacía, se congeló cuando Luca empezó a moverse, sintiendo el miedo recorrer toda su espalda.

— Mmh ... —Soltó un quejido entre sueños, acomodando un poco su cabeza ahora dejando de moverse otra vez—

El mayor suspiró aliviado. ¿Quizás si se alejaba en un solo movimiento sería mejor? Pensó al comenzar a desesperarse. Respiró profundamente y apretó los ojos al momento de alejarse de Luca, quien giró sobre la piedra pero al parecer seguía dormido. Alberto sonrió, no había arruinado el sueño de su tierno amigo

Miró el bulto en sus pantalones y soltó un quejido de frustración, sabía que esa cosa no iba a volver a la normalidad a menos que le diera atención. Al alzar la mirada vió directamente al trasero del menor dormido, apartandola rápidamente ante ese acto inconciente

— No pienses cosas raras, no pienses cosas raras —Se repitió así mismo dándose leves golpes en la cabeza como regaño—

Escuchó la voz de los padres de Luca en el comedor y se sobresaltó, al parecer ya habían despertado. Hizo una mueca indeciso, por un lado le parecía descortés irse sin decir Adiós y por el otro le parecía aún más descortés ir por la vida con su miembro preparado para el ataque.

Bufó con molestia, no tenía más opción que irse sin despedirse, ya arreglaría su problema en la torre y luego iría al pueblo antes de que todos los niños se ahogasen.

Se acercó al pequeño de escamas verdosas y le acarició el cabello y la mejilla con el pulgar, dándole una cálida sonrisa. Luego de esa pequeña despedida salió por el agujero que tenía Luca en su habitación, yendo directamente hacia la torre rezando por no encontrarse con nadie en el camino.

 Luego de esa pequeña despedida salió por el agujero que tenía Luca en su habitación, yendo directamente hacia la torre rezando por no encontrarse con nadie en el camino

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𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙘𝙚𝙨 [ 𝘼𝙡𝙗𝙚𝙧𝙩𝙤 × 𝙇𝙪𝙘𝙖 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora