𝙓𝙑𝙄

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- Ciao, Luca! -Giulia lo saludaba agitando la mano, estaba con el cabello mojado y botas para la lluvia, incluyendo que su ropa estaba un poco húmeda. Acababa de llegar con Massimo de un buen día de pesca-

- Ciao, Giulia! ¿Cómo les fue hoy? -Los saludó animadamente acercándose un poco a ellos, habían llegado al mismo tiempo para almorzar-

Giulia había bajado del bote mientras Massimo lo amarraba a la orilla, cargando dos baldes llenos de peces

- ¡Bien! Pero Machiavelli se cayó del bote y tuve que ir a salvarlo, fue divertido para mí pero supongo que él lo odió -Ambos adolescentes rieron por ello, recibiendo una mirada fulminante del felino que se encontraba en el hombro de su dueño-

Ambos menores siguieron charlando sobre su día, seguidos del adulto del hogar. Luca quería preguntarle a Giulia lo que tenía en mente pero debía ser cuando tuvieran tiempo a solas

Los tres ingresaron a la casa. Machiavelli se bajó del hombro del adulto al entrar y fue hacia sus crías y su pareja, saludándolos con roces y maullidos.

- Giulietta, ve a lavarte para comer, por favor -Pidió el mayor dejando los dos baldes llenos de pescados en el suelo de la cocina-

- certo papà -Le respondió sonriéndole dulcemente- Luca ¿Llamas a Alberto? Creo que hoy no fue a trabajar -Pidió mirando a su amigo mientras se dirigía a las escaleras para ir al baño-

(Claro, papá)

No pudo evitar tensarse por un momento al escuchar su nombre, provocándole la piel de gallina, como decían los humanos. Nadie más sabía lo que sucedió entre ambos, y tampoco quería que nadie se entere, pero su cuerpo no le ayudaba a mentir

- C-Claro, lo llamaré para almorzar todos juntos -Le sonrió dulcemente a su amiga mientras iba detrás de ella en dirección a las habitaciones del segundo piso-

Ambos adolescentes se retiraron de la cocina en lo que el señor de la casa calentaba la comida que había preparado ya en la mañana para el almuerzo, separando también la comida de sus adoradas mascotas

Giulia fue alegremente a su habitación a buscar su toalla para meterse a bañar, junto con ropa limpia para cambiarse. Luca suspiró yendo a pasos lentos hacia la habitación de Alberto, preparándose mentalmente para hablar con él

Debe admitir que se sorprendió un poco al ver a Guido y a Alberto recostados en la cama del moreno, al parecer había interrumpido la conversación que estaban manteniendo con alegría y ambos dirigieron su mirada a él

- Oh, ¡Luca, hola! -Le saludó el mayor de la habitación sentándose sobre la cama y saludándolo con la mano- Me alegra verte -Le dió una pequeña sonrisa-

- Hola, Luca -Alberto le sonrió apenado, igualmente con la mano y sentándose también en su cama-

- Lo siento, no sabía que Guido estaba aquí -Les devolvió la sonrisa- Massimo quiere que bajes para comer todos juntos, Alberto

- Seguro, bajo en seguida ¿Quieres quedarte a comer, Guido? -Dirigió su mirada a su otro amigo-

- Si no es mucha molestia -Respondió relajado, mirando a ambos con una expresión tranquila-

- Bien, bajaré a decir que comerás aquí. También falta que Giulia termine de acearse así que supongo que comeremos en unos 15 minutos -Tenía la mano aún en la perilla de la puerta, dando una sonrisa vacía- Nos vemos abajo

Finalmente volvió a cerrar la puerta, dirigiendo su mirada al suelo cuando lo hizo y por fin dejando de sonreír. Debe admitir que se sintió algo asustado al pensar en Alberto contándole a Guido lo que había ocurrido entre ambos, imaginando la posibilidad de que lo estuviesen viendo como una burla hacia él

𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙘𝙚𝙨 [ 𝘼𝙡𝙗𝙚𝙧𝙩𝙤 × 𝙇𝙪𝙘𝙖 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora